Quintana agita las conciencias contra los «flyers» de prostitución
Son las 12.00 del mediodía en la calle Ezequiel Solana, a la altura del barrio de Quintana. No hay coche aparcado sin publicidad de prostitución en el parabrisas o una de las puertas. A la mañana siguiente, idéntica hora pero peor situación: permanecen algunos de los mismos vehículos, pero ahora con más de un flyer por coche. Esta se ha convertido en la escena habitual en varios distritos de Madrid, pero especialmente en el de Ciudad Lineal. Y tras varios años luchando en silencio contra estos panfletos, la rebelión vecinal ha logrado «agitar conciencias» en la ciudad, como dice Antonio, vecino de la zona de La Elipa.
La Asociación de Vecinos de Quintana comenzó hace tres años a pelear en las calles contra esta situación, pero la masificación de estos folletos, en la mayoría de ocasiones totalmente explícitos, les obligó a dar un paso más. Pusieron en marcha hace meses la campaña No acepto contra la publicidad de prostitución. «Por las mujeres, por nuestros niños/as, porque quiero un barrio limpio, porque no quiero mafias», reza el eslogan de la campaña, la cual consiste en sumar a la lucha a vecinos y comerciantes de la zona, empezando por retirar todos los flyers que vieran. «Está funcionando muy bien. Los vecinos se están implicando. Se ve a mucha gente quitándolos», afirma Ana Martínez, portavoz de la Asociación. De hecho, la iniciativa ha pasado de tener dimensión de barrio a extenderse a todo Madrid. Ya son 13 los distritos implicados, lo que ha forzado la intervención de las instituciones.
El Ayuntamiento y la Policía Municipal han dicho «basta» ante este problema. Representantes de ambos, y también de Policía Nacional, han participado en diversas reuniones con asociaciones vecinales y las asociaciones de padres y madres de alumnos (AMPA) de colegios e institutos para abordar las posibles soluciones. La conclusión: la lucha ya no será solo vecinal, sino también policial.
Una de las razones que ha forzado su intervención es el uso que hacen los más pequeños de esta publicidad. «Nos dicen (las AMPA) que están muy preocupados porque los niños llevan los flyers en las mochilas y los intercambian como cromos», relata Martínez. Estos panfletos se han convertido en los nuevos coleccionables entre niños y adolescentes, pero el riesgo va mucho más allá. «Tenemos una grabación hecha por un compañero que se hace pasar por un chico de 15 años y les da lo mismo mayores que pequeños», comenta la portavoz vecinal para demostrar que, con esta publicidad, la prostitución está al alcance de todas las edades.
Cristina Díaz, presidenta de la AMPA del Colegio Cultural Elfo, destaca que «el problema que trae esto es que los menores están recibiendo una información inadecuada en valores de igualdad, de género, y, además, están normalizándolo». Sin embargo, afirma que los colegios en sí «no tratan este problema, es algo más de puertas del centro para fuera. Es abordado por asociaciones vecinales y AMPA. Aunque sí es verdad que nos consta que en algún caso han tratado el tema en el plano educativo, en valores, con los niños».
Concienciación en los colegios
Precisamente el ámbito educativo es uno de los planos en los que va a actuar la Policía Municipal. La Unidad de Educación Vial y Cívica impartirá charlas y formación en colegios e institutos de Madrid para concienciar a niños y jóvenes de lo que implica la prostitución, según aseguran fuentes policiales a este diario. Además, la actuación de los agentes para con los menores de edad no se circunscribirá solo a los centros educativos. Se van a intensificar las labores de patrullaje y vigilancia en zonas como parques, colegios, guarderías y polideportivos para evitar el contacto de niños y jóvenes con esta publicidad.
En el plano legal, circula ya entre la Policía Municipal una instrucción específica para actuar contra estos flyers. Los agentes, en el momento en el que localicen el panfleto, recopilarán toda la información posible sobre el mismo (repartidores, teléfonos, ubicación, etc.). La patrulla del distrito correspondiente realizará un informe en base a esa documentación y lo trasladará a la Oficina de Atención al Ciudadano y a los agentes tutores para comprobar si alguna de las personas identificadas tuviera antecedentes. Tras ello, se dará traslado a la Unidad de Investigación y Coordinación Judicial, la cual analizará toda la documentación y determinará si los hechos son constitutivos de sanción administrativa o pudiera existir responsabilidad penal. En este segundo caso, afirman fuentes policiales, se informará a la Policía Nacional para que investigue si existen mafias y trata de seres humanos.
Las investigaciones policiales ya han comenzado esta semana. Entre sus pesquisas tratarán de cortar de raíz esta publicidad: buscarán las imprentas donde se realizan e imprimen los flyers. Además, trabajarán intensamente con las compañías telefónicas para localizar a los titulares de los teléfonos que aparecen en los panfletos y así poder llegar a la cabeza invisible de una posible mafia.
Fuentes policiales, por el momento, no pueden afirmar que las mujeres que se publicitan estén actuando bajo coacción o estén sometidas a alguna mafia. Todo ello será investigado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. De hecho, confían en que a partir de la próxima semana obtengan resultados en sus investigaciones.
Trata de seres humanos
Frente a la cautela de la Policía Municipal, la Asociación de Vecinos de Quintana habla ya de mafias y desde la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) van incluso más allá: «Es un tema de violencia, de explotación sexual. No puede decirse que es una prostitución libre. Es una trata de seres humanos», afirma Rocío Nieto, su presidenta.
Tal es así, que desde Apramp se muestran favorables a cualquier medida que las instituciones tomen. «Todas las medidas son buenas, como suprimir estos anuncios. Es de fácil acceso hasta a niños. Antes quienes solicitaban estas mujeres eran hombres de 45 para arriba y ahora están normalizando la mujer como objeto de consumo entre los jóvenes. Es de muy fácil acceso para que jóvenes y adolescentes las utilicen como objetos de consumo», destaca Nieto.
Esta organización lleva varias décadas luchando contra la explotación sexual y conocen ampliamente los entresijos de la prostitución. «Las salidas que pueden tener son mínimas. Es muy difícil porque a veces tienen que denunciar a sus propias familias, novios, etc.», comenta la presidenta de Apramp, quien resalta que es «muy difícil» descubrir a una niña porque las ponen en «lugares invisibles como pisos».
Por todo ello, resulta esencial la labor que la Policía va a llevar a cabo a partir de ahora, pese a la dificultad que pudieran encontrarse en sus investigaciones. Este diario se ha puesto en contacto con varios de los teléfonos que aparecen en los flyers. El resultado: precios bajos en pisos humildes. Todos aseguran cumplir con altas condiciones de higiene y niegan la mayor al ser preguntados por chicas menores de edad.
El hermetismo caracteriza a las mujeres publicitadas en los panfletos. Muestran seguridad en sus palabras, tienen su discurso bien aprendido y en pocas ocasiones pierden los nervios. La Policía investigará lo que se esconde tras ese nerviosismo, mientras los vecinos, a su lado, continúan limpiando los barrios de esta publicidad que inunda y ensucia las calles.