De campo de golf a «Corazón Verde» de los vecinos de Chamberí
¡Más zonas verdes para Chamberí! Esta es una de las reclamaciones históricas más repetidas en un céntrico distrito madrileño que, después de décadas de estancamiento, parece atisbar una oportunidad de cambiar la situación y convertir en realidad el «sueño» de crear un «Corazón Verde» en el barrio. La esperanza llegó el pasado 5 de diciembre con la aprobación municipal de la demolición del campo de golf existente sobre el Canal de Isabel II. Gracias a esto, tras una reforma integral, este terreno será convertido en una zona verde y un espacio deportivo gratuito para los vecinos.
El desmantelamiento de las instalaciones de golf ubicadas sobre el tercer depósito del Canal, en la avenida de Filipinas, supone una gran victoria para las asociaciones de vecinos que encabezaron la lucha para dotar de espacios verdes a un barrio que siempre ha contado con este déficit.
La sentencia que anulaba el Plan Especial con el que la Comunidad de Madrid había tratado de dar cobertura legal a este campo de golf, se conoció en septiembre de 2016, años después de que la asociación «Parque Sí en Chamberí» abriese un procedimiento judicial en 2013. Con esta decisión, el Canal fue obligado a reconvertir estas instalaciones en lo que se había prometido en sus inicios: un parque en el corazón del distrito. Para ello, tal y como informan esta asociación de vecinos junto a «Corazón verde», la empresa municipal de aguas ha recurrido a una comunicación constante. Según estas, el objetivo era impulsar «un proceso participativo abierto para establecer las líneas básicas de la propuesta de reconversión».
Las obras de demolición comenzarán después de Navidad, durarán cuatro meses y tendrán un coste de 312.497 euros. Con el fin de estas, las instalaciones de golf darán paso a cerca de 50.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas y pistas deportivas. Según las asociaciones de vecinos, los campos de fútbol y pádel, la pista de atletismo y el resto de zonas verdes del depósito se integrarán en el diseño final. Por su parte, el restaurante, que se vio afectado por la sentencia, será reconvertido en un pabellón deportivo multiusos siguiendo con una de las premisas presentes en la negociación de los vecinos con la empresa del Canal. A pesar de esto y de que está previsto el desmantelamiento de gran parte de las construcciones, la empresa del Canal tendrá que ultimar el proyecto para proceder a la reconversión definitiva del terreno, por lo que podría tardar alrededor de dos años en finalizarse.
Un enorme parque en el centro
Chamberí, sin contar con ningún espacio verde de gran extensión, es el territorio de la capital con menos zonas de estas características. Además, como aseguran fuentes municipales, también cuenta con el dudoso honor de ser, desde hace 13 años, «el único barrio que no disponía de ninguna pista deportiva de uso libre». Debido a esto, las reclamaciones vecinales no se limitan a la reconversión de este terreno y buscan abarcar un «sueño» mucho más grande: la actuación en el llamado «Corazón Verde» de Chamberí.
Los tres primeros depósitos del Canal, junto a otros grandes equipamientos que han ido cayendo en desuso, son edificios que pueden ser reutilizados para usos públicos. Esto es lo que las asociaciones de vecinos denominan como el «Corazón Verde» del distrito. Otros terrenos incluidos en esta clasificación junto a la zona del Estadio Vallehermoso y del Canal de Isabel II, son las parcelas del Parque Móvil del Estado y las Cocheras Históricas de Metro en Cuatro Caminos.
Para «Parque Sí en Chamberí», estos inmuebles conforman «un conjunto con enorme potencial para obtener zonas verdes de calidad, con espacios para el deporte de base y otras dotaciones públicas al servicio de los vecinos y muy necesarias en toda esta parte de Madrid». Además, esta asociación también apuesta por «un adecuado tratamiento de las calles intermedias» basado en la reducción del espacio de circulación rodada y la ampliación del espacio peatonal. Para la organización del distrito, estas medidas «podrían dar lugar a una continuidad de zonas verdes funcionando como un gran parque al servicio inmediato de los vecinos», con capacidad incluso de funcionar como «un parque urbano para toda el área central de la capital».
Con esta intención de ampliar las zonas ajardinadas, Canal de Isabel II y la Junta de Distrito de Chamberí están manteniendo una colaboración constante en los últimos dos años, para actuar en los jardines que rodean el Depósito 2 y el depósito elevado de Santa Engracia. Con el objetivo en mente por parte del Ayuntamiento, para su estudio el próximo año, de acometer una posible reforma de este terreno en su confluencia con la calle Bravo Murillo. Gracias a esto, se busca dotar a esta vía de una mayor zona verde a través de la ampliación de aceras, medida muy recurrente durante el Gobierno municipal de Carmena.
Otro emblema perteneciente al «Corazón Verde» en el que se ha intentado actuar es el Parque Móvil del Estado. Fuentes municipales reconocen que el Consistorio intentó adquirir el inmueble, pero el Gobierno central (a quién pertenece el terreno) rechazó la venta. Sin embargo, dentro del conjunto del Parque Móvil, sí se ha conseguido la cesión por parte de Patrimonio del Estado al Ayuntamiento del antiguo pabellón deportivo abandonado desde 2014, que está siendo demolido debido a la imposibilidad de darle un uso funcional como equipamiento.
Posteriormente a esta operación, y a falta del proyecto definitivo, se espera dotar a Chamberí en esta ubicación con nuevos equipamientos como una piscina cubierta y una pista polideportiva de 20×40, por lo que no se utilizará el espacio para zonas verdes. «Ahora mismo, en todo el centro, hay una carencia importante de pistas deportivas donde se puedan hacer competiciones por lo que este equipamiento será positivo para el distrito», resaltan representantes del Gobierno de Carmena.
Dónde sí está en marcha una operación que dotará al barrio de una pista deportiva de uso libre es en el parque Enrique Herreros. Aquí, fuentes municipales anuncian que, en estas fechas, se inaugurará el equipamiento que pondrá punto y final a los 13 años del barrio sin ninguna instalación de este tipo.
«Cuando quiero jugar al baloncesto con mis amigos tengo que coger el metro e irme lejos», explica José Nieto, vecino de los alrededores desde hace casi un lustro. El deportista califica como «vital» que ,«de una manera o de otra», se dote al barrio de espacios para la práctica gratuita de deportes ya que «es una pena que haya jóvenes que no hagan ningún ejercicio por no tener dónde hacerlo». De la misma opinión es Teresa Domínguez que, mientras pasea por los alrededores del Canal, afirma que le gustaría «poder variar la ruta» e ir caminando a otros parques que le sirvan para «escaparse de la ciudad».
Las asociaciones de vecinos consideran que los beneficios obtenidos con la creación de espacios verdes en Chamberí suponen una mejora de los niveles de contaminación y en la reducción del fenómeno conocido como «isla de calor», producto de la elevada temperatura concentrado en el asfalto. «Todo lo que sea aumentar los espacios verdes y los terrenos sin pavimentar, son fundamentales para Madrid», destacan los responsables.
Una obra ilegal
El origen de esta controversia se encuentra en la creación de este campo de golf ilegal inaugurado en 2007 por Esperanza Aguirre. Las asociaciones vecinales implicadas recuerdan que la promesa realizada por la Comunidad buscaba erradicar la escasez de zonas verdes y de espacios deportivos «dividiendo la superficie que se iba a abrir al público del depósito tercero al 50% entre jardines y espacio deportivo». Según estas, el plan «no resultaba razonable» ya que las zonas deportivas fueron explotadas económicamente por empresas privadas de manera que «únicamente el 35%» eran de acceso y uso libre. La conclusión es que la Comunidad falló a su promesa y solo el 24% de las nuevas superficies abiertas se destinaron a zonas ajardinadas. Por culpa de esto, «los vecinos llevan diez años paseando alrededor de un espacio vacío en el que sólo podían tocar las pelotas golf que llegaban desde la plataformas de lanzamiento», explican las asociaciones.
El coste de las obras que supusieron el levantamiento del campo de golf fue cifrado en 60 millones de euros por las asociaciones de vecinos y aseguran que, la estimación del gasto que supondrá la demolición y remodelación, rondará los ocho millones de euros.
Los motivos que llevaron al Gobierno autonómico a la realización de este proyecto ilegal han vuelto a ser temas de actualidad a raíz de la Operación Lezo. Esta investigación judicial que salpica a figuras del Partido Popular, como Ignacio González y Esperanza Aguirre, entre otros, ha provocado que salgan a la luz los engaños y las corrupciones con las que algunos políticos se han lucrado al margen de la ley y que, según las asociaciones vecinales, «fueron la verdadera causa de la creación de estas instalaciones».
La respuesta a la construcción del campo de golf fue uno de los mayores movimientos vecinales de Chamberí. A raíz de la modificación sin aviso del proyecto y la realización de la obra ilegal, se originó un proceso liderado por las asociaciones de vecinos «Parque Sí» que, junto con «el Organillo» y «Corazón Verde», les ha permitido discutir con la empresa del Canal las líneas básicas de reconversión de un terreno que podría convertirse en un nuevo pulmón de la capital.