«Vida», la exposición «descartada» de Gervasio Sánchez
Autores: María Alcaraz Mayor y Mario López
Relatos que no cabían. Destrucción, mutilaciones y almas demasiado jóvenes que no conocieron niñez alguna. Sonrisas y miradas de júbilo e inocencia. Relatos mudos descubiertos por una cámara. Instantes que nacen y se plasman en milésimas de segundos. Sentimientos y esencia humana, esto es vida.
«Vida» nace de una proposición. Gerardo Mosquera, comisario artístico cubano, se interesó por el trabajo de Gervasio Sánchez. «En tus fotos hay mucha vida», le dijo. El periodista le mostró infinidad de imágenes de múltiples proyectos que en su momento no llegaron a ver la luz. Angola, Liberia o Sarajevo son algunos de los lugares recogidos por la cámara de Sánchez. Sin embargo, Mosquera se interesó más por lo que aquellos papeles fotográficos mostraban, las personas.
Escuchar las historias que esconden las fotografías de la voz del hombre que las tomó varios años atrás es un lujo, y un reducido grupo de personas disfrutaron, al cierre de la primera jornada del Congreso de Periodismo digital de Huesca, de una visita muy especial por la exposición inaugurada recientemente en la ciudad oscense de la mano del propio Sánchez.
«Un niño había perdido la pierna por una mina con nueve años. Iba andando con él, se paró y me dijo: ¿ves lo que hay allí? A 15 metros vi unos huesos. Le pregunté si eran de un animal y me contesto que no, que eran los restos de su padre fallecido. El hombre entró en el terreno, pisó una mina, saltó por los aires y quedó malherido», relataba el fotoperiodista frente a una de sus obras, en la que se veía retratado al protagonista de la historia que narraba. «Nadie se atrevió a entrar para rescatarle y finalmente murió. El chico estaba esperando a que limpiaran la zona de minas para recoger a su padre y poder enterrarlo. Me quedé sin palabras», continuaba.
Apabullante belleza
No existe temática ni cronología. El único punto común de las imágenes son las consecuencias de la guerra. «Las confrontaciones no finalizan cuando internet lo dice, acaban cuando las personas superan las secuelas», afirma Sánchez. Asimismo es curioso que, en el recorrido, únicamente se muestre un cadáver. Se trata de una fotografía tomada en Sarajevo en la que yace un hombre. A su lado, otro individuo fuma un cigarrillo con total tranquilidad e indiferencia.
Las imágenes reflejan conflictos armados y, sin renunciar a plasmar situaciones tan crudas que se hacen casi inconcebibles, cuentan con una apabullante belleza que no permite separar los ojos de la obra. Las fotografías, que alternan el uso del color y del blanco y negro, narran la vida de personas anónimas. «Dan ganas de volver a los sitios y saber qué ha sido de las vidas de las personas a las que he fotografiado», comenta Gervasio Sánchez.
El espacio, en el que las fotografías se abren hueco entre las ruinas de un edificio romano que se irguió siglos atrás, invita a los visitantes a mimetizarse con la obra del periodista y a conocer un matiz atroz de la vida desde una mirada excepcional. La exposición podrá visitarse hasta el día 20 de mayo en la Sala de Exposiciones de la Diputación de Huesca.