Escuelas de boxeo sin contacto: una opción para toda la familia

Hoy en día es difícil encontrar un gimnasio que no contemple el boxeo entre sus actividades. Este deporte olímpico comienza a librarse de la mala imagen que años atrás le ha acompañado para pasar a integrarse en la vida de todo tipo de personas. Las escuelas que apuestan por un boxeo sin contacto, adaptado a cualquier nivel, se fortalecen en Madrid. Mantenerse en forma y descargar adrenalina en un ambiente divertido es posible gracias a estos centros especializados, que rompen con los falsos mitos del mundo pugilístico.

Este método está orientado a sudar y quemar calorías, a través de un entrenamiento de una hora en el que se activan diferentes partes del cuerpo como brazos, abdomen o glúteos. Se realiza un calentamiento con comba y sombra —repaso de los movimientos de boxeo frente a un espejo— y se conjuga técnica con preparación física, pero sin recibir ni dar golpes.

Uno de las iniciativas pioneras es Morales Box, la primera Boxing Boutique de España que abrió sus puertas en septiembre de 2016. Situada en el madrileño distrito de Chamartín, lo primero que sorprende es el agradable aroma que se percibe al entrar. Es mediodía y el profesor imparte una sesión en la que los alumnos, hombres y mujeres, realizan ejercicios con los que trabajan todo el cuerpo. El ritmo no cesa, pero los clientes dan la impresión de disfrutar al máximo con los guantes puestos y la cooperación con el compañero.

Juanpe acude a Morales Box tres veces por semana. Comenzó a practicar hace 20 años, pero sus ojos transmiten la ilusión propia de quien acaba de iniciarse. «Es un entrenamiento muy completo y, a su vez, muy tranquilo. No es agresivo. Es una manera de desconectar», explica con una sonrisa. «Para mí esta escuela es como una familia. La experiencia es positiva no, lo siguiente», concluye el usuario.

BOXEO PARA TODOS

El socio fundador de la marca es Cristian Morales (Madrid, 1985), doble Campeón de España del peso ligero y Campeón del Mundo Hispano, que se embarcó en el ámbito empresarial con el deseo de enseñar a sus clientes los aprendizajes que él adquirió a lo largo de su trayectoria. «La mayoría de los valores que puedo tener ahora mismo los he incrementado gracias al boxeo: la constancia, la dedicación, el sacrificio, la humildad. Es uno de los deportes que más te ponen en tu sitio. Te enseña valores de vida muy importantes», sostiene Morales.

El madrileño fue convocado con la Selección Española muy joven, con tan solo cuatro peleas a sus espaldas. Tras una etapa en Reino Unido, donde se marchó con 17 años para seguir mejorando, regresó a España. «La situación del boxeo en este país no es nada favorable al deportista. Vas avanzando, consiguiendo objetivos y ves que, económicamente, no te da para vivir como debería hacerlo un deportista profesional que ya va logrando unas metas», lamenta Morales que, sin embargo, prefiere quedarse con lo bueno y convertir las dificultades en oportunidades. «He aprendido un montón de cosas, me encanta el boxeo y relacionarme con las personas. ¿Por qué no crear una escuela en la que poder mezclar el ocio con una rentabilidad que te dé para vivir?», subraya el expúgil.

El éxito de su modelo de negocio hizo que un año después de la inauguración del primer local, Morales se lanzara a la apertura de una segunda sede en el barrio de Chamberí (Madrid). El fundador de la firma detalla que su perfil de usuarios es muy variado: «Vienen ejecutivos, gente de la banca, abogados, autónomos, estudiantes… También mucho público femenino. Nosotros, como centro, somos pioneros en el boxeo en familia. Tenemos niños a partir de seis años que vienen con sus hermanos y con sus papis».

De lunes a viernes, el gimnasio organiza clases de boxeo infantil de una hora de duración. «Los niños, que son esponjas, poco a poco se van viendo más fuertes, con confianza y eso se refleja en su cotidianidad. Nos lo dicen las madres, que los niños desde que hacen boxeo se encuentran mejor, duermen mejor… También tenemos algunos chicos con hiperactividad, a los que les ayuda mucho en su día a día», asegura Cristian Morales.

FALSOS MITOS

El Barrio del Pilar, en Madrid, ha sido uno de los que se han sumado a la moda pugilística. En enero de 2018 comenzaba a funcionar Brooklyn Fitboxing, ubicado en la Avenida Monforte de Lemos, 164. Su propuesta combina boxeo sobre sacos con artes marciales. «Son sesiones de 47 minutos con un entrenador profesional. Siempre trabajamos al ritmo de la música, con lo cual es mucho más dinámico y entretenido», señala Raquel Gutiérrez, empleada de la franquicia.

El pasado mes de octubre, el número 119 de la misma vía daba la bienvenida a Gobox, una escuela especializada en boxeo sin contacto. Su horario de apertura de lunes a viernes, desde las ocho de la mañana hasta las diez y media de la noche, es en sí mismo una declaración de intenciones: dar facilidades a los alumnos y adaptarse a sus necesidades. El dueño de Gobox, Andrés De Manuel López, afirma que «las clases son súper heterogéneas, es decir, aquí puede venir cualquier persona, independientemente de su edad o sexo y aunque no haya practicado nunca. Nuestro cliente más mayor tiene 73 años y es súper bueno». De Manuel López, que también es profesor de la escuela, defiende que cuando una persona nunca ha hecho boxeo le cuesta creer la cantidad de valores que aporta. «Yo siempre lo digo: cambia vidas».

Las figuras más conocidas de este deporte en España han sido sobre todo masculinas. Los éxitos de Pedro Carrasco, Perico Fernández o Javier Castillejo alcanzaron una gran visibilidad y contribuyeron a la difusión del pugilismo en nuestro país. Los combates femeninos, sin embargo, siempre han quedado relegados a un segundo plano. Por eso, el boxeo ha estado más asociado a los hombres. Este es, precisamente, uno de los aspectos que las nuevas escuelas de este deporte pretenden transformar.

En Gobox, por ejemplo, hay mayoría de mujeres entre el alumnado, tal como destaca el dueño del centro. «Muchas personas tienen el prejuicio de: “Voy a acabar con un ojo morado, la nariz rota, van a ser todo chicos, los vestuarios huelen mal, etc”. Es un mito. Intentamos cambiar un poco ese concepto», dice Andrés De Manuel López, responsable del local.

Adriana Ruiz tiene 25 años, es opositora y acude a esta escuela dos o tres veces por semana. Jamás imaginó que el deporte que tanto recelo le generaba acabaría convirtiéndose en su mejor aliado. «Nunca pensé que yo practicaría boxeo. Era como: “No, eso es de brutos”. Yo tenía todos los tópicos que hay», reconoce la joven, al tiempo que recuerda cómo al principio le daba miedo apuntarse. Sus dudas iniciales se disiparon rápido: «Probé la primera clase y me enganchó. Llevaba dos años, desde que oposito, intentando salir a correr, ir al gimnasio y no me atraía. Con el boxeo tengo la necesidad de venir». Su pasión por este deporte es absoluta: «Para mí es compañerismo total. Se crea un ambiente espectacular y siempre aprendes algo nuevo. Es increíble», cuenta Ruiz entusiasmada.

BENEFICIO FÍSICO Y MENTAL

Son muchos los factores que influyen en la popularización del boxeo más allá del ring y la competición. El profesor de Gobox sostiene que «está habiendo un renacer. Es un ejercicio cardiovascular muy bueno, te pones en forma, te deja un cuerpo bonito. La gente, ahora que está obsesionada con el fitness, se da cuenta de que da grandes resultados a nivel físico y mental. Desconectas un montón y liberas muchísimo estrés»

Carlos Rey, CEO cofundador de UPAD Psicología y Coaching, indica que «es un deporte en el que se toman decisiones en tiempo real, si tienes delante un oponente debes leer sus movimientos, saber en qué momento es conveniente tomar una determinación. Sirve para mejorar diferentes variables psicológicas. Una de las más importantes es la concentración». Las escuelas de boxeo sin contacto suelen ofertar clases colectivas, en las que los alumnos interactúan con su pareja. «Hay un clima de motivación bastante importante por hacer algo así en grupo. Al final eso favorece la adherencia a la actividad física», apunta el psicólogo deportivo.

El auge del boxeo como ejercicio cotidiano coincide con su crecimiento profesional. En 2013, el número de licencias federadas en España era de 3.008, un 93,5% masculinas y un 6,5% femeninas. En 2017, la cifra ascendía hasta las 10.108 licencias federadas (un 79,6% correspondían a hombres y un 20,4% a mujeres), según datos de la Estadística de Deporte Federado 2017, elaborada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Por comunidades autónomas, Madrid es la que registra el dato más alto, con un total de 2.772 licencias federadas en 2017.

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