Luis Montes, polémico anestesista, homenajeado dando nombre a una glorieta de Madrid
El que fue médico y presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), Luis Montes, fue homenajeado el viernes nueve de enero en el distrito de Moncloa-Aravaca. El motivo fue la inauguración de la placa que dará nombre a la glorieta que se encuentra en la intersección entre las calles de Antonio Machado, César Manrique y Valle de Mena.
Luis Montes es recordado por luchar por la despenalización de la eutanasia y por una muerte digna pese a que estuviese en el foco de las críticas por la mala praxis de la que se acusó entre 2003 y 2005. Aún así, algunos vecinos de la zona opinan que «se lo merece después de haber estado sometido a varios procesos judiciales, además de que luchaba por evitar el sufrimiento de la gente»; otros, en cambio, tenían una actitud más crítica: «no hay claridad de que fuesen eticamente correctas las decisiones que tomó. Por lo tanto, al seguir esa duda aún en el aire, no le habría dado su nombre a la glorieta».
La Junta Municipal convocó un acto en el que consiguió congregar a más de cien personas, presidido por la concejala del Ayuntamiento de Madrid y presidenta de Moncloa-Aravaca, Montserrat Galcerán, el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, y familiares de Luis Montes. Barbero ensalzó su labor de luchar por una vida en la que no tenga cabida un «sufrimiento evitable».
El nombramiento de la glorieta fue aprobada por Ahora Madrid y PSOE en el Pleno de Cibeles celebrado en el pasado mes de abril, imponiéndose al PP que votó en contra y a Ciudadanos, que se abstuvo.
Luis Montes estuvo inmerso en el Caso Leganés por aplicar sedaciones irregulares en el Hospital Severo Ochoa en 2005. Este proceso terminó ratificado y dado por concluido por la Audiencia Provincial de Madrid por falta de pruebas. Una de las firmantes fue la actual alcaldesa de Madrid: Manuela Carmena. Once años después, la entonces abogada se reafirma en su decisión y homenajea a Luis Montes en el barrio en el que vivió y luchó por una vida digna.
El Caso Leganés que puso en duda su trayectoria
El salmantino Luis Montes murió el pasado abril de 2018 por un infarto. Fue coordinador y anestesista en el Hospital Severo Ochoa, en Leganés. Siempre se declaró como un acérrimo defensor de la sanidad pública, luchando por los derechos de los ciudadanos para que no tengan que vivir una vida de dolor.
Montes ha vivido rodeado de polémica desde 2005 cuando se empezaron a suceder una serie de denuncias y de procesos judiciales que le perseguiría durante los años venideros. El germen de todo esto tuvo lugar cuando Miguel Ángel López y él fueron investigados por Manuel Lamela por dos denuncias anónimas en las que se les acusaba de sedaciones en dosis elevadas a enfermos terminales.
En dichas denuncias se le atribuye a Luis Montes más de 400 sedaciones realizadas de forma irregular. Además, también se le acusa de haber sometido a «pacientes dementes, disminuidos psíquicos o cualquier paciente que tenga alterada la conciencia por un proceso patológico agudo».
El diario ABC recogió el 26 de abril de 2005 un caso de «homicidio imprudente» en el que no se aclararon las circunstancias en las que falleció un paciente ingresado en septiembre de 2003. La familia de un enfermo, aquejado de cáncer, señaló que «no dio consentimiento nunca para ser sedado, ni tuvo conocimiento del tratamiento». El artículo termina diciendo que, según los informes médicos analizados, la sedación fue administrada, retirada y vuelta a administrar dependiendo del criterio del sanitario que le atendía en cada momento. El paciente falleció un día después de ingresar en urgencias.
Finalmente, la Audiencia Provincial de Madrid sobreseyó el caso en 2008 por falta de pruebas y, en 2009, Montes encabezó la asociación Derecho a Morir Dignamente para luchar por la legalización de la eutanasia y el acceso a cuidados paliativos.