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La eutanasia a debate: ¿Homicidio o derechos humanos?

Txema Lorente, Maribel Tellaetxe y David Lorente. Fotos: M. Lozano
Txema Lorente, Maribel Tellaetxe y David Lorente. Fotos: M. Lozano

Autores: María Lozano y Mario Espejo

Maribel Tellaetxe (Barakaldo, 1943 – Portugalete, 2019) quería que la mataran. Fue diagnosticada de Alzhéimer en 2006. Ese mismo año, cuando todavía contaba con todas sus facultades, confesó a su marido (Txema Lorente) y a sus tres hijos que no quería seguir viviendo si la enfermedad le hacía perder la cabeza. «Mi ama se murió hace un año. Es un cuerpo y una mente que sufren», relataba su hijo David Lorente antes de su muerte. Ahora toda la familia se encuentra en una lucha constante para conseguir que se legalice la eutanasia. Su postura choca con la de Rosa Arregui, directora de Adevida, una asociación en defensa de la vida humana y que defiende el desarrollo de la misma «hasta su extinción natural». 

En algunos países europeos como Bélgica, Luxemburgo y Holanda ya es legal practicar el suicidio asistido. En España, ayudar a morir a alguien que no quiere vivir está castigado con penas de dos a diez años de cárcel. A pesar de las propuestas de diferentes partidos políticos como PSOE o Unidos Podemos, que presentaron una Proposición de Ley (PdLpara despenalizarla, la cuestión se encuentra todavía en un debate constante. El pasado 2 de julio de 2018 el Grupo Parlamentario Socialista llevó al Congreso de los Diputados otra PdL para regular la eutanasia. Tras el bloqueo de la Mesa de la Cámara y la convocatoria de elecciones, no verá la luz. Esto supone que las personas con enfermedades terminales como la de Maribel tengan que esperar mientras sufren hasta la llegada de su muerte natural.  

Estas entrevistas fueron realizadas el pasado mes de febrero, cuando Maribel Tellaetxe seguía con vida. Falleció el pasado 6 de marzo en plena lucha para despenalizar la eutanasia y su familia continúa intentando legalizar esta práctica. 

Pregunta: ¿Qué haría usted si estuviera en el lugar de Maribel y su familia? 

Rosa Arregui: Por mis creencias y opiniones preferiría esperar a que ocurriera lo que tuviera que ocurrir. No cabe duda de que haría que mis seres queridos tuvieran todo el apoyo necesario. Afortunadamente hay asociaciones que pueden ayudar a llevarlo mejor y a comprenderlo. Pero, aunque yo no me acordara de quien soy, eso no me quitaría las ganas de vivir. 

Rosa Arregui, directora de Adevida
Rosa Arregui, directora de Adevida

P: ¿Qué es para usted la muerte digna? 

R. A.: La muerte digna es la que ocurre cuando tiene que ocurrir y procurando que la persona no se sienta sola, sin miedo y sin dolor. Pero no creo que equivalga a provocarle la muerte.  

P: ¿Y para ustedes? 

David Lorente: No es un término universal. Debe ser cada uno quien decida en qué condiciones quiere vivir y en cuáles no. No puedo imponer yo a terceras personas lo que para mí es digno o indigno. Si te toca una enfermedad degenerativa en la que tu vida se ha convertido en solo sufrir, yo prefiero que me faciliten un fármaco y tomármelo. Y si he perdido la cabeza, como ya tengo firmado en mi documento de voluntades anticipadas que no quiero vivir en esas condiciones, que me lo proporcione quien diga la ley. 

P: ¿Maribel siente dolor? 

Txema Lorente: Tiene dolor físico, que se mitiga a base de fármacos y con cuidados paliativos. Pero sobre todo tiene dolor emocional y ese no hay quien lo controle. Sufre mucho por el dolor emocional y por el miedo. Siente miedo de todo.  

P: ¿Cree que los enfermos terminales tienen más miedo al dolor o a la muerte? 

R. A.: Una de las cosas que se pueden evitar es el dolor, pero eso no hace falta hacerlo con la eutanasia provocada. Se puede paliar con los medios terapéuticos que hay actualmente, inclusive una sedación para paliar el dolor y no para provocar la muerte. Creo que tienen miedo a morir, tienen miedo a sufrir y a ser una molestia o una carga para los familiares. Es una mezcla de todo. 

P: Y usted, ¿tiene más miedo al dolor o a la muerte? 

R. A.: Yo francamente no tengo miedo. Como médico creo que el dolor se puede tratar. Actualmente hay unos medios terapéuticos, pero para ello hay que apoyar esos tratamientos paliativos para que no se llegue a esas situaciones. Si se aprueba la eutanasia, no se van a apoyar estos cuidados. 

P: ¿Y ustedes? 

T. L.: Al dolor. Yo a la muerte no le tengo ningún miedo.

D. L.: Estamos hablando de una enfermedad irreversible, de una enfermedad terminal que ha llegado a un punto en el que ya solo hay sufrimiento. Mi ama ha pasado de poder disfrutar algo de la vida a sufrir.

Txema Lorente, Maribel Tellaetxe y David Lorente en su casa
Txema Lorente, Maribel Tellaetxe y David Lorente en su casa

P: ¿Son efectivos los cuidados paliativos? 

T. L.: Los cuidados paliativos funcionan bien, pero a nivel físico, a nivel emocional…. Aun así, es lo mejor que hay hoy en día. Sin embargo, hay muy poca gente que pueda acceder a ellos. No está instaurado en las comunidades. No hay estructuras ni personal preparado para ello. 

D. L.: Nosotros estamos a favor de que todo el mundo tenga derecho a cuidados paliativos, a la eutanasia, a rechazar el encarnizamiento terapéutico y a que cada uno elija libremente lo que él prefiere. Puedes decir que hasta un punto «x» quiero cuidados paliativos, pero a partir de aquí considero que mi vida es indigna y pido la eutanasia. Si todos tenemos derecho a elegir, cada uno pone el límite donde él considera que hay o no hay dignidad.

P: ¿Existe disparidad en la aplicación de los cuidados paliativos? 

R. A.: Sí. Existe una gran disparidad ya que no se potencia y no se fomentan ni se investigan lo suficiente. El dinero debería ir allí para que la gente que los necesite pueda acceder a ellos. No en todas las comunidades es posible. 

P: Adevida piensa en la vida desde que comienza, hasta que acaba. ¿Es comparable el aborto y la eutanasia? 

R. A.: Sí. Creemos que la persona es persona igual desde que se concibe hasta que muere. Tiene una dignidad como humano y unos derechos que son los mismos. No posee más valor una vida que otra. Menos aún podemos decidir nosotros qué vida tiene valor y cuál no. 

P: La vida que se trunca en el aborto es la del bebé, que evidentemente no tiene poder de decisión, mientras que, si la eutanasia la pide una persona adulta, existe una diferencia.  

R. A.: Bueno, es verdad que el no nacido no tiene ese poder de decisión, pero tampoco está claro que la persona que pide la eutanasia lo tenga, porque está condicionada por muchas cosas y no es tan libre. Por lo que no lo atribuyo a la libertad de la persona.

P: ¿Qué opinan ustedes? 

D. L.: No tiene nada que ver. Un aborto se le practica a un ser que está en un vientre y que no sabemos lo que razona ni lo que no. Ahora estamos hablando de gente adulta que lo ha decidido libremente. Son dos temas muy distintos.

Rosa Arregui, directora de Adevida
Rosa Arregui, directora de Adevida

P: Conocerá el Proyecto de Ley del PSOE, ¿tiene una valoración al respecto? 

R. A.: Cargar sobre el médico la decisión de quién tiene que vivir y quién no me parece que es totalmente injusto. Además, los médicos en el juramento hipocrático lo que juramos es defender la vida y que esa vida sea lo más sana posible. No creo que cargarlo sobre el médico le dé más legalidad.  

P: ¿Piensan lo mismo? 

D. L.: A mi juicio la ley propuesta por el PSOE se queda corta. La derogación del artículo sería casuística, es decir, se establecen unos límites en los que los ciudadanos se pueden acoger a su derecho de anticipar su muerte, pero yo no le pondría límites. Sí control para garantizar los derechos de las personas, que no se cometan abusos… Aun así, estamos a favor del desbloqueo y de que esa ley se lleve a trámite porque salvaría a miles de enfermos que están sufriendo y cuya voluntad es como la de nuestra ama.

P: ¿Qué hay de la Proposición de Ley de Muerte Digna que presentó Ciudadanos? 

D. L.: Lo que esa ley promueve es que en el Estado español todo el mundo tenga acceso a todos los cuidados paliativos. La apoyamos totalmente. Con lo que no estamos de acuerdo es con el nombre que le han puesto. La llaman «Ley de Muerte Digna» y para nosotros eso pasa por tener acceso a las tres cosas: rechazar el encarnizamiento terapéutico, acceso a los cuidados paliativos y a la eutanasia y el suicidio asistido. Solo entonces todo el mundo sería libre para decidir.

P: ¿Usted está a favor? 

R. A.: No. Deja la puerta abierta para la eutanasia y el peligro es que en cuanto esto ocurre, se cuelan un montón de casos que no son cuidados paliativos. El año pasado hubo un congreso en el que se presentaron estas leyes. Vino mucha gente de países en los que está legalizada la eutanasia como Argentina, Holanda, Inglaterra. Los especialistas que vinieron dijeron que los holandeses se van a vivir a Alemania porque piensan que si se ponen malos no los van a atender, sino que los van a matar. En este momento entran a debate temas económicos como no querer gastar recursos en el tratamiento de enfermos terminalesNo digo que esté a favor del encarnizamiento terapéutico, pero sí de que se atienda a las personas en lo que necesiten.  

P: Según el CIS un 86% de los españoles está a favor de la eutanasia. ¿Porque cree que no hay una ley que lo permita? 

R. A.: Creo que las encuestas no están bien hechas. Depende de cómo hagas la pregunta.  Si te ponen en un caso extremo puedes decir que sí. Pero las encuestas, después de lo que ha ocurrido con Trump o el brexit, no tienen mucha credibilidad. Ese consenso que pretenden tener no es real.

P: ¿No hay una mayoría de españoles que quieren legalizar la eutanasia? 

D. L.: Sí. La mayoría parlamentaria también está a favor, pero en la presidencia tienen el poder Ciudadanos y el Partido Popular. Allí tienen potestad para bloquear una ley y mientras está bloqueada no se puede tramitar. Ellos están imponiendo a la mayoría de la sociedad e, incluso, a sus propios votantes. Según una encuesta de Metroscopia del año 2017 hasta los católicos practicantes prefieren, en su mayoría, legalizar la eutanasia.  

P: En 2017 un paciente de ELA se suicidó con Nembutal (un fármaco que adquirió a través de Internet) después de protestar frente al Congreso mientras Podemos presentaba su propuesta de Ley de Eutanasia. ¿Han pensado en esa opción o todavía confían en poder hacerlo de manera legal? 

D. L.: Nosotros hicimos la promesa de cumplir la voluntad de Maribel. Nos planteamos la opción de saltarnos la ley para ello, pero también pedía que no pusiéramos en riesgo nuestra libertad para acabar con su agonía. Nuestra forma de ayudarla es no ponernos en riesgo de ir a la cárcel, a pesar de que lo hubiéramos hecho por salvarla de este sufrimiento. Consideramos que está siendo torturada por una ley que no respeta ni los derechos humanos ni las libertades individuales y que va contra la Constitución. Lo que podemos hacer es esto, luchar. 

P: Como médico, ¿qué opina usted?

R. A.: No me parece la solución. Tiene que haber un control, pero al igual que en todos los medicamentos. No creo que deban adquirirse a través de Internet, y menos por medio de la seguridad social.

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