Blue Monday, «el día más triste del año», visto desde la psicología
En 2005 el psicólogo británico Cliff Arnall intentaba descifrar cuál de los 365 días del año era el más desalentador. Arnall realizó un estudio en un centro de la Universidad de Cardiff, en el cual integró elementos como el clima, las deudas de Navidad, el sueldo de enero y la impotencia de las personas al no lograr cumplir sus metas del nuevo año. Dando como resultado que el tercer lunes de enero es el menos alentador para la generalidad.
En pleno 2020 — y cerca de iniciar una nueva década— aún existen dudas sobre la veracidad de esta tesis y el impacto que puede tener en la vida emocional de las personas. Para la psicóloga María Moreno «la tristeza, como cada una de las emociones, dependerá y variará según cada persona, sus circunstancias, su momento vital, su cultura, y muchísimos más factores»
Moreno también afirma que la situación económica y el estrés laboral son los principales motivos de depresión en España, debido a «la alta tasa de exigencia del sistema capitalista en el que nos encontramos,donde por lo general, fomenta la deshumanización de las personas, ya que estas son valoradas según su productividad».
— ¿Es realmente el «Blue Monday» el día más triste del año?
— No lo podemos saber con certeza, eso va a depender de la realidad de cada persona.
—¿Puede la conmemoración del «día más triste» inducir a episodios de depresión en las personas?
—No; entre los factores predisponentes para padecer un episodio depresivo se incluyen: factores genéticos, antecedentes personales de episodios depresivos, fármacos y consumo de drogas, factores sociodemográficos, características laborales, relaciones sociales, acontecimientos estresantes o traumáticos.
— ¿Es común que en España se sufra depresión por motivos económicos o estrés laboral?
—Sí. Los episodios depresivos reactivos a factores estresantes son muy frecuentes, así como los trastornos de ansiedad. Reciben el nombre de trastornos adaptativos, dadas sus características diferenciales respecto a los trastornos depresivos endógenos (que aparecen sin que haya un factor desencadenante externo).
Uno de los ejemplos más característicos de este tipo de trastorno sería el de la aparición de un episodio depresivo tras el fallecimiento de un ser querido. En el mundo en el que vivimos, el trabajo y el nivel socioeconómico influyen enormemente en la calidad de vida y, por ende, en nuestra salud mental.
—¿Cómo influye emocionalmente en las personas el tema del clima?
—En muchas personas que padecen trastornos afectivos (del estado de ánimo) recurrentes o crónicos se observa un patrón estacional respecto a las recaídas. Lo más frecuente en cuanto a episodios depresivos es que se produzcan en otoño-invierno. Respecto a los episodios maníacos, es en primavera-verano cuando las descompensaciones son más frecuentes.
El trastorno afectivo estacional es un tipo depresivo que se relaciona exclusivamente con los cambios estacionales, pues cada año comienza y finaliza prácticamente en las mismas épocas. Lo más frecuente es que los síntomas depresivos aparezcan en otoño y se mantengan a lo largo del invierno. Se ha observado una correlación entre la luz solar y este tipo de trastorno, de hecho, uno de sus tratamientos es la fototerapia (terapia lumínica).
—¿Qué se recomienda para enfrentar los bajones de estas fechas?
—Hay ciertos factores protectores para la depresión sobre los que podemos influir nosotros mismos. Hacer deporte, evitar el consumo de drogas, mantener una adecuada higiene del sueño, cuidar las relaciones familiares y de amistad, cultivar las aficiones y mantener una actitud positiva ante las adversidades son algunos de ellos.