Klaus: ¿Puede la película española de Sergio Pablos conseguir el Oscar?
Los Oscar son una cita extraña para el mundo de la animación. La mayoría de los años la nominación es una invitación a Los Ángeles para ver a la más reciente película de Disney coronarse, después de todo el estudio ha conseguido el premio 12 de las 17 veces que se ha entregado si contamos las victorias de Pixar. Sin embargo, el año pasado esto cambió. La victoria de «Spider-Man: Un nuevo universo» en 2019 y la ausencia de «Frozen 2» entre los nominados han abierto un camino para «Klaus». La película de Sergio Pablos, su primer trabajo como cabeza de SPA Studios, ocupa un lugar interesante entre los nominados. Es una de las dos películas en 2D en la lista, junto con «Perdí mi cuerpo», y además ha sido distribuida por Netflix.
Para Abraham López Guerrero, miembro de la academia de las artes y ciencias cinematográficas y director de la productora de la Escuela Superior de Dibujo Profesional de Madrid (ESDIP), es una renovación de la animación tradicional: «Es alucinante, tiene un aspecto visual muy moderno, casi en 3D sin perder la magia y la potencia del 2D».
Eduardo Navas, quien también trabaja en la productora del ESDIP también marca la importancia del proyecto: «»Klaus» cubre una necesidad que tenía la industria desde hace tiempo y era el de una película animada en 2D con una calidad al nivel de Hollywood». Para Navas es bueno que finalmente se ponga la lupa en la animación del país: «Aquí siempre se ha hecho buena animación y por fin gracias a este film la gente se está enterando en círculos fuera de la industria o los fans del medio».
Según Álvaro Morote, quien trabajó en el departamento de animación del filme, es una muestra del buen momento del medio en España. «Es un momento muy interesante en la animación del país, aunque no todos lo pueden aprovechar, los estudios pequeños siguen sufriendo para terminar sus proyectos», revela esperando que la proyección que ha tenido la cinta sirva para crear nuevas oportunidades. «En este país apenas se invierte en animación. Si no fuese por la inversión de otros países no estaríamos vivos».
Los críticos anglosajones también han premiado el trabajo de Pablos. Ashlie D. Stevens la ha descrito para la revista Salon como un «Nuevo clásico navideño», y Matt Zoller Seitz dijo en la página de Roger Ebert que se podía comparar con el trabajo «Tex Avery y Roal Dahl».
La campaña del Oscar
«Klaus» no está mal posicionada para conseguir el premio. En este momento la película cuenta con un 93% de aprobación en Rotten Tomatoes y su temporada de premios ya ha dado sus frutos. De momento ha conseguido triunfos en los Annie y en los Bafta, y fue nominada en los Goya. Sin embargo compite con Toy Story 4 de Pixar, Mr Link de Laika y el cierre de la trilogía Cómo entrenar a tu dragón de Dreamworks, todas ellas películas de estudios con mayor trayectoria que SPA y con más espacio para hacer campaña.
La única gran derrota para la cinta en esta carrera ha sido el Globo de Oro, al que no fue nominada. A pesar de todo, el cuerpo de votantes del premio de la prensa extranjera de Hollywood no coincide con el de la academia, por lo que no tiene que por qué marcar precedente.
«Lo de los premios es complicado. Son muchos factores que confluyen, pero sería válido que ganara», comenta López. La verdad es que «Klaus» consigue ser digerible y trascendente al mismo tiempo, su guion bien podría ser una película navideña lanzada por Disney con un par de cambios, pero su apartado visual se define por las eclécticas influencias de su director. «Es una película ‘mainstream’, fácil de entender, pero al mismo tiempo se acerca al cine de autor», sentencia.
Morote por su lado no se preocupa demasiado: «No me gusta dar un veredicto, todas las nominadas son de un gran nivel», pero repite que lo importante es la proyección que le da esta película a la industria.
De momento parece que las posibilidades de «Klaus» han venido aumentado, como lo destaca Navas: «Siento que sus posibilidades van aumentando y ciertamente puede que los Oscar nos den una sorpresa como con Spiderverse el año pasado». Sería toda una rareza que se rompa el monopolio Disney por segundo año consecutivo, y le permitiera a Netflix conseguir en animación lo que parece se le escapará en la categoría de Mejor Película. A pesar de todo no sabremos nada hasta el domingo.
Hija de Netflix
Cómo «El Irlandés» de Scorsese o «Roma» de Alfonso Cuarón, «Klaus» le debe su existencia a Netflix. El gigante del «streaming» fue quien puso los fondos para terminar el proyecto. No solo eso, sino que la campaña para el Premio de la Academia ha tenido mucho que ver con la empresa. Álvaro Morote considera que plataformas como esta pueden beneficiar a las cintas más pequeñas: «Es una forma muy cómoda y fácil para que el público vea las películas».
Sin embargo los Oscar no tienen una buena relación con las producciones de la plataforma. Su negativa a darles un estreno de duración tradicional en cines y la imposibilidad de negociar con las grandes cadenas han creado un choque con los académicos. Figuras como el propio Steven Spielberg mantienen que sus películas deberían ser considerados estrenos de televisión y Hollywood sigue protegiendo su modelo distribución.
Netflix permitió que la película se estrenara en algunos cines de Estados Unidos para poder competir en los premios. De no ser por eso no estaría en la carrera. Si llegase a triunfar, o si lo hiciera la francesa «Perdí mi cuerpo», la plataforma podría presentarse como uno de los distribuidores clave para el mundo de la animación, en particular la europea.
La consagración de Sergio Pablos
Más allá de lo que pase el domingo, Klaus anuncia la llegada de Sergio Pablos y su estudio: SPA a las grandes ligas del mundo de la animación. Sin embargo para el director y guionista es un premio a la constancia.
Pablos es un veterano de la industria que ha trabajado en clásicos de Disney como, «El Jorobado de Notre Dame», «Hércules» o «El Planeta del Tesoro». Es también la mente detrás de la creación de «Mi Villano Favorito», así que si te gustan los minions también tienes mucho que agradecerle.
«Klaus» representa la primera vez que trabaja sin restricciones creativas. El resultado es una reinvención de la animación en dos dimensiones que sin embargo puede digerirse como cine de masas. Es un talento más que llamativo, y es muy poco probable que esta sea la última vez que escuchemos su nombre.