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Amor animal en tiempos de covid

 

Dos gatos adoptados en su nuevo hogar (Foto: Cristina Maestre)

En España hay alrededor de 94 centros, de carácter público y privado, en los que conviven perros y gatos esperando a que alguien les adopte. La situación de pandemia global también ha afectado a los animales, las asociaciones protectoras y centros de acogida están notando un aumento de camadas de gatos debido al confinamiento y los centros veterinarios señalan que se ha producido incremento de visitas de los animales de compañía.

¿Qué debo hacer si me encuentro un perro o un gato por la calle?

A pesar de que es un dato desconocido por gran parte de la población, existe un protocolo que se debe seguir en caso de encontrar un animal que a primera vista parece que esté abandonado. En primer lugar se debe llamar a la Policía Municipal, o a la Policía Local en su defecto, que es la autoridad encargada de la recogida de estos animales. También existe la posibilidad de avisar a la Guardia Civil o al Ayuntamiento, si el animal está herido es conveniente llevarlo al veterinario más cercano, para que comprueben si tiene microchip. Si es un animal extraviado, que tiene microchip, se procederá a contactar con el dueño. Por el contrario, en caso de que sea un animal abandonado y tras verificar que no tiene microchip, la autoridad competente se encargará de que pase a ser miembro de un centro de acogida, una organización protectora de animales o un refugio, donde permanecerá hasta que una familia lo adopte.

Adoptar animales en tiempos de covid-19

En el caso de la Asociación para la Liberación y el Bienestar Animal, ALBA, en el periodo de tiempo que duró el confinamiento en España, de marzo a junio, la gente no pudo acudir al centro, y por tanto no hubo adopciones durante esos meses. Las entradas de animales que se produjeron en esa fecha fueron principalmente de personas que enfermaban de coronavirus y tenían que ser hospitalizadas. Esto provocó un gran aumento de animales en la asociación y se vieron obligados a pedir ayuda a voluntarios, socios y conocidos. «No paraban de entrar perros y gatos que no podían ser adoptados», explica Carolina, presidenta de ALBA.

Sin embargo, la protectora de animales Felinos 3C, situada en Tres Cantos, ha vivido una situación completamente distinta. Al trabajar únicamente de manera local tuvieron la posibilidad de seguir dando gatos en adopción durante el confinamiento.

Después del confinamiento las asociaciones protectoras, los centros de acogida y los refugios han notado un aumento en el número de adopciones. Hoy por hoy prima el teletrabajo en los hogares y las familias pueden estar más tiempo con sus mascotas. «Nos hemos vuelto más sensibles, aunque siempre habrá quien anda buscando el animal a la carta, de una determinada raza, tamaño, edad… estos meses hemos dado con gente muy buena que ha querido ayudar a los animales más necesitados», comenta Carolina, presidenta de ALBA. 

 

Fuente: Asociación Para la Liberación y Bienestar Animal (ALBA) y elaboración propia

Iniciativas solidarias

La organización protectora de animales El Refugio puso en marcha en agosto de 2019 el «Proyecto Edén», creado para dar una solución a la inquietud de algunas personas ante la incertidumbre que se les presentaba al pensar qué sería de sus perros por una cuestión de infraestructura actualmente no es posible realizarlo con gatosel día que ellos faltaran. De esta manera El Refugio brinda la oportunidad de buscar una familia de adopción para estos perros. En vista de cómo se han ido desencadenando los acontecimientos en España y a causa del devastador efecto de la pandemia, se han visto en la obligación de reinventar este «Proyecto Edén», creando dos nuevos programas. El primer programa recibe el nombre de «Solo en Casa», y va dirigido a perros y gatos de personas que enferman por covid-19 y tienen que ser hospitalizadas. La Unidad de Intervención Rápida de El Refugio se pone en marcha para rescatar de manera urgente a los animales que se han quedado solos. Posteriormente se encargan de encontrar un hogar de acogida temporal en el que se puedan quedar hasta que la persona ingresada sea dada de alta. El segundo proyecto, denominado «La Vida Sigue», tiene el propósito de buscar un nuevo techo a los perros y gatos cuyos dueños han fallecido.

Un perro disfrutando de su paseo (Foto: Andrea Muñoz)

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