El calor de una jornada navideña en el mercadillo de la Castellana
Nerea Chicote . Teresa Rodríguez
Miércoles, siete de la tarde, frente al Corte Inglés del Paseo de la Castellana. Luces, música y casetas iluminan los alrededores de la zona con el novedoso mercadillo navideño, situado en el parking exterior de los bajos de Orense (cerca del acceso del Cercanías de Nuevos Ministerios). Se inauguró el pasado 20 de noviembre y estará abierto al público hasta el 5 de enero de 12:00 a 21:00 horas.
En el acceso del mercadillo un coche de la policía municipal controla el entorno de los puestos. A pesar de estar a principios de diciembre, con la temperatura que eso conlleva, la gente se anima a dar una vuelta y visitar las casetas. Una pequeña cola de personas esperan en la entrada para acceder al mercadillo, junto a un vigilante de seguridad que controla el paso de estos, moderando el aforo para evitar aglomeraciones. Desde fuera, se pueden escuchar villancicos. Una amplia explanada llena de farolillos, casetas, mesas altas, bancos y calefactores decoran el mercado navideño.
Sergio, un niño de 9 años, junto con su hermana Lucía, de 5, sonríen al ver los puestos de turrones, panettones, roscones y bombones mientras que su madre, Cristina, se acerca a las casetas de regalos, manualidades y adornos para hacer las tradicionales compras navideñas. La gente hace cola y espera en la caseta del Diamante (bar típico de la capital por sus exquisitos bocadillos de calamares), así como en el puesto de Manolo Bakes, y en aquellos de hamburguesas y croquetas, entre otros.
Un trabajador del puesto de carne de Wagyu (proveedores del Corte Inglés) comenta que al principio el mercadillo empezó un poco flojo, «la gente desconocía su existencia» pero a partir del primer fin de semana todo empezó a ir sobre ruedas. «El evento, al ser al aire libre, facilita que la gente salga y se anime. Estamos muy contentos por la aceptación que está teniendo. Los visitantes no tienen problema en gastar cuando salen: no miran el dinero, solo quieren pasarlo bien», declara Juan, uno de sus compañeros.
Las pequeñas casetas, las luces y el entorno navideño, invitan a tomarte algo junto a las estufas que resguardan a los visitantes del frío. Gel hidroalcohólico en las mesas y personal encargado de limpiar el mobiliario como medida sanitaria ante el covid.
Dolores García, una residente de la zona, se muestra muy contenta de poder disfrutar de un chocolate con churros al aire libre y sin multitudes. David, nieto de Dolores, ayuda a su abuela a abrir una silla plegable que ha traído de su casa para poder sentarse cómodamente y disfrutar del ambiente navideño. Al otro lado del mercadillo, están colocadas las casetas de los tradicionales productos de esta época, donde se pueden encontrar velas, luces navideñas , flores, decoración para el árbol, muñecos de Navidad, figuras de belén…para llenar de luz y color los hogares.
La dependienta de una de las casetas de decoración navideña explica que, a causa de la gran afluencia de visitantes, la segunda semana de la apertura del mercadillo se tuvo que ampliar el espacio para poder aumentar el aforo. Por ello, El Corte Inglés ha añadido más casetas, un bonito árbol de Navidad y más puestos gastronómicos.
Junto a los puestos, está el Belén de 40 metros cuadrados, que la Asociación de Belenistas de Madrid ha instalado para la ocasión. El objetivo es recordar, un año más, el verdadero sentido de la Navidad.
Cristina y sus dos amigas, Irene y Lucía, comentan que no es habitual ver el lugar tan poco transitado ya que se pasaron un rato el sábado pasado y el mercadillo estaba lleno de gente.
La fachada del Corte Inglés se ilumina con un espectáculo visual y música de fondo, que inunda de alegría y magia a los visitantes. Los niños bailan al son de la música, las parejas se fotografían junto al árbol de Navidad y los jóvenes se toman unas cervezas mientras disfrutan del entorno en un espacio abierto y controlado, junto a sus seres queridos, rodeados de luces y acogidos por el sentimiento navideño.
¿Qué podemos encontrar?
El mercadillo está repleto de puestos de todas las categorías: gastronetas, decoración navideña e incluso puestos de los dulces navideños más típicos de esta época. Al encuentro han acudido negocios como Moskk (venta de mascarillas), DISNEY, Sylvanian Familles y Schleich. También, puedes encontrar casetas en las que conseguir diferentes decoraciones de navidad, velas, luces navideñas, flores, muñecos, figuras del belén, decoración para vestir el árbol de navidad y regalos para los más cercanos. En lo referido a la gastronomía se pueden encontrar los famosos Ferrero Rocher, los Manolo Bakes, Mahou, Lindt LINDOR, El Almendro, Roscón, The Cookie Lab, La Croqueta, El Brillante e Imanol.
Para concluir, el mercado también cuenta con un Nacimiento de 40 m2, instalado por la Asociación de Belenistas de Madrid, un taller de manualidades y un punto de información turística de carácter temporal al servicio de los visitantes.
Medidas frente al COVID-19
El mercado cuenta con todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los visitantes que acuden al encuentro:
-Aforo limitado a 500 personas que dada la gran superficie utilizada permite mantener la distancia de seguridad.
-Los visitantes están obligados a llevar la mascarilla, salvo cuando estén comiendo o bebiendo. En este caso se la pueden quitar, siempre y cuando respeten la distancia de seguridad con el resto de los visitantes.
-El mercado cuenta con vigilantes de seguridad en la entrada y en la salida del mercadillo, para contabilizar la gente que entra y sale. De esta manera, el aforo está continuamente controlado.
-El lugar cuenta con geles hidroalcohólicos en el acceso de entrada, de salida, en las mesas, en los puestos de comida y en todas las casetas de compras navideñas.
–Personal encargado de desinfectar las mesas entre cliente y cliente.
-Prohibido fumar.