La clave para abrir un negocio en plena pandemia: «Tener un buen colchón económico»
La pandemia ha supuesto un varapalo para muchos pequeños locales que han tenido que echar el cierre. Pero también hay emprendedores que se han atrevido a seguir adelante con los planes de apertura de sus propios negocios a pesar del Coronavirus.
El pasado mes de enero, Alberto decidía comenzar su andadura en el mundo de la hostelería abriendo Wakaya Poke & Healthy Bar, un restaurante de comida rápida saludable. El sitio que eligió para instalarse fue el Centro Comercial Ciudad de Tres Cantos. Al lado del restaurante está el cine, que ha cambiado su horario de manera temporal y ahora solo abre los viernes, sábados y domingos. «Entre semana la cosa está muy flojita por el tema de las restricciones en la hostelería. Se junta el miedo que tiene la gente con el poco tiempo, ya que con las medidas que tenemos actualmente la hora de la cena se adelanta», comenta Alberto, dueño del local.
Julio inauguró Cuerno de Alce el pasado 12 de noviembre, una floristería que parece sacada de un cuento de hadas. Decidió abrir en la «tercera fase», la zona más nueva. Ha tenido una buena acogida por parte de los vecinos, pero teme el recelo de la gente a la hora de acudir a comprar físicamente. «Yo he llegado a perder clientes, porque estaba atendiendo a alguien y cuando otro ha visto por el escaparate que había gente dentro se ha ido, y eso que el sitio es grande», asegura Julio.
En este sector, los comercios empiezan a florecer, cosa que agradecen Miguel y Julia, una pareja que se mudó hace poco más de dos semanas a este distrito. Piensan que es muy bueno que las nuevas aperturas llenen de vida el barrio, ya que actualmente hay poca oferta. «Si hubiera establecimientos alrededor, pasaríamos a comprar a todos y así evitaríamos tener que desplazarnos al supermercado favoreciendo a la vez el pequeño negocio», afirman.
Rocío García Alcántara, concejala de Desarrollo Económico y Empleo del Ayuntamiento, sostiene que «en la zona nueva están en construcción tres nuevos restaurantes, parece que no pero poco a poco hay más movimiento».
En el número 41 de la Avenida de Viñuelas abrió sus puertas en septiembre la segunda tienda de Toplove en la ciudad. Tras probar suerte durante un tiempo en Chamberí, aguantaron durante dos meses las dificultades que trajo el confinamiento. Aun así, no consiguieron levantarse y decidieron cerrar. «Entonces vimos este local de Tres Cantos que llevábamos siguiendo algunos años, hablamos con el propietario, le encajó la idea y aquí estamos», asegura Jorge, el encargado. «Nuestros clientes son vecinos o personas que vienen aquí a trabajar», recalca. Aparte de los 50 mil habitantes, en condiciones normales sin Covid-19, unas 40 mil personas van a trabajar todos los días al municipio.
A pocos metros de Toplove se encuentra KeSweet, una pastelería regentada por Keila. Hacía mucho tiempo que tenía la idea de abrir su propio negocio y después del confinamiento decidió seguir adelante. Su proyecto vio la luz el 31 de octubre. «No veo el porqué de no emprender en esta situación, te puede ir mal en esta circunstancia de pandemia y en condiciones normales», afirma Keila. Cree que los tricantinos están conociendo su pastelería, pero asegura que si el día de mañana tiene que cerrar no quiere decir que los vecinos no hayan apoyado su establecimiento «no se puede generalizar». Los comercios como el de Keila son los que dan vida a la ciudad, mucha gente aprecia el buen trato que recibe al sentarse en una terraza como la suya. El mayor problema al que se ha tenido que enfrentar esta joven emprendedora ha sido el no poder realizar talleres y cumpleaños en el espacio que tiene reservado para ello. «Cada vez que abro las plazas de inscripción se apunta gente de otros municipios y con los cierres perimetrales ha sido imposible realizarlos. Con el tema de la celebración de fiestas de cumple la gente está muy escéptica, cambian tantas veces las medidas que al final nadie se aclara», comenta. Tiene muy claro que para llevar a cabo la apertura de una tienda es «imprescindible contar con un buen colchón económico, porque seguro que hay imprevistos».
El centro de bronceado Sunrise ya tenía todo preparado para comenzar su actividad el pasado 14 de marzo. «Justo el día que salió el presidente del Gobierno a decretar el estado de alarma iba a hacer la inauguración. Ya había preparado unas empanadas y algo de beber para ponerlo en una mesa fuera del local y celebrarlo», manifiesta Javier, dueño de Sunrise. Pese a tener que echar el cierre durante el confinamiento y seguir pagando los gastos, en mayo pudo iniciar la actividad. «Hemos estado al 50-60% de lo que deberíamos estar ingresando, te creas un agujero que es muy difícil de tapar si no puedes trabajar al 100%», recalca.
Desde la Concejalía de Desarrollo Económico y Empleo de Tres Cantos se han puesto en marcha algunas promociones de campaña comercial para incentivar las compras en estos negocios. «Haz grande tu pequeño comercio», «Volveremos si tú vuelves» o «Regala navidad» son algunas de ellas. Rocío García ha comentado que en el mes de abril comenzará otra campaña en la que «se premiará la fidelidad del cliente en los establecimientos locales y hosteleros». En este momento están trabajando desde la concejalía para actualizar el catálogo empresarial de la ciudad y llevar un recuento de los comercios con los que cuenta el municipio.