Alpedrete, en pie de guerra por sus raíces
El municipio ultima los detalles de la inauguración del Museo de los Canteros
Si hay algo que caracteriza a Alpedrete son sus canteras y la piedra. «Ya su topónimo nos anuncia la enorme riqueza en este recurso natural de nuestro municipio, la piedra granítica”, señala Ana Rosa Piñeiro, Teniente de Alcalde y Concejal de Cultura del municipio. “Alpedrete es un pueblo cantero”, afirma Juan Rodríguez, alcalde del municipio. Llegando a sumar más ochenta, hoy apenas sobrevive una de ellas. La historia de este pueblo se remonta siglo atrás, aunque no tuviera la condición de municipio que consiguió el siglo pasado al ser considerado barrio de la vecina Collado Villalba. Subsistió de la ganadería y la agricultura durante años hasta que se descubrieron las canteras que rodeaban esta población.
Dada la importancia que tiene este oficio para el municipio, se ha llevado a cabo un proyecto para la puesta en marcha de un museo dedicado a la cantería. Este plan se pensó por varias corporaciones pero lo puso en marcha el actual gobierno liderado por Juan Rodríguez Fernández-Alfaro. El museo para Alpedrete es “un sueño cumplido” y un valor añadido para la localidad, según ha defendido Ana Rosa Piñeiro.
Donde antaño existían casi cien canteras, actualmente persiste un solo cantizal desafiando a las nuevas tecnologías y a la globalización. “Alpedrete es todo granito”, apunta Juan Rodríguez, algo que ha llegado a dificultar las prospecciones realizadas por el Canal de Isabel II. Estos cantales supusieron el motor económico del municipio durante varias décadas. La explotación y el trabajo de las mismas fue moldeando el Alpedrete de hoy en día. La piedra alpedreteña, conocida y amada por sus vecinos, ha sido clave en la ejecución de obras monumentales y todavía convive con elementos de gran valor medioambiental.
El museo, un edificio antiguamente dedicado a la administración en la Plaza de la Constitución, aunque pequeño, incluye todo tipo de instrumental utilizado por los antiguos canteros para la sustracción del granito en las canteras de los alrededores. Desde algo tan común como una pala hasta el cepillo utilizado para limpiar las herramientas. Todas las herramientas están expuestas a lo largo de todo el local y han sido donadas por particulares que han contribuido a este gran proyecto, tanto coleccionistas como antiguos canteros. Antiguas fotos e imágenes actuales decoran también las paredes que transportan al visitante hacia los cantizales alpedreteños. Estas particulares herramientas están acompañadas en todo momento de explicaciones que ayudan al visitante a terminar de conocer y entender la labor de los canteros.
La raíz y la historia de Alpedrete es la cantería; el granito que salía de estos pedregales y que posteriormente era distribuido por los pueblo de la comarca y más allá, se distribuía por la capital, la misma que hoy en día desconoce su existencia. La construcción de el Valle de los Caídos, el Antiguo Hotel París (hoy sede de Apple en Madrid), el Banco de España, el Palacio Real o las fuentes de Neptuno y Cibeles fue posible gracias al granito que se extraía en Alpedrete. Hoy día, pasear por Madrid y no encontrar piedra alpedreteña es difícil. La Vicealcaldesa también ha destacado el adoquinado de la capital, la Plaza de Toros de Ventas o el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y los Reales Sitios, construidos gracias a la piedra del municipio. La localidad de la Sierra de Guadarrama también tiene sus cimientos en el granito de las canteras alpedreteñas: los edificios clásicos como el ayuntamiento (de estilo herreriano) o su iglesia (fortificada). Y es que, a pesar de que son muchos los siglos que les separan, sus orígenes son el granito de las canteras de los alrededores.
“La profesión de la cantería se está dejando pero sigue siendo raíz de Alpedrete” – Juan Rodríguez, Alcalde de Alpedrete
Actualmente, únicamente queda en pie la Cantera de Javier Martín, que próximamente dejará de estar en funcionamiento, ya que su dueño se jubilará pronto y no hay nadie que siga con su legado. El oficio de la cantería es sacrificado. Trabajar el granito es complicado, pero «se compensa con la historia detrás de la construcción de edificios majestuosos, que han aguantado y siguen en pie gracias a esta sólida piedra», resalta Juan Rodríguez, regidor del municipio. La explotación de esta piedra también conllevaba un riesgo: el gas radón, que emana durante la extracción. A pesar de ello, vivir entre el granito no supone riesgo alguno para la salud. El alcalde no es optimista respecto al futuro de la cantería en Alpedrete, “se ha intentado buscar relevo pero al ser un oficio muy sacrificado es difícil que alguien quiera seguir con ello”.
El principal objetivo del proyecto cultural del municipio es que se conozca “un poco de historia de Alpedrete, que se sepa valorar, sobre todo la gente joven”, explica el alcalde. La pretensión principal del consistorio es la creación de un registro de la historia. El museo es el reflejo de como ha sido esta profesión hasta la actualidad ya que la maquinaria moderna ha sustituido el trabajo manual de los canteros.
Cabe subrayar que el abandono de la profesión de la cantería es debido principalmente a las nuevas tecnologías y a los métodos más modernos de tanto extracción, transporte así como la construcción. Es más fácil y barato explotar la cantería en Galicia que en Alpedrete como consecuencia de los elevados costes económicos. La piedra es también diferente. Actualmente es posible construir con ladrillo y forrarlo de piedra, abaratando los costes.
Actualmente las canteras de Alpedrete son humedales, zonas de biodiversidad y refugios para los animales, pero también bebederos para las vacas y lugares de gran interés turístico. El abandono de estos cantales ha desembocado en la creación de piscinas naturales en las que por ordenanza municipal está prohibido el baño debido a motivos de seguridad. Las nuevas técnicas de la industria moderna tales como cortar, labrar, pulir y tallar han eclipsado los métodos artesanales utilizados por los canteros de la sierra, provocando un paulatino abandono de la explotación de estos cantizales. A día de hoy, únicamente sobrevive una cantera, la cual mantiene viva esta artesanal e histórica tradición. En pocas palabras, esta vetusta riqueza industrial de Alpedrete se ha transformado en un patrimonio paisajístico característico del municipio.