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Cuando la derrota se vuelve rutina

Conocemos el día a día de la Peña Madridista 3000 Goles, caso único en el fútbol aficionado de la Comunidad de Madrid

Uno de los jugadores de ‘la Peña’ tras un gol del rival | M.V

Detrás de los grandes focos del fútbol de élite con equipos como el Real Madrid, el FC Barcelona o el Atlético de Madrid se encuentra una realidad muy lejana: el fútbol federado aficionado. La Comunidad de Madrid cuenta con 118.211 licencias federativas de fútbol, según datos del Ministerio de Cultura y Deportes (2020). En la actualidad la última categoría del fútbol regional madrileño es la Tercera de Aficionados, que se divide en 17 grupos. Ahí comienza nuestra historia, concretamente en el grupo VI de la zona sureste de Madrid y nuestro protagonista: la Peña Madridista 3000 Goles.

Podemos pensar que se trata de un equipo de fútbol conocido por su juego, por su afición, por sus jugadores o por su historia. Pero nada más lejos de la realidad, ‘la Peña’ es el “peor” equipo de fútbol aficionado de la Real Federación de Fútbol de Madrid. Lo dicen sus tremendas estadísticas hasta la fecha:18 derrotas, 118 goles en contra y únicamente 13 goles a favor. 

Madrilánea ha querido conocer la realidad de este curioso equipo de la localidad de Alcorcón que juega sus partidos en los Campos de fútbol Alfredo Cenarriaga. Acudimos al último partido oficial de ‘la Peña’, que le enfrentó como local a la A.D.Y.C. Pinto, segundo clasificado de su liga. 

Roberto Escribano y Paco Ruiz son los entrenadores del equipo. Quedamos a las 18 horas del domingo, al igual que la citación con sus jugadores. Nos esperan al lado de los vestuarios, mientras vemos llegar a su plantilla. “Es la primera vez que el club crea un aficionado en sus 40 años de antigüedad. Somos un equipo joven entre los 20 y 30 años”, afirma Roberto.

Nos explican que se trata de un equipo en formación, donde la mayoría de los jugadores trabajan y tienen horarios complicados: “De 24 jugadores a veces sólo vienen a entrenar 12, en el mejor de los casos”. Uno de los problemas que están teniendo son las lesiones en el mediocentro y han perdido jugadores clave para la generación de su juego. “Somos muy blanditos atrás”, apuntaban sobre otra de las carencias del equipo. 

Mientras conversamos, siguen llegando jugadores (un poco tarde, eso sí): “Iros cambiando anda”, les recriminaba Paco, el segundo entrenador. El cuerpo técnico tiene muy claro que se trata de un año de transición: “es una manera de que los juveniles del club puedan continuar jugando en el barrio”.

Roberto Escribano (42), primer entrenador de la Peña. Samblaseño de nacimiento | M.V.

La confección de la plantilla es bastante peculiar porque muchos de ellos no se conocían de nada y otros llevaban muchos años sin tocar un balón. El equipo comenzó con otros técnicos al mando, que pronto abandonaron el proyecto (quizás viendo el panorama venidero). “Entrenamos por primera vez un jueves y debutamos un domingo, la plantilla estaba descompensada  y no conocíamos a los jugadores”, afirman.

No sabíamos dónde nos metíamos…”, confiesan. Aún así los técnicos muestran mucha ilusión y ganas de seguir en esta aventura futbolística. “Cuando recibimos un par de goles, bajamos los brazos, se nos va por pequeños detalles…”, admite Roberto.No creo que seamos tan malos como refleja la clasificación”, comenta concienciado el primer entrenador. También explican que la falta de oficio y de continuidad es evidente: “tenemos 10 minutos muy buenos que el rival no sabe qué hacer… pero el empuje nos dura poco”. En el anterior partido de ‘la Peña’, únicamente perdieron 0-2: “en ese sí competimos bien, en la 2ª parte no encajamos que para nosotros es raro, fue un partido bastante serio”, admitían.

Seguimos conversando y los jugadores conocen de nuestra presencia, muchos nos miran de forma incrédula e incluso sorprendidos por la expectación que crean. Siguen llegando (más tarde aún) jugadores: “Sin prisa, sin prisa”, les volvía a recriminar Paco.

Salida al campo de juego en el partido vs Unión 2000

Al principio de la temporada había más frustración entre los jugadores y han tratado de evitar las rencillas absurdas que ocurren dentro del campo: “A veces nos cuestionan, pero les hacemos ver que es lo mejor”. 

El trabajo en los entrenamientos se centra en cosas tan sencillas como el pase y el control del balón. “Nos dicen que son ejercicios de alevines pero hay que aprender a andar antes que a correr”, expresaba Paco. Además también hacen incidencia en el aspecto físico y sobre todo en el posicionamiento táctico. Por si fuera poco, únicamente disponen de 2 horas a la semana para entrenar en un campo compartido con otro club. La guinda para el pastel. Y por supuesto creen ciegamente que van a finalizar la competición.

Dejamos que vuelvan a vestuarios para dar las últimas instrucciones a los suyos. A las 19 horas empieza el espectáculo. 10º de una noche dominical en invierno, en un campo municipal alcorconero. La grada con pocos valientes. Los aficionados locales se colocaban cerca del banquillo de ‘la Peña’ y los visitantes preferían la gélida grada de cemento.

Crónica de un partido sin historia

16 eran los guerreros de Roberto Escribano. Desde el arquero, Adrián Trujillo ‘Truji’ (dorsal 13), pasando por el capitán, Diego Bolaños (dorsal 4), o el ‘veterano’, Antonio Pardo (dorsal 21). Todos ataviados con uniforme blanco (emulando el nombre del club), con los dorsales en ‘black colour’ y el nombre del jugador a la espalda. El partido comenzaba y el árbitro del encuentro, Luis Miguel Alonso daba comienzo a la contienda.

Primeros minutos de dominio de ‘la Peña’. Pero pronto se hacían cumplir los primeros presagios. En el minuto 9 comenzó la lluvia de goles (y eso que algún fuera de juego previo evitó un gol previo). Al descanso 0-6 en el electrónico. El interés se centraba en el banquillo. “Estamos perdiendo y vosotros pensando en pizzas”, se podía escuchar en un momento del partido en el que algunos suplentes hablaban de la posterior cena que tenían en mente. En el campo, los comentarios de ‘Truji’ amenizaban la velada futbolística: “parece que los delanteros no quieren marcar hoy” o tras una ejecución poco ortodoxa de un saque de banda por un compañero, “esa nueva técnica no la conocía”. Ya en vestuarios se podía escuchar a Paco: “¿No os jode que os metan uno detrás de otro?, recriminaba a sus jugadores.

El partido no tuvo más emoción en los siguientes 45 minutos. Goles de todos las formas y colores de la Agrupación Deportiva Pinto. Algunos comentarios hirientes se podían escuchar de los aficionados rivales: “Los blancos son unos mataos”, e incluso algunos comentario de seguidores locales: “Vaya coladero la banda derecha” o “Esto debería ser como el pimpón cuando llegas a 7-0 ganas el partido”. Consecutivamente iban cayendo los goles del rival, hasta llegar al 12+1 en el minuto 88. Antes del final, en este show deportivo no podía faltar la presencia del colegiado, que mucho menos de pasar desapercibido en una goleada de tal calibre expulsó por roja directa a Bolaños, Villar y a nuestro querido ‘Truji’ que abandonaron prematuramente el encuentro. Así, ‘la Peña’ acababa con ocho jugadores en el campo. Como decía Roberto: “Qué fácil es pitarnos”.

Resaca de una goleada

Al día siguiente visitamos de nuevo a nuestros protagonistas tras la goleada sufrida el domingo. El horario de entrenamiento (22 horas) es beneficioso para los que salen de trabajar, aunque es inevitable la ausencia de varios jugadores. “Tenemos la ilusión del año que viene, crear un equipo competitivo, crear una base y que se queden 14/15 jugadores que quieran estar. Entre los que vengan de fuera y suban del juvenil se irá formando el equipo”, nos admiten. “Confiamos en que el año que viene será menos sufrimiento, solo por el hecho de que ya se conozcan más entre ellos, se notará”, apuntan los técnicos.

Conocimos al primer capitán, Diego Bolaños (26) , al segundo capitán, Aarón Rivera (25), y al jugador más joven de la plantilla, Víctor Pérez (19), y hablamos con ellos. “Empezamos aquí desde pequeños. Ahora hemos ido metiendo gente que ni nos conocíamos para formar este nuevo equipo. Era algo ilusionante y poder ver qué tal salía”, explican. Para ellos hay evolución y su único propósito es mejorar, intentar competir y aspirar a más el año que viene. Destacan que al equipo le falta “más actitud por nuestra parte y mayor compromiso”.  “Queremos seguir el año que viene, el próximo proyecto es mejor”, confían sobre el futuro del equipo. La pregunta es obligada: ¿ganaréis algún partido?. La respuesta unánime, contundente y sin rodeos: “Sí, estamos seguro que vamos a ganar algún partido en esta temporada”.

Víctor (19), Aarón (25) y Diego (26) posan en los Campos de Alfredo Cenarriaga | D.V.L.

En el otro lado del asunto hablamos con Antonio Pardo (43), el más veterano de esta joven e inexperta plantilla. “Es una temporada complicada para nosotros, creo que no están preparados para competir ni para perder, sólo saben ganar y por eso el equipo hay veces que se cae a trozos”, admite. Antonio nos explica que se trata de falta de experiencia sobre el verde, pero también de una concepción del fútbol moderno: “ahora parece que todo es ganar, pero el fútbol es esfuerzo, entrenar duro y el partido es solo una consecuencia de lo trabajado durante la semana«. Sobre el papel que ejerce «Panucci» (nombre que aparece en la camiseta de Antonio), apunta que “sé que me escuchan, pero tengo mucho miedo porque sé que si aprieto a un joven ahora puede ser que no vuelvan, prefieren la comodidad”. Pardo es el primero que le encanta venir a jugar, aunque le metan 13 o 15 goles: “si veo que todos vamos a la misma dirección yo ya me voy contento”.

El principal problema que detecta es “que se han acostumbrado a perder y eso es un problema muy gordo, nos da igual si nos meten dos goles seguidos”. El veterano confía en recuperar ese amor propio para llegar a poder competir en el futuro. “Para mí este escenario es el mejor, con 43 años juego todo el partido pero debería estar en el banquillo, tendrían que pisarme el resto pero no tienen ese punto de orgullo”, finaliza con su voraz discurso.

Llegan las diez de la noche. La hora del entrenamiento. Dejamos a nuestros protagonistas. Entran al campo a hacer trote mientras pelotean con los balones. Únicamente vinieron unos 12 valientes en un lunes laborable invernal con 8º de temperatura. Los chicos de ‘la Peña’ seguirán disfrutando en cada entrenamiento, mejorando cada día y siendo un equipo (significa mucho ‘ser un equipo’). Seguramente (o no) nunca ganen un partido, pero la ilusión y el sentimiento de pertenencia por el club siempre irá por delante que cualquier victoria. ‘Truji’, Bolaños, Iván, Richard, Aitor, Aaron, Alex, Erick, ‘Panucci’, Juan, Jorge, Víctor, Dani, Escobar, Álvaro, Isma, Raúl, Villar, David, ‘Cami’, ‘Maki’, ‘Will’ y Maikel; y por supuesto Roberto y Paco, son los héroes de esta historia del fútbol modesto madrileño. Una generosidad única con la que han compartido su día a día y sus problemas deportivos, sin tapujos. Porque a veces no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.

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