Sobredosis cartográfica
En un rincón de Moncloa cuya calle se citará más abajo, le espera con las puertas abiertas una tienda con mucho encanto. La Casa del Mapa le enseña cómo, a través de sus millones de planisferios, una misma zona del planeta puede mostrarnos cada piedra de su suelo o ser un minúsculo punto en el mapa.
La Casa del Mapa forma parte del Instituto Geográfico Nacional y fue concebida con una misión de divulgación cartográfica. Todo lo que contienen sus miles de armarios son mapas reales a escalas reguladas por ley. Los mapas azules a escala 1-50.000 y los rojos 1-25.000.
En esta institución lo tienen claro, su misión es la divulgación y enseñanza de la geografía. Por ello regalan mapas y desean que lleguen a manos de los más pequeños, que «cada vez saben menos de todo» dice Miguel Toledo, Jefe de sección.
En esta institución puede encontrarse cualquier mapa físico o político de España o de cualquier parte del mundo. También los más curiosos pueden dar con obras a relieve de la geografía española. Libros de historia, atlas universales o láminas para decorar… La Casa del Mapa es el paraíso de la geografía.
Dicen que la información es poder. Eso deberían pensar los primeros cartógrafos españoles. Pues los mapas cartográficos valían su peso en oro. Según Toledo, «no existe una escala exacta para crearlos». Sin embargo, han evolucionado desde los mapas con eje comercial del siglo XIX. Ahora se utiliza una compleja fórmula matemática que despeja muchas dudas, aunque son los históricos los más demandados. Por ello, los entendidos tienen a su disposición la cartoteca, donde podrán perderse entre montañas de información geográfica que no dejarán indiferente.
No basta con hacer mapas
¿Quiere hacer un pozo y necesita un mapa aéreo?, ¿le gustaría conocer el primer plano histórico de la ciudad de Madrid?, ¿o regalarle un puzzle de la provincia de Sevilla a su sobrino? Todo es posible en General Ibáñez de Ibero número 3. Con su prestación de fotografía aérea, la Casa del Mapa aporta un servicio importante al ciudadano, pues entre los requisitos jurídicos para la construcción de muchas obras hidraúlicas se encuentra una visión espacial del terreno.
Además de esta curiosa institución, el Instituto Geográfico Nacional tiene un Real Observatorio Astronómico que se remonta al reinado de Carlos III. Durante los últimos 20 años ha dedicado gran esfuerzo de personal y medios a la conservación y promoción de su valioso patrimonio arquitectónico e instrumental que arrastran ya casi 220 años de historia.
Si quiere hacer un repaso por los accidentes geográficos o planear un viaje con tiempo, abra alguno de los armarios de esta tienda, con un poco de paciencia viajará con un valor añadido.