«El Bombín» invita a revivir el fanatismo por Sabina
Si existe un referente cultural por excelencia de la riqueza de la vida madrileña a nivel internacional éste es, sin lugar a dudas, Joaquín Sabina. Sus bares, su interminable vida nocturna y las características propias de una ciudad «que late» se ven reflejados a nivel de detalle en las letras de las canciones escritas por el cantautor.
Es sabido que el barrio de La Latina, en especial, aparece nombrado en algunos de sus temas musicales, como es el caso de la mítica «Con la frente marchita», que hace referencia a una historia de amor que tiene como epicentro al histórico mercado dominical de El Rastro. Además, este barrio funciona como un imán para los extranjeros que vienen a radicarse en la capital española. Si se unen estos hechos, se comprende con facilidad por qué un bar llamado «El Bombín de Sabina» resulta un excelente negocio y, al mismo tiempo, un atractivo turístico para quienes visitan este barrio.
Las cañas y los pinchos son las estrellas de este sitio -ubicado a la altura 23 de la calle Tabernillas-, que ya ha conseguido muy buenas recomendaciones por parte de los viajeros en páginas de gran relevancia, como es el caso de Trip Advisor.
Sus dueños eligieron este nombre porque «el bombín es algo muy mítico de este cantante madrileño», señala a este medio Víctor Herráiz del Valle, propietario del Grupo Vinotium, que regenta el bar. La elección del nombre fue más que acertada y una clara prueba de ello es que el mismo bombín se transformó el mes pasado en un emoji en Twitter, según se dio a conocer hace dos semanas. Con el hashtag #Sabina o #LoNiegoTodo, a los usuarios de la red social les aparece automáticamente el dibujo del sombrero clásico del cantautor madrileño.
Pero, si a este combo de factores vinculados con el marketing se añade que el bar se encuentra emplazado en un edificio que fue en su momento el hogar del cantautor a su regreso de Londres -y donde comenzó a tocar junto con Javier Krahe y Alberto Pérez-, el encanto de este lugar se vuelve aún mayor.
En estos momentos, la «furia sabinera» se encuentra a flor de piel, dado que el pasado 10 de marzo el artista lanzó al mercado su último single llamado «Lo niego todo» -tras siete años del exitoso «Vinagre y Rosas»– y en junio y julio de este año dará varios shows en la ciudad de Madrid.
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Cambio de nombre
Un dato curioso es que «El Bombín de Sabina» no siempre llevó ese nombre. Originalmente, se llamaba de otra manera, pero hace apenas un año sus dueños decidieron renombrarlo. «Teníamos el local desde hace tiempo. La Latina es una de las zonas favoritas del cantante y, como allí vivió Sabina durante cuatro años, decidimos hacerle un homenaje a él», cuenta a Madrilánea Herráiz del Valle.
El dueño del local cuenta que una de las claves de su negocio pasa por el gran interés que genera este espacio entre los latinoamericanos: «El perfil del público que va a La Latina es muy fan de la música de Sabina y tenemos muchos clientes de América Latina que buscan este sitio».
Además de una placa en su ingreso, que recuerda que en este sitio vivió el cantautor durante cuatro años, también dentro del bar hay una serie de frases «que evocan la episodios de la vida de Joaquín», relata Herráiz del Valle.
Consultado acerca de si en algún momento el cantante se dio una vuelta por Tabernillas para conocer el bar inspirado en su mítico sombrerito, el dueño del bar responde: «Le hemos cursado una invitación para que venga a visitarnos y estamos a la espera de su llegada».