Julia Otero, maestra de periodistas
Gallega de nacimiento y catalana de adopción, Julia Otero (Monforte de Lemos, 1959) es un referente del periodismo actual que se ha ganado su sitio en un mundo marcado por la etiqueta masculina. Hija única de un ama de casa y de un trompetista que buscaron mejor fortuna en Barcelona, de pequeña no se imaginaba conduciendo un programa de radio, mucho menos convirtiéndose en uno de los rostros de la televisión. Su ilusión era ser médica, aunque finalmente abandonó el fonendoscopio para estudiar Filología Hispánica.
Fue en la universidad donde conoció el periodismo. Entonces estaba en su primer año de licenciatura cuando un amigo la invitó a su espacio radiofónico. Ella no sólo aceptó sino que acabó siendo directora y presentadora del programa en el momento en que su compañero ingresó en el servicio militar. Tenía 17 años y la curiosidad suficiente para enamorarse de la profesión.
Desde entonces no se ha despegado de los medios de comunicación. Ni siquiera en las seis ocasiones en las que un tumor abdominal la obligó a pasar por el quirófano. Su incombustibilidad la ha llevado a ocupar casi todos los espacios que perfilan la profesionalidad de un periodista: redactora, reportera, presentadora y directora de programas de radio y televisión. Pero su éxito no le vino rodado. Antes hizo ruta por el desierto del meritoriaje que tan injusto es con otros compañeros.
Por eso, cuando saltó por primera vez a la televisión con programas como Una historia particular, 3×4 o La luna, ya llevaba a sus espaldas el peso de horas de entrevistas y tertulias. Había trabajado en Radio Juventud de Barcelona, Radio Miramar o Cadena COPE junto a profesionales como Carlos Herrera. Incluso había sustituido al radiofónico Luis del Olmo en las mañanas de la emisora.
Su voz, romántica pero curtida, con una respiración honda, que no nerviosa ni entrecortada, lleva casi 41 años apuntando a la actualidad. No es de extrañar, por tanto, que su magazine Julia en la Onda, de Onda Cero, sea el segundo espacio más escuchado de la radio, con casi medio millón de oyentes. Su éxito es reflejo de su carácter heterodoxo, plural y respetuoso con la opinión ajena.
Sabido es que Julia Otero no se amilana a la hora de manifestar públicamente sus ideas. Defiende con fuerza el feminismo. A los 15 años, leyendo Vindicación Feminista –una revista que marcó un hito por su defensa de la liberación de la mujer-, tomó conciencia de lo larga que sería la lucha por la igualdad de género, y desde entonces no ha cesado en la denuncia de los desequilibrios de poder. También es conocida su antipatía hacia Donald Trump. Y aunque se manifiesta a favor de la celebración de un referéndum secesionista en Cataluña, se opone al independentismo.
Después de una vida dedicada al periodismo, a Julia Otero le quedan pocos reconocimientos que recibir. Dos veces Premio Nacional de Televisión y de Radio, cuenta además con dos Micrófonos de Oro, una Antena de Oro y un TP de Oro. Prueba de que su carisma y peculiar estilo continúan haciendo escuela dentro de la profesión.