Reciclar los envases en Móstoles ahora tiene recompensa

10:00 de la mañana. Viernes 23 de noviembre. Municipio de Móstoles, Madrid. Un grupo de mujeres mayores buscan por el Mercado de la Constitución una pequeña máquina que, según unos vecinos de su bloque de pisos, «te da unos céntimos por cada botella que llevas para la siguiente compra». Esa máquina que buscan es, nada más y nada menos, que el primer Sistema de Devolución de envases por Recompensa (SDR) del municipio.

Con sus carros a cuestas recorren la galería hasta dar con el rincón donde se encuentra la máquina, cerca del puesto número 29. Una vez allí, en fila india y mientras comentan sus opiniones acerca de la novedosa iniciativa, introducen sus envases correctamente cerrados a través de la ranura. Billetes con descuentos comienzan a sucederse y a pasar de mano en mano.

Acabada la tarea, el grupo de amigas se separa y cada una se dirige al puesto donde quiere comprar empleando el descuento que acaba de obtener. De dos a tres céntimos por envase, ese el importe que han recibido y con el que pueden llegar a acumular un total de diez euros por depósito para seguir adquiriendo lo que necesiten en los pequeños comercios del mercado. Un nuevo sistema que ya comienza a despertar diferentes opiniones.

Una iniciativa pionera en la Comunidad de Madrid

El pasado viernes 26 de octubre, Móstoles estrenó en el Mercado de la Constitución el primer Sistema de Devolución de envases por Recompensa (SDR) del municipio. El concejal de Medio Ambiente, Parques y Jardines y Limpieza Viaria en Móstoles, Miguel Ángel Ortega, ha hablado con este medio para profundizar en el proyecto.

Actualmente existen dos modelos de gestión de residuos. Por un lado está el sistema generalizado en nuestro país por el cual los residuos se depositan en el contenedor genérico correspondiente, se llevan a una planta, se tratan y se recuperan algún tiempo después. Ahí el ciudadano solo tiene que introducir el envase o basura en su contenedor correspondiente.

Por otro lado está el Sistema de Devolución de envases por Recompensa (SDR) que tiene una implantación muy amplia en Europa, fundamentalmente en Alemania. En este caso, lo que se hace es devolver al usuario parte del coste del envase concreto que recicla en forma de cupón que puede hacerse efectivo en los establecimientos de esta galería.

Son dos sistemas que tienen sus pros y sus contras. La principal ventaja de este último, en palabras de Ortega, «es que hay un beneficio directo al consumidor y eso genera un incentivo importante para reciclar».

La máquina que materializa el SDR estará durante seis meses en el Mercado de la Constitución. Una vez superado ese período de tiempo, si tiene buenos resultados se extenderá al resto de los mercados del municipio.

«El dimensionamiento es de una bolsa diaria y están saliendo hasta seis»

Cabe preguntarse aquí qué sería un buen resultado, qué decidirá si esta iniciativa sigue o no adelante teniendo en cuenta la existencia de un modelo previo en nuestro país. Ortega no tiene dudas al respecto, «un buen resultado es que al final estos seis primeros meses evaluemos que, efectivamente, el número de envases recuperados ha aumentado y que también se ha incrementado de forma significativa el volumen general de comercio de la galería».

El cálculo empleado será sobre todo un cálculo de peso bruto en el que lo que interesa, fundamentalmente, es que los comerciantes y los puestos del mercado noten que hay un crecimiento en sus ventas y en su margen de beneficio. Porque esta propuesta, además de diseñada para abrir una discusión acerca de la gestión de los residuos, «busca potenciar el pequeño comercio local». La concejalía y la dirección de la galería analizarán todos estos detalles tras los cinco primeros meses desde la implementación de la máquina en el municipio.

Por ahora, y desde la Concejalía de Medio Ambiente, aseguran que están muy satisfechos con unos resultados que han superado con creces los marcados. «Está teniendo mucho éxito. La máquina está pensada para una recogida diaria y se llena. El dimensionamiento normal es de una bolsa al día y están saliendo cinco o seis por jornada».

Así también lo afirma un trabajador de uno de los bares situados dentro del Mercado de la Constitución: «Aunque no está en la entrada, la gente busca la máquina para tirar sus envases en ella. Cada día multiplicamos por cinco la cantidad de bolsas que se esperaba sacar».

Aceptación y dudas ante un sistema aún desconocido

La acogida de este proyecto, según Ortega, ha sido muy buena. «Buscábamos comenzar un debate acerca del modelo de gestión de residuos actual que también sirviera para dinamizar el mercado mediante descuentos muy simbólicos», unas líneas que parecen estar cumpliéndose. Por ahora, los resultados son positivos y son varias las voces que se alzan a favor de la nueva iniciativa. «Nosotros hemos notado más clientes en nuestro negocio», asegura el trabajador del bar que antes explicaba el funcionamiento del aparato. «La gente viene buscando la máquina, la utiliza, compra lo que necesita y se queda a echar un vistazo al resto de puestos», añade.

Entre las personas que se arremolinan alrededor de la máquina la variedad abunda: gente mayor, más joven, algún que otro padre de familia con un pequeño sobre los hombros. Curiosos, usuarios habituales, gente que pasaba por allí. Mientras el trabajador comenta cómo todos pueden sacar provecho del aparato, el propio debate va naciendo solo allí mismo. Mientras unos cabecean y sonríen, otros arrugan la nariz y sugieren la pregunta que puede haber surgido a cualquiera que desconozca la iniciativa: «¿De dónde sale el dinero que la máquina da al usuario? ¿Se está cobrando de más por ‘’equis’’ productos?».

«En todos los envases que compramos, en todos, pagamos el envase. Y pagamos, además, el coste de su reciclaje. Con el sistema de reciclado actual es el ciudadano el que lo paga todo al final», explica Ortega a este medio, «Con este sistema lo que hacemos es introducir la variable de que, efectivamente, estamos recuperando los residuos pero hay un retorno del valor del envase a todos aquellos que lo sostienen: los ciudadanos», sostiene.

La actual alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse, animó a los vecinos a utilizar la máquina en este tiempo de test durante su acto de inauguración. Ese día, y acompañada de Jessica Antolín, concejala de Desarrollo Económico, Empleo y Nuevas Tecnologías, Gabriel Ortega, concejal de Cultura, Bienestar Social y Vivienda y la presidenta de la Federación de Comerciantes de Móstoles, María Consuelo García Parra, afirmó que lo que se busca es «que el resultado sea lo más satisfactorio posible y que la localidad se sitúe como ejemplo medioambiental en su entorno».

España y la gestión de residuos

España mejoró en calidad del aire, reducción de emisiones y reciclaje de residuos, pero empeoró en incendios forestales y sequía durante 2016 y 2017, según el informe «Perfil ambiental de España», publicado ayer por el Ministerio para la Transición Ecológica. Para Ortega esta mejora no es suficiente: «España se encuentra a la cola europea en reciclaje, algo que pronto será penalizado por las instituciones europeas, por lo que debemos colocar nuestra ciudad en la senda que marca Bruselas de economía circular».

El Gobierno madrileño ha querido mostrar su compromiso con la gestión de residuos al presentar este martes la Estrategia de Gestión Sostenible de los Residuos. Con el mayor presupuesto de la historia en este ámbito, 448 millones de euros, el plan prevé un apoyo a las Mancomunidades de vecinos con la financiación del 50% del coste de las instalaciones de tratamiento de desperdicios domésticos, a pesar de ser competencia de entidades locales y de iniciativas como la emprendida por Móstoles.

El SDR, que ya triunfa en países de la UE como Noruega o Alemania, es una iniciativa centrada en esta cuestión que ya se implantó con éxito en Navarra algunos años atrás. La campaña «Navarra, por los Retornables» recuperó más de 2.600 envases el verano pasado, unas cifras que empujaron a la comunidad foral a plantearse cambiar el modelo de gestión y compatibilizarlo con este nuevo sistema. Es la primera vez, sin embargo, que una administración local implanta esta iniciativa en la Comunidad de Madrid.

Cada día se tiran millones de envases de plástico al suelo, a los bosques, a los parques y a las playas en nuestro país. Reciclarlos en vez de tirarlos puede salvar nuestro ecosistema y nuestro planeta. Motivos más que suficientes por los que reciclar sí que compensa.