Un año sin Maradona: su homenaje en Madrid
Con motivo del primer aniversario de la muerte de «D10S» se conmemora su legado en todo el mundo y, en especial, en la capital española, donde se le recuerda con altares llenos de velas
Dolor y gloria
El 25 de noviembre de 2020 es una fecha que todos los amantes del fútbol difícilmente olvidarán. Ese día falleció un futbolista irrepetible de la historia de este deporte. Su trayectoria le llevó de Argentina a España y después a Nápoles, donde se consagró como “El pibe de oro”. Su controvertida vida privada le mantuvo bajo una presión que ningún otro deportista hasta la fecha había tenido que sufrir antes. La prensa, los reporteros y las cámaras siempre formaron parte de su vida y sus errores se hicieron eco mundialmente. Su adicción a la droga le perjudicó durante toda su carrera, algo de lo que siempre se arrepintió.
“¿Si Jesús tropezó, por qué él no habría de hacerlo?” así recitaba Rodrigo en “La mano de Dios”.
A pesar de todas las problemáticas fuera del campo, se ha convertido en todo un ídolo para las clases más humildes, siempre al lado del pueblo. Su personalidad fuerte y su carácter rebelde le ha permitido ser algo más que un simple deportista: un verdadero icono de la lucha de los débiles contra el poder. Se enfrentó sin miedo a las que él consideraba injusticias: la Fifa, el papel de Inglaterra en la guerra de las Malvinas, el racismo territorial italiano del Norte contra el Sur. Creador de frases célebres, firme defensor de sus ideas y a veces irreverente en su manera de expresarse, a Maradona nunca le dio miedo tomar partido incluso en aquellos temas más delicados. Abanderado de su patria, un país que se iba desangrando de manera paulatina gracias a su clase política y la deficiente situación económica. El amor por Claudia Villafañe (su histórica mujer), por Dalma y Giannina (sus dos hijas) fue su salvavidas; ellas representaron las figuras más importantes de su polémica vida. La amistad y admiración por algunos líderes de la talla del Che Guevara, Fidel Castro o Hugo Chavez le llevaron a ser criticado y su imagen osciló toda su carrera entre el héroe aclamado por la gente y el irrecuperable egocéntrico. Hubo “muchos Maradonas”, muchas facetas distintas de un mismo personaje que fueron utilizadas para diferentes intereses y que terminaron arrastrándole hasta el fondo.
“Quiero ser el ídolo de los niños pobres de Nápoles porque ellos son como yo de chiquito en Villa Fiorito.” (Palabras de Diego Armando Maradona a su llegada a Italia).
El recuerdo de España
La veneración del personaje en Argentina y en Nápoles ha llegado a niveles inauditos. Tanto es así que el 30 de octubre de 1998, nace en Rosario la “Iglesia Maradoniana”. Una religión enteramente devota del jugador, alrededor de la cual se han reunido la mayoría de sus fanáticos y que poco a poco fue creciendo hasta llegar a más de 40.000 fieles en todas partes del mundo en la actualidad. Esta doctrina consta de diez mandamientos, varias oraciones y sus particulares fiestas de Navidad y Pascua. En 2019, el restaurante argentino Piantao de Madrid creó un altar dedicado a Maradona. Desde entonces, la gente le recuerda rezando y con velas por todo el legado que ha dejado no solo en España, sino en todo el mundo. El dueño, Javier Brichetto, relata: “El mural lo hicimos cuando aún estaba vivo. Nunca hubiéramos pensado que se fuese tan temprano. Desde el día que abrimos le hemos prendido velas y seguimos haciéndolo todos los días. Esto es la conmemoración más grande que le podemos hacer. Para nosotros se fue solo físicamente porque sigue estando entre nosotros y vivirá en nuestro corazón para siempre”. El altar está diseñado por un artista argentino afincado en España. A raíz de su muerte en 2020, el propietario porteño cuenta cómo mucha gente se pasó por el altar llorando, prendiendo velas y dejando ofrendas para recordar al gran mito argentino. «En España no tuvo el mismo éxito que en Italia o en su país», confiesa Brichetto, añadiendo que “El amor que en Madrid se tiene por el diez es más un tema generacional. Gente de aquí que vivieron las magias que hacía en los años ochenta lo adoran. Con la edad todo ha cambiado, yo mismo tengo hijos que son fan de Messi y nunca entenderán lo de Diego porque son contextos de la historia diferentes”. Es totalmente comprensible el discurso del chef argentino explicando el afecto que los madrileños le tienen al Pelusa. Y es que el tiempo corre y los ídolos van cambiando, pero las huellas permanecen en la historia.
“Cuando éramos chicos nuestro superhéroe era Diego, no Superman ni Spider-Man” Javier Brichetto (dueño del restaurante Piantao).
L’amore de Nápoles
Su llegada a Italia en 1984 fue recibida de manera sorprendente. 80.000 personas le esperaron en el estadio que en aquel tiempo se llamaba San Paolo y que hoy día lleva su nombre. Ganó todo en el club partenopeo y lo llevó a un nivel nunca más alcanzado en su historia. Toda su gloria fue acompañada de los problemas con la droga que provocaron incluso que fuera descalificado de la liga italiana en marzo de 1991. Aquí terminaría su experiencia con el conjunto “azzurro”. El amor incondicional que los hinchas del Nápoles le regalaron se refleja hoy en las calles de la ciudad del sur de Italia, donde muchos murales decoran palacios y se erigen en las plazas napolitanas. Velas y oraciones siguen en su nombre, y la gente nunca se ha olvidado de los triunfos que dejó la estrella argentina. El día 25 de noviembre del 2021 se inaugura una nueva estatua en su honor en la ciudad. Vincenzo, histórico “Ultras” en los años de la época dorada del equipo, declara que: “Las alegrías que nos ha regalado ese personaje son inigualables. Se ha convertido en un icono para nosotros, siempre nos ha apoyado en combatir también temas sociales; ha sido uno de nosotros desde el primer día.” Los recuerdos siguen nítidos en su mente, sobre todo cuando cuenta los momentos más gloriosos de la ciudad. “La grandeza del Pibe de oro se encuentra en su valor social que tuvo aquí. A pesar de los graves problemas que sufría nuestro pueblo, logró hacernos olvidar de todo lo malo que nos pasaba, nos hizo llorar de felicidad; hizo una promesa y la mantuvo. Ni los políticos lograron tal cosa. Por esas razones nunca se irá de nuestros corazones.” . Para bien o para mal, Diego Armando Maradona no dejó indiferente a nadie y eso es algo que solo logran los más grandes.
“Si yo fuera Maradona viviría como él porque el mundo es una bola que se vive a flor de piel”, Manu Chao (cantante).