ActualidadarteCulturagrafitiSierra de Guadarrama

«Para mí Altamira es grafiti»: los colores del arte marginal

Tres reputados grafiteros dialogan sobre el medio y su futuro, sus dimensiones profesionales, sociológicas y culturales

Mural realizado por los artistas ‘Saves’ y ‘Wios’ | Fuente: @savess_ en IG

Han pasado muchos años desde que en 1981 ‘Muelle’, el primer escritor de grafiti de España, comenzó a plasmar su firma en rincones de la ciudad de Madrid. Poco podría imaginar que la influencia de esta actividad completamente marginal inundaría la cultura popular 40 años después, hasta llegar al actual frenesí. Hoy en día su obra se puede contemplar en el Museo Contemporáneo de Arte de Madrid y algunas de sus ‘pintadas’ se subastaron por 78.000 euros en el año 2021.

Madrid no solo ha sido cuna de los primeros y tímidos ensayos de expresión con aerosol, ha concebido artistas imprescindibles en la escena ‘pop’ actual. Es el caso de Okuda San Miguel, cuyas obras se pueden ver en París, Denver o Quito o el colectivo Boa Moistura, con trabajos en Berlín, Sao Paulo o Ciudad del Cabo, entre muchas otras. Algunos de estos artistas sirven de inspiración para que nuevas generaciones entren en este mundillo.

Tres reputados artistas de tres generaciones distintas reflexionan en este reportaje sobre el grafiti y el arte urbano, sobre sus dimensiones profesionales, sociológicas y culturales. Sus trabajos son abundantes y Madrid es una buena muestra de ello. Por petición expresa, sus nombres permanecerán anónimos y serán referidos por los alias de sus firmas. Ellos son ‘SEA162’, el más veterano y escritor de grafiti desde 1998, propietario de la marca sea162.com y amurillo.com, residente en la Sierra de Guadarrama; ‘Saves’, también vecino de la Sierra y grafitero desde 2004, es propietario de la cuenta de Instagram @savess_, con 22.500 seguidores.; por último, ‘Resakas’, que ha pedido no revelar ningún dato de su origen o ubicación, cuenta con 125.000 seguidores en su Instagram, @resakas1. Madrilánea ha podido saber que comenzó a pintar en 2008 y que es el más joven de los tres.

¿Qué significa para ti el grafiti?

Grafiti de ‘Resakas’, con el aerosol en la mano con el que fue realizado | Ig: @resakas1

Resakas: Es una inquietud humana. Para mí Altamira es grafiti, por cómo nuestros ancestros tuvieron la inquietud artística y espiritual de representar lo que vivían en las paredes. El ser humano, desde sus inicios, tiene esa inquietud de representar. En Roma está documentado que todo el mundo pintaba las paredes. Cuando visito un monumento histórico me fijo en firmas en los ladrillos… Los niños pintan las paredes, es algo natural.
Siempre ha sido un poco marginal y la gente que no siente que encaja en el sistema tiene aquí una forma más cercana y accesible de acercarse al arte. He visto exposiciones de artistas de renombre que no han calado en mí, mientras que me he emocionado viendo grafitis en suburbios de ciudades del mundo.
Es un lenguaje cerrado, con códigos para la gente del gremio. Desde fuera entiendo que no guste o que se etiquete o criminalice. Pero tiene una similitud con Pollock. Hasta Picasso le criticaba. Era un código muy cerrado, muy innovador, le quitaban validez. A mí me entusiasma; verlo en persona me emociona.
Personalmente lo considero una terapia, me encanta hacerlo solo. Significa introspección, reto, lucha y lo contrario al conformismo. Porque el grafiti tiene mucho de competición. Me ha hecho aprender a ser competente y a competir contra mí mismo. He aprendido a autosuperarme, a tener ambición de forma sana y no ponerme límites, a querer crecer y evolucionar.

SEA162: Grafiti para mí es una expresión de los chavales que hacen lo que les sale del higo. Tiene que ser ilegal y representa lo que cada uno quiera pintar, normalmente plasmado en letras. Está muy ligado al tema de la caligrafía, no está relacionado con temas económicos ni con temas políticos, es una cosa muy profunda del ser humano. No me gusta relacionarlo con ámbitos muy pretenciosos. Es más la intención, el contexto en el que tú lo estés haciendo
Hay personas como Javier Abarca que pueden darle una explicación antropológica. Sí puedo decir que está mucho más de moda que antes.

Saves: Es una forma de expresarte y de evadirte. Desde luego, es un hobby diferente al del resto. Raro es quien no haya echado alguna vez una firma en una pared. Creo que una vez empiezas no te lo puedes quitar. Las nuevas generaciones son las que hacen que esto perdure, son las que más consumen este arte, aunque el perfil del artista es el mismo de siempre.

[Javier Abarca es «artista, investigador y docente especializado en graffiti y arte urbano. Figura principal de la primera generación del graffiti español, impartió durante 9 años una asignatura sobre graffiti y arte urbano en la Facultad de Bellas Artes de la UCM», según cuenta su página web].

‘Meeting of Styles’, obra de ‘SEA162 | www.sea162.com

Grafiti vs arte urbano

Pieza híbrida de ‘Saves’, entre sus últimos trabajos | Ig: @savess_

Saves: Para la sociedad actual todo es grafiti, pero para la gente que pinta tiene que ser algo totalmente ilegal. En el momento en que te pagan deja de ser grafiti. La gente conoce lo que haces pero no quién eres, para bien o para mal. En el ‘street art‘ [arte urbano] interesa más que te conozcan a ti para tener una promoción. A mi manera de verlo, es como un puente. En el mundo del ‘street art’, casi todos empiezan con el grafiti. Mi cuenta de Instagram es solo de grafiti, sin intentar vender nada. Al final lo que te avala es tu técnica: que se venda lo que haces y no quién eres. No mezclo una cosa con la otra.

Resakas: Para mí el grafiti es arte urbano, entendiendo que el arte urbano se caracteriza por estar en la vía publica. Creo que no hay que invertir tanto tiempo en clasificar, que es un tendencia muy contemporánea. Tanta clasificación limita. Además pintar en la calle ya sea legal o ilegalmente tiene un componente muy performático. Muchos artistas de renombre en el arte urbano como suso33 venden a día de hoy fotos de sus piezas en trenes; como ya están posicionados las galerías lo clasifican como arte urbano a pesar de que la realización de estas sea totalmente ilegal.

SEA162: La visión que tengo yo del grafiti es que es una movida sagrada. Otra cosa es que nosotros, la gente que hemos pintado, hayamos ido por una rama comercial para poder buscarnos la vida. Pero yo no vivo de hacer grafiti. Yo hago proyectos artísticos o bien hago trabajos por encargo. Pero en ningún momento eso tiene nada que ver con el grafiti. Muy raro es que vivas de pintar grafitis

 

Mural en el pilar de un puente de SEA162 | www.sea162.com

Vivir del arte

Saves: Yo cuando empecé a pintar no se me ocurriría que a alguien le pudiesen llegar a pagar por ello. Pero para comer de esto tienes que dedicar toda tu vida a ello. Puedes tener más o menos técnica pero el que quiere vivir de ello lo tiene que trabajar día a día. Es como todo. Antes se hacía por amor al arte, ahora tienes la posibilidad de ganar dinero. En mi caso es una fuente extra de ingresos, pero no la principal. Felipe Pantone es un referente en cuanto a ganarse la vida con ello. Es mucho más fácil en el ‘street art’.

Resakas: En el siglo XXI puedes sacar ingresos de casi cualquier cosa, si sabes cómo. Igual no directamente, pero de productos derivados seguramente sí. Del grafiti más puro, ilegal, también se puede.

SEA162: Hay gente que viene del grafiti y hace tatuajes, se dedica al diseño gráfico o a artes en general. Yo tengo una empresa que hace pintura decorativa y me puedo ganar la vida con ello. Pero no vivo del grafiti, vivo de tener una empresa de decoración.

Grafiti en Madrid

Resakas: Hay una masificación brutal y está apareciendo gente súper potente que hace cosas increíbles. Flipo con la cantidad de gente que pinta, aunque no me gustan todos. Pero los hay con una actitud cojonuda. Pienso en gente como Wios o Saves.
El grafiti también es destrozar. No creo que sea criticable el estilo en ciertos casos.

SEA162: El cambio principal es que el contexto social en el que el artista crea o el escritor bombardea es diferente. Ahora se revientan en todos lados, no hay tanto respeto. Antes era una movida mucho más marginal y mucho más ‘underground’. Aún así, lo veo de las épocas más fructíferas del grafiti, más que nunca: vas andando por la carretera y lo ves, que no hay centímetros sin pintar. Con respecto a la calidad pienso que es al revés, es una seña bastante rara. Hay más recursos y más información pero no es que las obras estén más elaboradas.

Grafiti en espacio de uso público de ‘Resakas’ y ‘Wios’ | Ig: @resakas1

Banksy en Ucrania

Resakas: Me puede gustar más o menos pero valoro mucho su inteligencia. La gente le critica un montón, pero a mí me parece que es lo más antisistema que puede haber, criticando desde dentro. A mí me parece un genio, aunque no todas sus obras me pueden gustar. Para mí sí es grafiti.

SEA162: Sus imágenes me sugieren mucho. A veces son imágenes que no se entienden a la primera y que invitan a pensar. Banksy es muy bueno. De todos modos, él no hace grafiti, hace ‘street art’.

Saves: Me parece bien que artistas referentes usen los medios y la estética del grafiti, así como su fama para reivindicar tragedias como estas. Aporta otro punto de vista crítico sobre lo que está sucediendo. Más allá del tema personal, me gusta que hace que la gente hable de ello. En cuanto a clasificarlo… Mi amigo Wios siempre me lo dice: el grafiti es ilegal.

Dejar el grafiti

Saves: Todo son etapas pero el grafiti no se deja nunca, siempre lo llevas dentro.

SEA162: No, no (se ríe). ¡A muerte!

Resakas: Ni muerto. Puede que necesite en algún momento coger distancia, pero la expresión artística no creo que pare nunca, la verdad. No es algo que quiero ni puedo dejar.

Un comentario en ««Para mí Altamira es grafiti»: los colores del arte marginal»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *