PacíficoRetiro

Nueva lucha vecinal en Pacífico por la Nave Daoiz y Velarde: «Nos la han robado»

El Ayuntamiento de Madrid y el Teatro Real firmaron el pasado mes de octubre un acuerdo en colaboración por el que ceden el Centro Cultural a la institución artística 

Exterior de la Nave Daoiz y Velarde | Plataforma Súbete a la Nave

La historia de la lucha de los vecinos y vecinas de Pacífico que ha convertido lo que antes eran los Cuarteles Daoiz y Velarde en servicios públicos vuelve a repetirse más de tres décadas después. El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento de Madrid y el Teatro Real anunciaron un acuerdo en colaboración por el que la institución artística desarrollará «un proyecto pedagógico de promoción y didáctica musical para niños y jóvenes en el Centro Cultural Daoiz y Velarde». Según el propio ayuntamiento, el objetivo es que la nave que aloja el centro se convierta en un «espacio cultural y artístico de referencia para niños y jóvenes en la ciudad, abierto a todo el público, en el que tendrán cabida todos los títulos y actividades de El Real Junior», una propuesta artística, musical y coreográfica diseñada por el Teatro Real. 

Para Verónica López, portavoz de la Plataforma Vecinal Súbete a la Nave, este convenio se traduce en un «regalo del 100% del espacio y del tiempo a un organismo privado», que va a «cobrar entrada por el acceso a esos servicios» y «deja fuera a todo aquel que no sea joven». Las asociaciones del Distrito Retiro denuncian el «uso comercial» que implica la cesión y la «restricción de entrada gratuita a un espacio que ha sido rehabilitado con dinero público». Manifiestan que no han tenido en cuenta a los vecinos ni antes ni después del anuncio y por eso decidieron ir el pasado 24 de enero a la puerta del Real:«tienen que saber que nos han robado la nave y nos han expulsado del centro cultural», explica López. 

Por otra parte, esta decisión supone «una amenaza para los trabajadores» y con estas congregaciones se quiere evitar la «precarización de los contratos laborales». Asimismo, la representante de Súbete a la Nave aclara que en el compromiso se estipula la transferencia de hasta un millón y medio de euros por parte del Ayuntamiento madrileño a la Fundación del Teatro Real para cubrir pérdidas si fuera necesario y Verónica manifiesta que «es un despropósito lo mires por donde lo mires» además de que esta entrega «marca la tendencia de cosas a futuro que quieran hacer con funcionamientos de uso público». 

Una batalla de más de 40 años

La plaza Daoiz y Velarde, donde se encuentra la nave, está compuesta conjuntamente por el Polideportivo Municipal Daoiz y Velarde, la Junta Municipal del Distrito de Retiro, el Museo de la Policía, la Escuela de Música y Danza Municipal Plácido Domingo y unas instalaciones deportivas gestionadas por la Federación Madrileña de Kárate. Estas instalaciones, según presenta Súbete a la Nave en su cuenta de Instagram, existen hoy «gracias a la movilización vecinal que empezó hace casi 40 años». 

Interior de la Nave Daoiz y Velarde | Plataforma Súbete a la Nave

Para entender la historia de estos edificios hay que remontarse a la mitad del Siglo XIX. Durante esta fecha, se construyó el “embarcadero” de Atocha y poco después se inauguraron los Docks, unos espacios diseñados para almacenar las mercancías que llegaban por tren a la ciudad de Madrid. Sin embargo, este negocio no llegó a funcionar y pasó a manos del Ministerio de Defensa, que los usó como cuarteles durante más de un siglo. En 1981, cayeron a cargo del Ayuntamiento de Madrid, se vaciaron, y tres años después, según el Plan General de Ordenación Urbana, los terrenos tuvieron que usarse como equipamiento deportivo. A pesar de que la alcaldía tenía otros planes para estos, como construir un centro comercial o instalar establecimientos de la televisión local, la contienda vecinal consiguió que en 2001 se inaugurase de forma oficial el primer equipamiento público de la plaza, un polideportivo municipal. 

En cuanto a la Nave, hicieron falta 10 años y más de 13 millones de euros para su rehabilitación casi completa. A pesar de no estar del todo terminada, entre 2015 y 2019 se abrió al público y acogió numerosas actividades abiertas y gratuitas para  todo el mundo: «había teatro, cine, mercadillos, exposiciones…» recuerda Verónica. Incluso se creó allí el primer ‘enredadero’ de la ciudad, un espacio diseñado para el ocio adolescente. 

Pero en 2019, la nave se cerró alegando la «necesidad de realizar obras de acondicionamiento antes de ponerla en funcionamiento». Para las corporaciones de vecinos «esto es solo una excusa» y aseguran que el proceso para recuperarla está siendo «muy agotador», sobre todo por «la poca consideración que se les está ofreciendo» y porque tienen que explicar todo «demasiado bien» para que se les entienda. Sostienen que «en este caso particular tienen ánimo de lucro» y que ser Fundación «no les exime de cualquier conducta inapropiada, y ésta lo es porque es una injusticia». 

A pesar de ello, no tienen pensado rendirse de cara a los próximos meses: «tenemos una maqueta de la nave y la queremos sacar en procesión», comentan desde Súbete a la Nave y mantienen su lucha para «revertir el convenio» aunque lo ven «demasiado atado» y es difícil por «la fuerza social que tiene el Teatro Real». Por su parte, desde el Ayuntamiento sostienen que el proyecto «ayudará a la descentralización de la cultura de la capital» y reforzará su compromiso «con el tejido cultural madrileño».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *