El mercadillo de Navidad de Numen cumple diez años
Este es un colegio y centro de día para personas con discapacidad intelectual que crearon varias familias hace 30 años
Ahora que llega la Navidad comienzan las actividades relacionadas con ella. Desde ir a ver las luces que abarrotan el centro de Madrid, hasta mercadillos artesanales. El centro de día y colegio de educación especial de la Fundación Numen, aprovechando las fechas, realiza desde hace diez años un mercadillo navideño.
Numen es un proyecto concertado y subvencionado que crearon unas pocas familias hace 30 años. Empezaron en un espacio pequeño hasta a día de hoy que, con el paso del tiempo, se instalaron en la calle Tabatinga en un edificio de mayor tamaño para albergar todos los programas que solventan las necesidades diarias de los chicos: «En la planta de arriba se encuentra el colegio y en la parte de abajo el centro de día», nos explica Susana Ordobás, profesora y responsable de relaciones institucionales del centro.
Numen se caracteriza por ser una fundación que trae a sus instalaciones los programas más innovadores: «Siempre estamos pendientes de las nuevas corrientes educativas, no solo en España sino por todo el mundo. Cuando vemos cualquier cosa que puede serle útil a los chicos, presentamos el proyecto para que nos lo subvencionen», afirma Susana. De ahí han salido proyectos como la sala multisensorial que proviene de Finlandia y que, con la subvención de la fundación Antena 3, está ahora en este mismo centro.
El mercadillo de Navidad
Es un mercadillo completo que ha ido creciendo con el paso del tiempo. En un principio lo realizaban en la planta baja del centro con pocos puestos; ahora, ha crecido tanto que han tenido que subirlo a la planta principal. «Es alucinante cómo empezamos a como estamos ahora», afirma Alicia, una de las encargadas de organizar este proyecto.
Según nos explica Alicia, el mercadillo lo organiza la asociación AMPA del centro, es decir, los padres y madres de los chicos: «Comenzamos a difundir el mercadillo dentro de nuestros círculos para conseguir donaciones, que es el objetivo principal de este proyecto». Mientras paseas por los puestos del mercadillo, puedes ver cosas artesanales que hacen los padres, desde ropa, accesorios, comida, decoración del hogar… Ahora, han conseguido que muchas empresas les donen material para vender: «Marcas como Cortefiel, Essens, entre muchas otras, nos ofrecen sus productos para luego poder venderlos aquí».
El mercadillo se da difusión por el AMPA y son los padres los que se presentan voluntarios para vender en los puestos. También han incluido un espacio, llamado Producción, donde venden productos que han realizado los chicos con la supervisión de los profesores: «El dinero que se recauda de la compra de las velas o las tazas va directamente a las actividades de los chicos. El resto del dinero financia las mejoras para el centro: exoesqueletos, pantallas digitales, la piscina…», asegura Alicia.
Madres del mercadillo
La realidad es que son los padres y las madres los que se encargan de todo. Nada más entrar al mercadillo, pasando el puesto de la rifa, te encuentras a Pastora, madre de un chico del centro que lleva participando en el mercadillo desde que comenzó la iniciativa: «Entre otra chica y yo vendemos productos hechos a mano». Pastora adora coser y se le ocurrió comenzar a fabricar artículos para venderlos aquí : «Voy a un sitio a coser, así que entre mis compañeras y yo, cosemos los artículos que traigo después aquí para venderlos».
Continuando de frente encuentras el puesto de bisutería, de maquillaje e incluso uno de cremas. Sin embargo, si giras a la derecha en la segunda habitación, pasando por el puesto de los juguetes, te recibe Ana rodeada de jarrones, porcelana y cuadros: «Hacemos esto para poder ayudar en todo lo posible a nuestros hijos». Este es el segundo año que Ana se encarga de vender la decoración del hogar que donan las familias del centro. «El mercadillo navideño fue la mejor idea que se nos ocurrió para recaudar fondos; ahora contamos con más proyectos, pero este fue el primero».
Conectada a esta habitación puedes oler la comida que han donado las familias, desde bizcochos, montaditos de tortilla de patata, café… Enfrente está el puesto de Ana Belén, ella junto con Susana y Alicia, organizan todo el mercadillo. Aunque, no está en su puesto, sino descansando en el patio del centro, oliendo la paella que están a punto de repartir: «Llevo ocho años en esta iniciativa, pero solo llevo tres vendiendo en los puestos. Entre muchas cosas, se encarga de controlar el datáfono, de colocar las mesas al principio del mercadillo…»
Otros proyectos de Numen
Carmen, otra madre del mercadillo, nos explica otros proyectos que ha organizado Numen con el que pretende conseguir más financiación: «Es el primer año que hacemos un torneo de pádel». En este caso, no lo organiza la fundación sino un club de frontenis. «Es el segundo año que este club celebra este torneo, el anterior la recaudación fue para el ELA y este año va para Numen», explica Carmen.
El día del torneo se creará un puesto de la fundación para representarla: «En este caso, no supone tanto esfuerzo como el trabajo que se genera en el mercadillo», afirma con rotundidad Carmen. El torneo de mus es otro de los proyectos que ha realizado Numen con éxito: «Este ha sido el segundo año que se celebra y es casi seguro que se hará en 2024. Al igual que el mercadillo, se celebra en el propio centro y ha tenido mucha acogida», termina de explicar Carmen antes de volver a su puesto. Y así, termina esta mañana de domingo en Numen, con otro mercadillo que cada año obtiene más recaudación y todos con un plato de paella entre las manos.