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Sofía Casanova: el legado olvidado de la primera mujer corresponsal de guerra

Ámbito Cultural recuerda la figura de la periodista y escritora gallega durante la primera jornada del V Ciclo Hotel Florida

Marilar Aleixandre, Rosa María Calaf, Ana Pastor y Federico Ayala durante el encuentro en Ámbito Cultural | Madrilánea

Sofía Casanova fue la primera mujer corresponsal de guerra. Contratada por Torcuato Luca de Tena, documentó cinco guerras, contó a través de más de mil piezas los sucesos de la primera mitad del siglo XX en el diario ABC y entrevistó, antes que John Reed, al líder soviético León Trotsky. En el antiguo Hotel Florida, hoy El Corte Inglés de Callao, lugar por el que pasaron Charles Chaplin y Federico García Lorca, o donde Ernest Hemingway encontraba las vistas perfectas para retratar la Guerra Civil española, se recuerda el trabajo periodístico de Casanova a través de la antología ‘De guerra, revolución y otros artículos’ de Amelia Serraller. En un encuentro organizado por Ámbito Cultural, que cumple 25 años, escritores y periodistas homenajean la trayectoria y el legado de Casanova. 

«Sofía Casanova ha sido borrada, como muchas mujeres, de la historia», indica Rosa María Calaf, periodista y corresponsal para Televisión Española. En un momento en el que los medios de comunicación se encontraban en crisis, Luca de Tena decidió apostar por la gallega para cubrir la Primera Guerra Mundial, que gracias a su «carisma y personalidad única», como describe su descendiente Joanna Kuyawiñska, supuso un cambio la entrada de la mujer a los conflictos, aportando un ángulo «que nunca se había contemplado». La propia Casanova consideraba que este ámbito de la profesión era el idóneo para una mujer, «ya que son las que quedan para contar la guerra a sus hijos». 

«En sus crónicas se aprecia una gran humanidad», reconoce Federico Ayala, jefe de documentación de ABC, que ha investigado y leído gran parte de su legado que dejó en el diario. «Ella ha pasado frío, hambre y ha sufrido igual que el resto de civiles», añade. Esta humanidad de Sofía Casanova nace de su estancia en Polonia, donde vivió en sus propias carnes el sufrimiento del pueblo polaco. «Hizo suya la causa polaca», relata la escritora gallega Marilar Aleixandre, mientras explica que Casanova «fue víctima al igual que el resto de civiles, pasó hambre, frío y recorrió el camino del exilio con los demás exiliados». De hecho, en sus crónicas reconoce estar «orgullosa de ser una parte de ellos, ya que lo que ellos padecen lo estoy sufriendo». Además, Aleixandre explica que Casanova «adopta el sufrimiento y describe aquello que podríamos encontrar hoy en las crónicas de Ucrania, aunque tengan un significado distinto». Imágenes que se ven en la actualidad y en los telediarios, como las de civiles huyendo o niños separados de sus madres, y que son las mismas que Casanova ya relataba en sus crónicas.

Entre lo que más ha sorprendido a los ponentes se encuentra la dificultad que existe para encasillar a Sofía Casanova. «Era una mujer muy fiel, pero nada integrista», explica la periodista Ana Pastor. La fundadora de ‘Newtral’ también relata cómo Franco, al conocer su cercanía al bando nacional, quiso acercarla a su figura, pero ella no lo permitió. «Es evidente que Casanova tenía sus convicciones porque era católica y próxima a los sublevados, pero también criticaba duramente los escándalos nazis», añade. Ayala asegura que fue una «mujer valiente» tras reconocer sus convicciones delante de Trotski,  al que confesó ser  «del bando objetivo y de la orden», y ser «una gran crítica» de la dinastía zarista. 

Valentía heroica

A pesar de la trayectoria de Casanova como primera corresponsal y redactora en medios internacionales como ‘The New York Times’, ha sido obviada de la historia. «Una de las razones por las que creo que ha sido olvidada es que los bandos han sido incapaces de apropiarse de ella», reconoce Aleixandre. La investigadora reconoce en la figura de Casanova contradicciones y una valentía heróica. «En su momento fue reconocida por instituciones como la Real Academia Gallega, pero su figura ha desaparecido con el tiempo», añade la escritora. Pastor también echa en falta su figura en el ámbito del periodismo así como en la facultad: «Es un ejemplo de cómo se ha invisibilizado a lo largo del tiempo a mujeres en un papel tan importante como este».

Este encuentro ha tenido lugar en el espacio en el que se encontraba el antiguo Hotel Florida, que ahora abre sus puertas a través del V Ciclo Hotel Florida, que celebra Ámbito Cultural y que se ha convertido «en una cita anual en la que se debate la estrecha relación entre la literatura y el periodismo», tal y como explica Gervasio Posadas, director de Ámbito Cultural. Durante una semana, en este edificio situado a pocos metros de la Plaza de Callao, quince periodistas y expertos analizarán la situación de la profesión en conflictos armados. 

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