Descubriendo Madrid con Free Tours
Todos los hemos visto en la Plaza Mayor, la Puerta del Sol y en otros puntos turísticos de la ciudad con sus paraguas de colores o banderitas, rodeados por grupos de turistas que tímidamente comienzan a acercarse cuando llega la hora del recorrido: son los guías de los famosos ‘free tours’ del Centro de Madrid.
Los ‘free tours’ son una maravillosa forma de conocer a fondo la ciudad de Madrid. Con un modelo innovador, ofrecen llevar a los turistas a conocer una ciudad completamente gratis (bueno, con propina opcional).
Este servicio pasó de ser una simple idea de un grupo de estudiantes en busca de dinero extra para convertirse en una oferta turística imprescindible ofrecida por importantes empresas privadas en casi todas las ciudades turísticas del mundo. Incluso hay locales que los usan para recorrer su propia ciudad con nuevos ojos.
El ‘free tour’ tiene unos doce años de vida. «Al crearse, eran estudiantes que, para tener un dinero extra, enseñaban la ciudad a turistas a cambio de una propina», nos cuenta Néstor Rosas, dueño de la Asociación Cultural Free Tour Madrid y de la empresa Madrid a Pie.
Con casi once años en el mercado, Madrid a Pie cuenta con recorridos turísticos que se llevan adelante todos los días de la semana y en diversas horas del día. Estos recorridos son de libre aportación, lo que significa que los clientes pagan voluntariamente lo que consideran justo una vez finalizado el recorrido.
La aparición de este modelo de recorridos turísticos cambió radicalmente el panorama. Poco a poco, el trabajo se fue profesionalizando, hasta el punto en que las empresas de capital fuerte tomaron este nuevo mercado.
La empresa de Néstor se especializa en público español y latinoamericano, el cual representa un 90 por ciento de su clientela. Un interesante, es que nos dice que 40-50 por ciento de sus clientes son madrileños.
Ser turista en la propia ciudad es algo que los ‘free tours’ ven muy frecuentemente. Jim Robinson, estadounidense residente en Madrid, recorrió las calles del centro de Madrid junto a su esposa española gracias a los servicios de un tour gratuito, y contó que su pareja pasó un gran momento e incluso aprendió cosas que no sabía sobre su propia historia y cultura.
Según Jim, los recorridos están orientados para turistas extranjeros, pero cree que podrían existir tours destinados especialmente a la población local. En ellos, los ciudadanos descubrirían lugares o datos relevantes sobre su tierra natal que desconocían hasta el momento: «Creo que la gente suele hacer el mismo camino todos los días de su casa al trabajo, y van siempre al mismo restaurante, al mismo bar. Creo que hay muchas cosas por descubrir, especialmente en una ciudad grande y rica como Madrid. Gracias a esos tours, un local o alguien que acaba de mudarse puede conocer realmente su ciudad».
Néstor Rosas se encuentra con este tipo de clientes regularmente: «El otro día, durante un tour que tuve que hacer en un día de mucho trabajo, un cliente local me dijo que hace ocho años vivía por la Plaza Mayor y no conocía nada sobre su ciudad. Es algo muy común».
La mayoría de los consumidores de ‘free tours’ realizarán una reserva en un sitio web importante como Buendía Tours, Freetour.com o Civitatis. Estas compañías actúan como intermediarios, suministrando reservas de clientes a las compañías de guías turísticos reales, como Madrid a Pie. Las empresas de ‘free tours’ compran sus clientes de los sitios web y proporcionan el servicio real. El coste de un cliente de uno de estos proveedores varia, pero en Europa oscila entre aproximadamente 2,5 euros y 5 euros por persona, dependiendo de la ciudad, según fuentes consultadas de este sector. En Madrid, el precio actual es de aproximadamente 3,5 euros por cliente.
Según guruwalk.com, la propina promedia es de alrededor de 10 euros. Sin embargo, hemos escuchado anecdóticamente que en Madrid el promedio es más alto que eso, como alrededor de 20 euros.
Rosas cuenta con un ‘staff‘ fijo de historiadores de profesión. Todas las propinas van directamente a la empresa, y con estas ganancias se paga los sueldos, la seguridad social, los impuestos y los proveedores que les envían turistas para sus recorridos.
Nuestra otra fuente, que es guía en otra empresa de ‘free tours’ en Madrid, y quien ha pedido permanecer en el anonimato, nos ha explicado que en el modelo de su empresa, el personal gana únicamente en base a sus propinas, no un sueldo, y de hecho paga a su empresa por cada cliente. Su empresa obtiene los clientes principalmente de los grandes distribuidores, pero también desde la publicidad propia en redes sociales y el boca a boca. Luego los vende a sus propios guías turísticos.
Un modelo en conflicto: ‘free tours’ vs ‘tours’ tradicionales
A continuación, la misma fuente destaca una importante polémica entre los guías de los ‘free tours’ como él y los tours oficiales.
Estos últimos, según él, tienen un enorme desprecio por el nuevo modelo de los ‘free tours‘. Incluso están llevando a cabo una gran campaña política para regularlos. La Confederación Española de Federaciones y Asociaciones Profesionales de Guías de Turismo (Cefapit) ha calificado la situación como «injusta», ya que los profesionales tienen que realizar años de formación y exámenes para obtener acreditación, mientras que esto no es necesario para los guías. Otro tema polémico es que ellos al ser pagados con propinas, no están sujetos a los mismos impuestos que los profesionales.
La lucha de los proveedores tradicionales tuvo su efecto: en algunas ciudades las autoridades han limitado la cantidad de personas que puede haber en cada tour y ha prohibido el uso de altavoces para hablar con los turistas.
Esto ha afectado algunas pequeñas empresas de ‘free tours’, las cuales han tenido que contratar más guías para cubrir la demanda con sus nuevas limitaciones. Sin embargo, las empresas más grandes de ‘free tours’ parecen no estar afectadas. «Los guías oficiales creían que nos iban a afectar a nosotros, pero terminaron afectando a todos. ¿Por qué? Creían que nosotros tendríamos que bajar la cantidad de gente y lo único que han hecho fue generar que haya más cantidad de guías. Lo único que han hecho fue generar más trabajo al haber hecho esto. Entonces nosotros no estamos mal, estamos bien. Nos ha regulado. Antes, irte con treinticinco o cuarenta personas era peligroso, te podían robar o la gente se perdía. Ahora que somos veinticinco, el grupo es más fácil y las familias son más tranquilas», explica el guía argentino.