El ‘efecto frontera’ del SER en Ciudad Lineal: «Mamá, no puedo subir a verte, no encuentro aparcamiento»
La llegada de los parquímetros en el barrio de Pueblo Nuevo castiga a los residentes de las calles que aún no cuentan con la ‘zona verde’
Año 2002, vuelta de las vacaciones de verano. Los vecinos de algunos barrios céntricos de Madrid experimentaron un cambio en su bolsillo. Y no, no es solo el cambio de pesetas a euros: los parquímetros empezaban a invadir las aceras. Los barrios limítrofes a los que aún no había llegado lo que hoy se conoce como zona SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) se convertían en una especie de parking por la sobresaturación de los coches de los barrios con aparcamientos de pago. A este fenómeno se le acuñó el nombre de ‘efecto frontera‘.
En febrero de 2023, con 4.778 votos favorables de los 6.506 emitidos, los residentes de Pueblo Nuevo, Concepción, San Juan Bautista y Atalaya manifestaron que querían la zona SER en sus barrios. Desde el 25 de septiembre del año pasado, los vecinos podrían aparcar sus vehículos en sus calles si contaban con una tarjeta de residente. Que el resultado diese la victoria a la ‘zona verde’ -así es como se conoce las plazas de estacionamiento para residentes que regula el SER- es consecuencia de que, unos meses antes, entró en vigor la zona SER en Ventas, San Pascual y Quintana (zonas colindantes). Pueblo Nuevo y el resto de barrios votaron ‘no’ por aquel entonces.
Barrios de Ciudad Lineal que implementaron la zona SER en 2022:
- Ventas
- San Pascual
- Quintana
- Colina
Barrios de Ciudad Lineal que han implementado la zona SER en 2023:
- Pueblo Nuevo*
- Concepción*
- San Juan Bautista
- Costillares
- Atalaya
*No está la zona SER extendida en todo el perímetro del barrio
Sin embargo, la última ampliación de estas zonas reguladas en Ciudad Lineal ha provocado el ‘efecto frontera’ dentro de los propios barrios, pues la delimitación no se corresponde con la totalidad de los mismos. Estas ‘zona verdes’ deben pedirse desde las Juntas de Distrito Municipal. En otras palabras, es la voluntad de los vecinos la que impera para extender la regulación a sus calles. Desde el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad están «abiertos a nuevas ampliaciones de la zona SER».
Laura vive cerca del parque Arraiga y ha notado que «se aparca peor desde que se instaló la zona verde en Ventas». Ella está a favor de que «se incluya en el resto del barrio la zona SER». José Luis se mudó de Chamberí a Pueblo Nuevo hace 14 años. El vecino cuenta a este medio que salió «hasta las narices» del sistema de regulación de estacionamiento pero que, ahora, «viendo cómo está el panorama actual aquí -en Pueblo Nuevo-, yo estoy a favor de que se amplíe la zona al resto del barrio».
Aunque las opiniones sobre la legitimidad de la medida son tan variadas como los colores de las líneas que indican las plazas de estacionamiento, los vecinos de la zona concuerdan en la idea de que «es imposible aparcar». Así lo manifiesta Ángel, un antiguo vecino de la calle Vázquez Mella que solo vuelve a la zona para ver a su madre: «Alguna vez he tenido que llamar a mi madre desde la puerta de su casa, montado en el coche y decirle ‘no puedo subir a verte porque no encuentro aparcamiento’», lamenta el ex vecino.
Política integral de la ciudad
En conversación con Madrilánea, Cristina López, Directora técnica del Observatorio de la Movilidad Metropolitana, explica que «las políticas actuales están dirigidas a quitar espacio a los coches en las grandes ciudades, y la regulación del aparcamiento es la medida más eficaz para ello». «Hasta un 75% ocupa el coche en el espacio público», declara la profesora de la Universidad Politécnica (UPM).
Pero no solo la ciudad de Madrid está mirando hacia la restricción de uso del vehículo privado. López explica que ciudades como Pontevedra busca que, en un futuro, en su centro no haya coches estacionados o Barcelona, que «pretende que desaparezcan las plazas de la superficie y pasarlas al subterráneo». Por tanto, se busca, con estas políticas, «devolver el espacio público al peatón», afirma la directora.
La zona SER ha pasado de generar rechazo a que los vecinos se movilicen para que se instaure. «No es un afán recaudatorio, lo que hay detrás es una presión ciudadana», sentencia López. Ahora, sí el resto de residentes quieren que se amplié a todo el barrio la zona SER deberán proponerlo o bien en un pleno de la Junta del Distrito o desde el portal de Decide Madrid, como ya han publicado varios vecinos. Todo quedará en la lucha vecinal.