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Los almendros anticipan la floración en tiempo récord por el cambio climático 

En el parque de la Quinta de los Molinos ya se pueden ver ejemplares con flor con un adelanto de 16 días 

Si fuese un año normal, sería ahora, a mediados febrero, cuando los almendros comenzarían con el proceso de floración para después engendrar su fruto. Dentro de dos semanas, Madrid debería estar teñido de los pétalos blancos o del rosa suave de esta especie. Sin embargo, no es un año normal. El cambio climático ha mostrado una vez más lo dañino que puede ser. A finales de enero hubo un aumento de las temperaturas que ha propiciado que los almendros comenzasen antes de tiempo su florecimiento. 

Según Javier Cano Sánchez, Delegación Territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Madrid: «El almendro o ‘Prunus dulcis’ es una especie originaria del suroeste de Asia que se cultiva en nuestro país desde hace milenios y fue muy difundida por los romanos». Esta especie es propia de climas templado-cálidos y secos, se trata de un pequeño árbol de la familia de las rosáceas.

Sus flores, con cinco pétalos de color blanco o rosáceo, dependiendo de las variedades, aparecen en pleno invierno antes que broten las hojas. «Las anomalías en el clima sirven de estímulo para que el almendro florezca antes de tiempo», afirma Cano Sánchez. Este investigador ha realizado un informe detallado titulado: ‘Fenología de la floración de los primeros almendros en el centro y sur de Madrid (Periodo 1981-2024)’, donde ha explorado los ciclos de florecimiento de esta especie de los últimos 44 años. 

Datos del adelanto y el atraso de la floración de los almendros. Tabla: Javier Cano Sánchez, AEMET

«Los años 2021, 2022, 2023 y 2024 se han comparado con la serie de 1991-2020, cuya mediana es el 7 de febrero. Las anomalías, cuantificadas en número de días, indican los días de adelanto y de atraso. Este año, 2024, la floración se ha adelantado 16 días, con una caracterización fenológica de fecha muy temprana», afirma Cano Sánchez.

Los almendros no comienzan a florecer todos a la vez, cada uno tiene un diferente período de latencia o de reposo. Esta época se caracteriza por ser el descanso invernal del fruto. Por ejemplo, en el parque lineal del Manzanares esta especie florece con unos días de antelación, ya que tienen un microclima más suave que la periferia, debido al efecto de ‘isla de calor’ que provoca el área metropolitana de Madrid.

La investigadora, Raquel Sánchez Pérez, del Centro de Edafología y Biología Amplificada del Segura (CEBAS) del CSIC, coincide con la AEMET: «Los almendros están adelantando su floración, lo cual es un peligro para las cosechas». Al comenzar tan pronto su florecimiento pueden sufrir heladas más adelante y se perderán por completo sus frutos. 

Almendro del parque lineal de Manzanares a finales de enero. Javier Cano Sánchez, AEMET
Almendro del parque lineal de Manzanares a finales de enero. Javier Cano Sánchez, AEMET

Es por este problema tan grave que los investigadores de CEBAS-CSIC están trabajando en un producto que diluido con agua, se rocíe con un espray en la planta y desacelere el florecimiento. «Desde 1970 se está realizando esta investigación. El objetivo es encontrar un material orgánico que disminuya la velocidad en la floración de los almendros», afirma Sánchez Pérez. 

Este estudio requiere de mucha paciencia, ya que los almendros se demoran una media de nueve a diez años en ser funcionales para el proyecto. Solamente en los primeros tres años de vida del ejemplar se encuentra en su época juvenil o de letargo y todavía no es factible para el estudio. La investigadora asegura que hay varios programas por toda España que están desarrollando este plan como en Cataluña, Zaragoza o Murcia

La Quinta de los Molinos

En Suanzes se encuentra el parque de la Quinta de los Molinos, uno de los principales atractivos naturales de Madrid y desde 1997, parque histórico y bien de interés cultural. El terreno tiene 500 metros cuadrados y ha pertenecido a varias familias de la nobleza española, pero no fue hasta que el VI Conde de Torre Arias contrató al arquitecto valenciano César Cort Botí que rehizo el parque.

Cort Botí realizó un gran ejercicio de paisajismo, creando una finca urbana que recuerda a las fincas agrícolas mediterráneas: con molinos, arroyos, olivos y almendros. En esta época del año y con la floración del almendro, se convierte en una zona muy turística de Madrid.

Los vecinos de la zona también han notado esta aceleración. «Mi marido y yo paseamos varias veces por semana por el parque y hemos notado como muchos almendros han florecido antes de tiempo», afirma un matrimonio del barrio. Esta pareja teme que esto pueda suponer un problema: «Este tipo de cosas solo las propicia el cambio climático y un adelanto tan grande no puede ser bueno». 

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