Grafología, la psicología de la escritura
«¡Por favor, un autógrafo!». Cuántas veces hemos visto cómo los famosos estampan su firma sobre camisetas, fotografías con su retrato, balones o incluso en la misma piel de sus fans. Tal parece, que tras esa autobiografía abreviada de sus firmas, se escondiese el secreto de sus éxitos directamente salido «de su puño y letra». Un mensaje cifrado que sus admiradores, aún a pesar de no acabar por entender del todo su significado, mostrarán orgullosos a sus amistades como quien ha logrado poseer, al fin, la fórmula mágica de la fortuna. El talismán definitivo para que el destino se fije en ellos.
Y es que nuestra rúbrica nos representa. No se trata de una fotografía. Sin embargo, a la hora de comprometernos en un matrimonio, de comprar la casa y «firmar la hipoteca», de una declaración importante, de redactar el testamento… En todos los casos, nuestra firma representa la garantía de su cumplimiento. Es símbolo de autenticidad y compromiso en toda clase de documentos y contratos. Ante los demás y las instituciones.
Hoy día, más que nunca, se hace uso del teclado, incluso para lanzar un beso a nuestra pareja en forma de un «¡muaaaaaaac!» mediante el Whatsapp. Así y todo, cuando todos dábamos por muerta la escritura manuscrita, los «papeles de Bárcenas», los «papeles de Eufemiano Fuentes» o los «papeles de Guerrero a Griñán» nos recuerdan que siempre vamos a escribir algo a mano. Aunque sólo sean notas al margen o registros en B. Anotaciones de nuestra vida secreta y prohibida.
Psicología de la escritura
Sandra Cerro, Licenciada en Derecho y Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos, es una estudiosa de las letras. O si se prefiere, una psicóloga de la escritura. «Con nuestra escritura dejamos un reflejo, no sólo de nuestro carácter y personalidad, sino también de nuestras emociones, motivaciones, aptitudes y actitudes ante la vida». En relación a los «papeles de Bárcenas», opina que ha primado el sensacionalismo sobre el rigor, ya que sin documentos originales es muy difícil extraer conclusiones fiables. En un cotejo sobre fotocopias, «que Dios sabe por cuántas fases de escaneado y fotocopiado habrán pasado», se desvirtúan los manuscritos y es difícil estudiar «aspectos importantes del trazo, sobre todo los correspondientes a la presión o posibles retoques». En este caso, ha faltado la herramienta esencial del perito calígrafo: el documento original.
«Un estudio caligráfico puede llevar muchas horas o muchos días. Es un trabajo delicado, de precisión, que pasa por muchas fases de estudio». En algunos medios de comunicación, «a los peritos se les ha demandado un juicio rápido acerca de los supuestos documentos de contabilidad filtrados y han vertido opiniones sin tomarse el tiempo para estudiar con detalle la documentación». Sandra defiende que la pericia caligráfica es una disciplina más seria que un show televisivo. «Quizás puede haber dado la impresión de que los grafólogos sacamos conclusiones de los manuscritos casi a primera vista, como si de una bola de cristal se tratase. Eso está muy lejos de la realidad».
Un caso sonado, en que resultaron determinantes las pruebas caligráficas ante los tribunales de justicia, fue el de Anna Permanyer en 2008 (Tribunal Supremo de Cataluña. Sala Penal, recurso nº 25/2008, de 2 de febrero de 2009). Gracias a ellas se pudo dictaminar que se había obligado a una mujer a firmar un contrato de arras (precontrato que incluye un depósito previo de dinero), y no lo había suscrito por voluntad propia. En muchos casos, este tipo de pruebas pueden resultar concluyentes. Sobre todo se utilizan para determinar o atribuir autorías de manuscritos, detectar falsificaciones, o descubrir la mano que ha escrito un anónimo. Suelen pedirse informes grafológicos, por ejemplo, en testamentos manuscritos para comprobar si el testador estaba en su sano juicio cuando redactó el testamento, y determinar así su validez o no. También en casos de maltrato familiar, o para evaluar aspectos criminales de la personalidad.
«¡Ahí está la grafología!»
Un aspecto interesante de estas técnicas se centra en la investigación de patologías, aunque «de modo muy limitado en España». En otros países del mundo los grafólogos trabajan en colaboración con equipos médicos en la investigación de enfermedades como el cáncer, el parkinson u otros síndromes físicos y psíquicos, «pero en España −que yo sepa, dice Sandra Cerro−, eso no existe y es una pena». Las trabas en este campo de investigación son muchas, con lo que ahí «nos topamos con un grueso muro».
Francia se considera el país donde la grafología tiene un mayor reconocimiento, ya que esta técnica es usada habitualmente en procesos de selección de personal en las empresas. También Argentina cuenta con la presencia de buenos profesionales. En estos países esta disciplina sí posee reconocimiento oficial. En el nuestro, una mayoría de las empresas no reconocen que entre sus pruebas de selección incluyen la grafológica, pero los candidatos suelen encontrarla por sorpresa. Muchos desconocen la razón por la que les piden una carta de presentación manuscrita al enviar la candidatura, o por qué les piden escribir un texto durante las pruebas de selección «¡ahí está la grafología! Se usa más de lo que parece», sobre todo para puestos de alta dirección o de confianza. «Incluso me consta que altas instituciones de seguridad del Estado la incluyen en sus fases de selección». Se trata de una prueba más, que ha de apoyarse con otras, pero la mayoría de las veces, «un informe grafológico puede decir la última palabra a la hora de decantarse por un candidato u otro».
Los cuadernos Rubio
Poner los puntos sobre las íes entre los peritos caligráficos indica capacidad de atención a los detalles, y capacidad de precisión en los argumentos. Virtud que Sandra Cerro cultiva y cuida en su conversación. La escuchamos hablar sobre otros aspectos de su profesión.
—Un niño con su personalidad sin formar del todo, ¿puede beneficiarse de un test de su caligrafía?
—En general, hasta los 14 años, a los niños se les aplica el test de dibujo. A partir de esa edad pueden pasar tests grafológicos pero con condiciones, ya que es una escritura inmadura que en breve cambiará. La escritura de los adolescentes es precisamente la más compleja, porque están en una fase de muchos cambios y con la personalidad y las motivaciones poco definidas.
—¿Se acuerda de los cuadernos Rubio? ¿Qué opinión tiene sobre la educación de aquellos años?
—Sin duda, era mejor que la de ahora. No creo que sea muy beneficioso para los niños que, nada más comenzar la escuela, le pongan una tablet o un ordenador encima de la mesa. Los cuadernos Rubio marcaban un modelo caligráfico, como todos los que han existido a lo largo de la historia. A partir de esa pauta aprehendida, cada alumno evoluciona y personaliza también su escritura hasta hacerla propia. Escribir también es una forma de terapia para modular la personalidad, para proyectarnos, cosa que no se puede hacer con los ordenadores.
—Según algunos grafólogos, «las jotas con el lazo abierto simbolizan falta de sexo». ¿Es cierto?
—¡No! Además, no podemos juzgar aspectos de la personalidad analizando solamente rasgos aislados, sino todo el conjunto de un escrito, incluyendo la firma. La letra del sexo es la «g», y según sea su bucle se puede ver la intensidad del impulso sexual, su realización, pasión o fantasía, y también la entrega o no a la pareja. Pero en todos los casos, el análisis debe realizarse dentro de un contexto, nunca aislado.
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Corrupt ScriptLa tipografía Corrupt Script ha sido diseñada por el diseñador gráfico Marc Garriga, de Identya, inspirándose en los papeles atribuidos a Luís Bárcenas publicados por el diario El País. En las fotocopias de dicha contabilidad, se destapa una presunta trama de corrupción consistente en una doble administración en dinero negro, donde se incluyen supuestos sobresueldos a destacados políticos del Partido Popular. La siguiente recreación pretende reflejar el debate abierto por diferentes medios de comunicación y por diferentes grafólogos sobre la autenticidad y la autoría de las anotaciones publicadas en la prensa. El tiempo y la justicia tendrán la última palabra. Con el diálogo se pretende mostrar el sentir de muchos de los comentarios que se pueden encontrar entre los mensajes de las redes sociales, a propósito de la fuente Corrupt Script:
—Por favor, poned un enlace para la descarga de la fuente, pues quiero llevar mi contabilidad con la letra de estos señores. Es para declarar a Hacienda, a ver si así puedo defraudar un poco más. Prometo utilizarla también en mis sobres de pagos a los empleados.
—De momento no tenemos ninguna intención de crear la fuente para descargar. Mucho menos comercializar con ella. ¡Sólo faltaría que Bárcenas nos demandase y exigiese derechos de autor!
—¿No se puede descargar? Pero si Bárcenas nunca os demandará. Si admite que esa letra es suya, ¡tendrá un serio problema! De todos modos, yo pensaba que Bárcenas sería más partidario de tipografías tipo Helvética.
—Bueno, vale. En ese caso si quieres descargarla debes enviarnos un sobre. ¡Es la primera tipografía de pago «en B»!
—Pero… estoy viendo que entre todas las letras ¡falta la W! ¿Es que en ninguno de los papeles dice cuánto se gastaron en whisky?
—No es por eso. Es que Wert todavía no era nadie en el partido. La L y la B sí que aparecen. ¡Y los números tampoco podían faltar!
—Ya me la he descargado pero no funciona. Me dice que está corrupta, supongo que es normal, ¿verdad? ¿Será cuestión de enviaros más pasta…?
—Ahora estamos muy ocupados creando otras tipografías: la Puyol Hand 3%, la Arial Mato y la Royal Corrupt Script. Si es que nuestro diseñador gráfico… ¡ya falsificaba la firma de su madre cuando suspendía en el colegio!
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La ciencia de la Grafología,ojalá nos saque de las dudas que tenemos la mayoría de los españoles.Me alegra que cuando casi nadie se acordaba de esta maravillosa «ciencia»,sirva para destapar la mas abrupta corrupción en que están inmersos una parte importante de nuestros políticos.
Ahora que ya nos olvidábamos de los maravillosos cuadernos de Rubio debido a la modernidad de los WHATSAPP o las técnicas digitales,bienvenida se la bendita Grafología.
Por suerte, los cuadernos Rubio siguen usandose en las escuelas.Porque sí, yo tambien tengo a veces, la necesidad imperiosa de coger un boli y expresar mi personalidad, aunque sea a mi misma. No he encontrado fuente que la represente.
Si según la Grafología, nuestra escritura expresa los rasgos más destacados, (buenos y malos),de nuestra personalidad inconsciente tanto como nuestros gestos o expresiones espontáneas, sería justo aplicarla también como eximente a la hora de juzgar un comportamiento incorrecto o delictivo y no sólo para poner de relieve ciertos defectos o debilidades de la personalidad que, en su aspecto consciente, no son visibles.
Por otra parte, y desde el punto de vista humorístico, me parece muy bueno el supuesto diálogo sobre las fuentes y la tipografía de las letras. Ya dijo Alvaro de Laiglesia que el humor era “una pierna de repuesto”.