El PSOE pretende regular El Rastro sin contar con las asociaciones
«El lugar donde matan los carneros… Díxose Rastro porque los llevaban arrastrando, desde el corral a los palos donde los degüellan, y por el rastro que dexan se le dio este nombre al lugar». Así descubría Covarrubias en 1611 el origen de la palabra que da nombre al mercado ambulante más famoso de Madrid: El Rastro. Por este enclave aparecieron a principios del siglo XIX ropavejeros y libreros. A finales, llegaron los anticuarios y la costumbre de buscar artilugios de segunda mano.
Pero El Rastro no es solamente pasado, también es futuro y para muchos de los fieles a este mercadillo se trata además de un evento semanal, un acontecimiento que ocurre todas las semanas en la misma ubicación de siempre. Pero que se repita no quiere decir que sea igual. Cada domingo las piezas son diferentes y por ello hay muchos amantes de El Rastro que acuden a esta cita todas las semanas sin excepción.
Sin embargo la cruda realidad de este zoco va más allá. No se trata de un simple mercadillo, o de un encuentro entre viejos amigos. El Rastro se encuentra en una situación delicada desde el año 2004, cuando se propuso su traslado parcial a una zona industrial próxima a Mercamadrid. Desde entonces, son muchos los políticos que han intentado hincarle el diente a este enclave para explotar el barrio de La Latina con planes urbanísticos. Después llegó la problemática de la regulación de sus puestos y ahora los comerciantes, representados por siete asociaciones, se enfrentan a otra amenaza: un proyecto para considerar El Rastro Bien de Interés Cultural (BIC).
La incertidumbre entre los comerciantes es cada vez mayor y aseguran que se enteraron de esta iniciativa por la prensa. Desconocen los motivos por los que no se les ha informado de esta medida. Llevan desde entonces pidiendo explicaciones, -a las que no han obtenido respuesta-, por parte de la concejala portavoz del grupo Municipal Socialista de la Junta Municipal del distrito Centro, Marisa de Ybarra y por el Portavoz Municipal Socialista, Jaime Lissavetzky.
En una carta de la Asociación Rastro Punto Es remitida el pasado 28 de enero a la atención del Director General de Patrimonio Histórico, Jaime Ignacio Muñoz Llinás, se relata que en el Pleno de la Junta de Distrito Centro se aprobó valorar «si al Rastro de Madrid se le va a calificar como BIC de la Comunidad de Madrid». En la misma se adjuntaban 560 firmas de los titulares «que realizan su actividad en El Rastro» y pedían que no tomasen ninguna decisión sin contar con sus vendedores «que son los que hacen posible, desde tiempos inmemoriales, este evento cada domingo». Además en la misiva se muestra la perplejidad de los comerciantes, «pues en ningún momento han contado con los vendedores para que participen en todo este proceso». La carta terminaba solicitando una reunión para que las asociaciones fuesen informadas. El Rastro Punto Es no obtuvo respuesta por parte de la dirección.
A los pocos días, las asociaciones fueron convocadas a una reunión dirigida por Ybarra en la que proponían declarar El Rastro como BIC. El Presidente de la Asociación Nuevo Rastro de Madrid, Angel Fraile, asegura que fueron a la reunión «inocentemente, pensando que sería beneficioso para El Rastro. Lo vendían todo hecho». Pero la Asociación Rastro Punto Es, que se encarga de todos los trámites legales del Rastro, encargó un informe socio-jurídico. Tras conocer esta información seis asociaciones decidieron no apoyar la iniciativa. Terminaron la reunión creyendo que la concejala Ybarra había entendido que no se podía pretender tomar una iniciativa sin el conocimiento de los afectados.
«Nos terminará asfixiando»
Para sorpresa de las asociaciones, en el mes de junio se aprobó la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid y, a continuación, el grupo socialista registró una proposición «no de ley» para que el Rastro sea declarado BIC. «La Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid es muy fuerte. Nos terminará asfixiando. En ella pone lo que podemos vender y lo que no», explica Fraile. Por otro lado, comenta que a la hora de hacer alguna reforma en la fachada de su comercio ya no dependería de la Comunidad. El Rastro Punto Es volvió a remitir una carta a la atención del portavoz del PSOE en la que continuaba demandando información y exigían explicaciones del por qué intentan una mayor regulación de El Rastro ignorando a las asociaciones.
«El PSOE no está contando con las partes», comenta Francisco Gabriel López Quirós, el Presidente de la Asociación de Vendedores del Rastro que añade que se trata «de una propuesta que debería ser votada por las asociaciones al repercutir directamente a los vendedores». Fraile comparte la misma opinión y, además, recalca que hay cosas mucho más importantes que hacer: «Lo primero y mejor sería que pusieran papeleras en El Rastro, el BIC no es importante. Las asociaciones estamos sacando el mercado adelante».
El PSOE no ha contestado a las llamadas y correos electrónicos que Madrilánea le ha enviado para poder hablar del futuro incierto de El Rastro. Las asociaciones seguirán luchando para que no se les ignore y tengan voz y voto en esta situación en la que son las principales afectadas. Así podrán continuar trabajando para que el mercadillo más emblemático de la ciudad no termine de perder su esencia y siga atrayendo a todo tipo de gente.
Pingback: Artículo en el ABC « Asociación El Rastro Punto Es
Pingback: Artículo en el ABC « Plataforma de Comerciantes Ambulantes CAM