Un mapa de recuerdos de Madrid
Era primavera del 2003, llevaba poco tiempo en Madrid y decidí ir a visitar el museo de El Prado (…) Me senté en una de las escaleras que conducen a la entrada a esperar hasta que abrieran la puerta y vi llegar a un hombre de mediana edad.
Este hombre tenía cara de felicidad, era de esas personas que transmiten felicidad aún sin estar sonriendo (…) Se sentó dos escalones más abajo que el mío y me miró sin decir nada, yo le devolví la mirada y sonreí. Al cabo de unos minutos me preguntó de dónde era (…)
—De Sevilla- le contesté.
—Preciosa ciudad- me dijo con una sonrisa y continuó- tengo problemas de corazón y el médico me recomendó visitar Sevilla.
—¿Y fuiste? – pregunté sin más.
—Sí, caminar desde la catedral al Barrio Santa Cruz no curó mi dolencia pero me alegró el alma.
—Intenta ir a algún lugar que no conozcas cada año y disfruta el viaje poniendo todos tus sentidos.
—Y aunque cuando pase el tiempo, no recuerdes exactamente lo que viste ni a dónde fuiste, te
quedarás con la emoción de lo vivido. Cada vez que alguien o algo te recuerde ese lugar sentirás las emociones que sentiste. Es hermosa la capacidad que tiene el ser humano de recuperar emociones tan sólo con el recuerdo– me dijo.
En ese momento se incorporó y subió un escalón más, aproximándose más a mí.
—¿Qué hora es?– me preguntó.
—No tengo reloj– Le dije.
—Los ángeles no llevan reloj– me dijo y se fue bajando las escaleras.
«Es hermosa la capacidad que tiene el ser humano de recuperar emociones tan sólo con el recuerdo», le dice en este relato un hombre anónimo a una joven anónima, ambos perdidos en Madrid. Una ciudad que no se ha erigido sobre los cimientos de la imagen turística que le han intentado impregnar, ni que tampoco se alza sobre los imponentes edificios que a veces no nos dejan ver el cielo…Madrid existe por sus habitantes y la memoria depositada de cada uno de ellos en un rincón de la ciudad.
Como homenaje, Nuevo Teatro Fronterizo, la Escuela de Guión de Madrid y Nuevenovenos, un grupo de creativos del mundo audiovisual, han decidido crear un mapa de recuerdos de Madrid.
Estas historias de amor, de desamor, de llegadas o de huidas, se van a repartir entre un número importante de guionistas, dramaturgos y escritores que las dramatizarán para montar piezas audiovisuales. «Cada recuerdo será grabado en piezas de cinco minutos con un actor hablando a la cámara contando el recuerdo a modo de confesionario», explica Daniel Ramírez, director de Nuevenovenos. Con las piezas, se creará una página web con un mapa de personas y memoria, «y sobre el mapa, el internauta decidirá qué recuerdo quiere ver». Ver recuerdos o revivirlos porque el objetivo del proyecto «es que la gente que vive en Madrid o en otras ciudades se reconozca en los recuerdos de otros».
Para que este mapa se haga realidad, «se ha abierto un plazo que termina el 31 de este mes para que cualquier persona nos mande por email su recuerdo, sin límites de extensión o de temática. Queremos que la gente sea libre de contar lo que quiera. Todos tienen una pequeña historia que lo vincula a la ciudad, ya sea en una plaza, durante alguna Fiesta de la Paloma, o en verano, cuando Madrid queda vacío”, explica Daniel.
Guión del no guión
La idea surgió durante un ensayo en el que cada actor tenía que contar algún episodio de su vida, pero dejando de lado el personaje. «Se trata de ponerle guión a historias reales», concluye Daniel.
El escritor, guionista o dramaturgo, sobre cuyas manos aterrizará un trozo de vida, podrá hacer suya la historia. «Vamos a olvidarnos de los términos ficción o realidad, habrá la libertad para jugar con el recuerdo». Porque en definitiva, las memorias que alojan esos recuerdos, los transforman y los convierten en algo diferente al hecho, persona o lugar que les dio origen. «En el fondo, acabamos por inventar, no nos mantenemos fieles a los hechos sino que los cambiamos para convertirlos en algo que queremos. El recuerdo es la visión de lo que a una persona le ocurrió y la idea es jugar con eso», concluye.
El juego derivará en varias formas. «No solo la audiovisual sino posiblemente el corto o el largometraje, con historias agrupadas que hablen de la Puerta del Sol, de la Castellana, o de Lavapiés».
La selección de los recuerdos se hará «por intuición» y en ella participará la dramaturga Eva Redondo. En la dirección de actores estará Alicia Luna, de la Escuela de Guión de Madrid y ganadora de un premio Goya al mejor guión por «Te doy mis ojos».
Madrid «del revés»
Esta visión rupturista, de un Madrid diferente explica que Nuevo Teatro Fronterizo haya querido formar parte del proyecto. Comparten la idea de romper pactos, de ver el entorno y en este caso la ciudad, desde otra perspectiva. «Acogimos la idea por una cuestión de filosofía, queremos habitar las fronteras que separan al teatro de otros lenguajes como el audiovisual. Además, nos gusta provocar el proceso de contar historias, que gente anónima cuente lo que ha vivido, y que no sean los “contadores oficiales”, sino al revés», explica Ana Belén Santiago, productora de Nuevo Teatro Fronterizo.
De esta propuesta «al revés» han surgido historias y contadores tan variados como la ciudad que los acoge. Historias de los 70, los 80 o los 90…de gente de Madrid o de otras ciudades, de los que han venido o de los que se han ido. Jóvenes y no tan jóvenes, habitantes que han dejado una huella honda en Madrid, y que casi sin darse cuenta, pensando en otras cosas, edificaron la ciudad.
Viví un tiempo en la plaza de Chamberí, en un bajo cuyo portal daba a la misma plaza. Por las
noches oía el metro bajo mis pies. La línea 1 pasaba justo por debajo de mí y los temblores en la casa eran frecuentes. Durante unas tres semanas tuve un bonito romance con una chica
madrileña del barrio. Lo curioso fue que, durante aquellas tres semanas que ella me visitaba, en mi pequeño apartamento no sentí ningún día el metro. Cuando aquello pasó, lo volví a oir y a sentir bajo mis pies. Aquello me pareció muy metafórico. A veces, uno se olvida de todo lo
periférico cuando está dedicado a las cosas importantes.
Desde el primer día ví el talento que tienes.
Nunca dejarás de sorprenderme.
Gracias