Tetuán

«Drógate informado»

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Un test colorimétrico con una pastilla de MDMA. Foto: F. M.

La sala de espera de Energy Control, en Tetuán, parece una consulta médica, pero no hay revistas; hay folletos sobre riesgos, efectos y cuidados del consumo de cocaína, carteles sobre alertas de adulteraciones y resultados de análisis. Cuando la puerta se abre, el «paciente» se explica:

Hola, traigo MDMA.
—Muy bien. Ahora te decimos lo que es.

Energy Control nació hace 17 años para informar sobre el consumo responsable de droga. Fue dentro de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo ante la desinformación sobre un asunto con muchos riesgos y tabúes. «Entonces las medidas iban dirigidas sobre todo a la prohibición, y había un vacío de información», explica Ana Muñoz. «Pero a aquel que consumía drogas y no se había enganchado, y quería volver a probar de forma responsable, no tenía manera de informarse».

Al principio nació como un puesto de información, pero a partir de 2005 empezaron también a analizar con pequeñas muestras traídas por la gente. «Intentamos fomentar el pensamiento crítico y la toma de decisiones personales. Alguien puede decidir consumir bajo su responsabilidad, pero tiene una sustancia que no sabe lo que es, ni qué dosis lleva de ella, ni cómo de peligrosa es», cuenta Muñoz.

Primero se hace un análisis cualitativo, en el que simplemente se mide la presencia o ausencia de una sustancia. Es un test colorimétrico: se le aplica un reactivo y el cambio de color indica de qué está compuesta. «Mira, esto es MDMA». La pastilla se volvió negra.

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Foto: F. M.

El test colorimétrico es instantáneo. Después llega un análisis cuantitativo (cromatografía de capa fina), que tarda dos horas y analiza qué sustancias están presentes (por ejemplo, con lo que esté cortada la droga) y en qué medida. Otro análisis posterior puede determinar la pureza de la sustancia.

Además de su local, Energy Control lleva estands a festivales en los que también informan, analizan e incluso se coordinan con los sanitarios. «Hemos tenido un par de casos de gente que había perdido el conocimiento. Por ejemplo, un chico vino a nosotros diciéndonos que un amigo se había desmayado después de tomar algo, y nos dio una muestra de lo que era».

Otra vez, una chica había mezclado GHB y alcohol y estuvo sin conocimiento durante cuatro horas. «En este caso, el problema fue la falta de información: ella no sabía que, al mezclarse, estas dos sustancias pueden provocar una parada cardiorrespiratoria. Son este tipo de cosas sobre las que no hay información y no se habla», relata Muñoz.

Aun así, los casos graves recogidos son muy escasos. «El tópico dice que la gente joven no tiene cabeza. Pero te puedo decir que en el 99,8% de las ocasiones, deciden tirar lo que analizamos cuando no es bueno». La edad media de los que se acercan a informarse a Energy Control está en torno a los 30 años, y llevan principalmente lo que ellos creen que es cocaína, MDMA y «speed». Los que repiten visita, suelen buscar información porque saben que van a consumir droga en alguna fecha próxima (una fiesta, un cumpleaños) y quieren analizar lo que traen e informarse sobre los límites que se tienen que poner.

Los que vienen por primera vez suelen acercarse con el test como excusa. «Al final el análisis es solo la primera parte de nuestra intervención, y no la más importante», recuerda Ana Muñoz. «Empieza un diálogo y, si les hacemos sentir cómodos, nos empiezan a contar sus problemas y preocupaciones. La gente es receptiva». Si detectan síntomas de drogadicción en algún caso, derivan el caso a otros proyectos destinados a ello.

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Joven entrando a la sede en Madrid de Energy Control. Foto: F. M.

Muñoz cuenta que también se acercan padres, preocupados por el consumo de sus hijos o que directamente han encontrado alguna sustancia por casa y quieren saber qué es. Energy Control también tiene talleres de actuación y formación en institutos, con padres y con distintos profesionales (sanitario, docente), entre otros.

Hay cuatro sedes, en Madrid, Barcelona, Andalucía (Antequera) y Mallorca, pero también se pueden enviar las muestras por correo. «Es preferible que vengan, porque se puede asesorar con mucha más profundidad», recuerda Muñoz. La cantidad necesaria para el análisis es tan pequeña que no hay trabas legales, aunque Energy Control tiene algunos detractores. «Hay quien se acerca y dice que hacemos apología de las drogas. Pero nosotros estamos dentro del Plan Nacional sobre drogas, apoyado por el Ministerio de Sanidad».

Además, creen que se ha visto que los planes de reducción de riesgos funcionan. «Somos un modelo peer-to-peer —prosigue Muñoz—, de igual a igual. A lo mejor si viene mi padre contándome la moralina, no convence a nadie para no drogarse. Pero si vamos nosotros e informamos sobre los riesgos y las consecuencias, sí nos hacen caso. Nunca decimos que ‘esto es una mierda’: si esa persona decide consumirlo, ya somos mayorcitos para tomar decisiones».

Cuando detectan reiteradamente alguna sustancia de especial peligro, activan un sistema de alertas coordinado con Sanidad para que se conozcan sus riesgos. Sucedió con las ‘sales de baño’, sustancias de venta legal por su uso cosmético, pero cuyos efectos sobre el consumo humano no habían sido probados.

«Hay gente que se cabrea cuando le decimos que la droga que traen no es lo que quieren», cuenta otro voluntario de Energy Control. «Supongo que depende de cómo de doblada te la metan. Otros se ponen tristes». Ana Muñoz dice que algunos jueves viene muy poca gente y que en otros se pasan la tarde atendiendo a usuarios. Su objetivo es que todos salgan mucho más informados de lo que entraron.

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5 comentarios en ««Drógate informado»»

  • Sólo un comentario, dices que hay tres sedes cuando en realidad son cuatro (Madrid, Barcelona, Andalucía y Mallorca).

    Por lo demás, muy informativo. Es necesario que iniciativas como Energy Control reciban el reconocimiento y la promoción que se merecen, a ver si se empieza a dar cuenta la gente que la solución no son las políticas de prohibición sino las de reducción de riesgos.

    Muchas gracias por el artículo

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  • También, es «cromatografía» no «cronomatografía».

    Perdón por ser tan tocapelotas, cuando hagas los cambios puedes editar/borrar estos comentarios a placer.

    Un saludo

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    • Al contrario, Antonio: disculpa los errores y muchas por las puntualizaciones. Ya está corregido.

      ¡Un saludo y gracias!

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  • buen trabajo chicos. Os conozco, veo vuestra labor en los festivales y como educáis en una materia que otros esconden debajo de la alfombra. Ánimo!

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  • Se pueden contar con muy pocos dedos de las manos los países que permiten el análisis de sustancias en el mundo, y debemos agradecer a Energy Control (y a asociaciones como Ai Laket) que España esté entre ellos

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