El Periodismo, en lucha continua contra el poder absoluto
Antes de presentar a los periodistas que la acompañaban, Marcela Ospina, periodista de la Organización Intermón Oxfam y encargada de moderar la ponencia «Captura política y periodismo» del Congreso, explica por qué una ONG como la que representa interviene en este espacio. La justificación es clara: «En zonas remotas donde no hay ojos o no llegan los medios, los ojos somos nosotros». Oxfam organiza debates, y es en Huesca donde quiere hablar con tres grandes periodistas para saber cómo están «cubriendo al poder, no solo en España, sino también en América Latina».
Para ello, Salvador Frausto, editor y reportero de investigación mexicano, Virginia Pérez Alonso, periodista española del área digital del diario El Mundo, y Diego Osorno, reportero y escritor que acaba de publicar la biografía política de Carlos Slim, el mexicano más rico del mundo.
En este sentido, es Osorno a quien Ospina le lanza una de las «preguntas faro»; una de esas que guían una conversación y que en esta ocasión se ha centrado en la connivencia del poder político y económico. Así, ha abordado el trabajo de investigación que el periodista realizó durante cuatro años para desentramar cómo un empresario como Carlos Slim es capaz de amasar la gran fortuna que posee en un sistema como el mexicano, que «lo ha arropado». Osorno explica que precisamente fue la premisa de esta ponencia, «la captura política, en la que empresarios se vuelven actores del sistema político», la que motivó su trabajo. Poco a poco, cuenta el periodista, fue descubriendo la relación de la familia del magnate con el «establishment», con el régimen del país. En una profunda indagación, a Osorno le llamó la atención que un presidente socialista estuviera «detrás de tal monopolio». Alguien que no era otro que Felipe González, expresidente del Gobierno español. Con su libro, el periodista mexicano comenta que le interesaba «problematizar» el perfil del personaje. «Sin el factor político sería imposible entender su riqueza. Hay personas que no saben si la siguiente semana van a poder pagar sus alimentos».
Periodismo «de largo recorrido»
Sobre esta extrema pobreza existente en Latinoamérica, Salvador Frausto ha cogido el relevo a su compatriota, partiendo también de un periodismo «de largo recorrido» con Los 12 mexicanos más pobres: un proyecto que pronto verá la luz y que, según Frausto, es «el lado B de la lista de Forbes». En un contexto social en el que «la desigualdad de México revela la brecha», el periodista latino ha detallado algunas de las historias a las que, junto a su equipo, ha conseguido dar voz. «En México por ley el Gobierno tiene que subvencionar a los más pobres, pero hay una mujer que forma parte de su trabajo que, como no habla español, no puede acceder al programa debido a que nadie puede interpretar sus palabras», comentaba Frausto. En esta ponencia, es el valor de la labor periodística la gran admirada, a la vez que la gran demandada. El proceso del equipo de Frausto pasó por «hablar con la gente y con los expertos de la zona para conseguir a la persona emblemática de ese tipo de pobreza». «Si Slim gana 50 millones al día, uno de los personajes gana un dólar cada quince días», ha añadido el periodista.
Por su parte, la única representación española de la conversación, Virginia Pérez, se ha centrado en la naturalización de temas como las «grandes fortunas, en bolsas y privadas». Así, la periodista valora cómo, a partir de «los años de la crisis», la «intocabilidad» en asuntos de «la Casa Real o económicos como los correos de Blesa o la lista Falciani» se ha roto. Sin embargo, destaca que hay una regulación «laxa del código penal» que «sí limita mucho para seguir publicando este tipo de hechos». Una idea que responde a la pregunta que Marcela Ospina le realizaba, minutos antes, sobre la «vinculación política» de los límites de la información que ve la luz en los medios de comunicación.