La futura incineradora de Pinto, motivo de preocupación sanitaria
La localidad de Pinto podría ver el cielo ennegrecido y estar bajo el peligro de patógenos cancerígenos si el proyecto de construir una incineradora sale adelante. Algunos municipios de la Mancomunidad Sur se niegan a tal edificación por el desembolso económico y el riesgo sanitario que supone para los habitantes.
En la carretera de la Marañosa se encuentra la planta de biometanización de Pinto. Junto al lateral del recinto, arranca un camino de tierra. De manera paralela, una carretera sale de la planta con el mismo rumbo. En medio del campo, ambos senderos son sobrevolados por cigüeñas que van en la misma dirección, el vertedero.
Los montes cubren las montañas de basura y no permiten ver el tamaño real del problema, pero el vertedero parece haberse quedado pequeño. Ha sido necesario expropiar una pequeña parte del terreno limítrofe de Getafe.
La planta de metanización y compostaje tiene la función de convertir la basura en electricidad, pero su finalidad se ha quedado corta y ha llevado a la Comunidad de Madrid a proponer una alternativa antes de recibir una sanción por parte de la Unión Europea, la creación de una incineradora. Una multa, porque según la legislación actual, el 40% de la basura que entra en los vertederos debe estar reciclada.
La propuesta de establecer la incineradora, tiene toda probabilidad de salir adelante. Aunque el ayuntamiento de Pinto se niegue, la Comunidad de Madrid podría no tener en cuenta la negativa del municipio para poner en marcha el proyecto.
Las incineradoras desprenden sustancias cancerígenas
Pero, más allá de una posible multa, existe la reticencia de que los habitantes de las localidades cercanas podrían ser más proclives a padecer cáncer, como señalan algunos estudios.
El Dr. Javier García Pérez, investigador del Centro de Salud de la Universidad Carlos III, indica que pese a no haber suficientes datos para postular esta afirmación, «en el estudio que realizamos en 2013, encontramos un mayor riesgo de morir por cáncer en un radio de 5 km en el entorno de las incineradoras de España.»
Los tipos de cáncer que podría aparecer con más facilidad son tumores hematológicos, cáncer de pulmón y algunos tumores del aparato digestivo. Aunque, habría que tener en cuenta ciertos factores biológicos de la persona, la existencia de la incineradora si podría ser un aliciente.
Los motivos de que exista una aceleración de estas células malignas es debido a los elementos usados durante el tratamiento termal de la incineradora como dioxinas, arsénico, cromo, benceno, etc. Estas sustancias «no sólo son emitidas a la atmósfera sino que también son vertidas a las aguas cercanas.»
«Lo mejor en estos casos sería aplicar el principio de precaución: intentar alejar las emisiones contaminantes de los focos de población, hacer prevalecer los intereses de la población frente a los intereses de los empresarios (ya que la gestión de residuos es un negocio), tener en cuenta la meteorología de la zona (vientos predominantes, clima,…) e intentar reducir las emisiones liberadas a la atmósfera y las aguas cercanas.»
La incineradora se instalaría próxima al vertedero. En un radio de cinco kilómetros, algunas zonas residenciales de Pinto serían afectadas. Y en menor medida, algunos patógenos alcanzarían otras localidades próximas al municipio donde estaría instalada.
*Posibles zonas afectadas pasadas en la premisa de zona dañadas por patógenos en radios de 5km y 10km.
Los costes de instalar una incineradora
Aunque la incineradora reduciría la basura orgánica de manera considerable para evitar una multa de entre 70 a 80 millones de euros, podría acabar en una sanción futura. Durante la Cumbre del Clima de París, uno de los acuerdos que se establecieron fue el de reducir las actividades de las incineradoras. Una medida que entrará en funcionamiento a partir del 2020. Y por lo tanto, las incineradoras de España deberán cumplir con la legislación europea.
No obstante, pese a que una incineradora podría evitar sanciones económicas a corto plazo no deja de ser polémica. El concejal de Medio Ambiente de Pinto, Raúl Sánchez, ha considerado que esta medida «no es una solución.» El desembolso que deberán realizar los ciudadanos será una mala inversión que en un futuro no habrá servido para nada.
Los municipios serán quienes acarreen la carga económica. Para construir la incineradora, la Comunidad de Madrid tendrá que realizar una inversión de entre 180.000 y 300.000 €, que vendrá sujeta a una subida de la tasa de gestión de residuos. En la actualidad, Pinto paga 14 € por cada tonelada de basura que deposita en el vertedero. Aunque, en una de las últimas reuniones de Ayuntamiento señalaron que la nueva tarifa rondaría los 50€.
En abril de 2015, Pinto pagó casi 16.000€ a cuenta de ese mes por la gestión 1263,4 toneladas de residuos. Lo que implica un gasto anual de 63.300 euros. De llegar a producirse esa subida, el presupuesto a lo largo de año para la gestión de residuos sería de unos 300.000€.
Existen alternativas en el aire para evitar que el gasto sea a cuenta de los habitantes del municipio. Una de las medidas propuestas por el PSOE de Pinto, es la de establecer un modelo de consorcio para que la Comunidad de Madrid sea partícipe de los gastos de gestión de residuos.
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