Nuevos medios, viejas historias
Hace quince años, Google no existía. Los periodistas acudían a las hemerotecas y archivos gráficos para documentarse, cargaban con aparatosas grabadoras de casete y llamaban a las redacciones desde una cabina para dictar sus crónicas lo antes posible. El trabajo de los medios era más físico, más lento, pero la hora de cierre era la misma. Los informativos se emitían a las tres en punto y los periódicos llegaban a los quioscos antes del amanecer, si las autoridades lo permitían y el tiempo no lo impedía.
Desde entonces, el trabajo de los profesionales de la información ha cambiado radicalmente. Un grupo de periodistas, planificadores de medios y docentes universitarios debatieron sobre la reconversión de la labor periodística y los nuevos retos de la prensa. El encuentro se celebró con motivo del V Congreso Internacional de Periodismo en Red organizado por la Universidad Complutense de Madrid.
Virginia Pérez, jefa de redacción de www.20minutos.es, y Ruth Blanch, directora gerente de portales verticales de Vocento, estrenaron los micrófonos hablando sobre los nuevos perfiles profesionales demandados por los medios. Blanch señaló cinco pautas a seguir por aquellos que quieran incorporarse con éxito a la industria informativa: no buscar la estabilidad, especializarse en micronichos (materias muy concretas o públicos reducidos), ser flexibles, reinventarse apoyados en las tecnologías y construir una marca personal dentro y fuera de la red. Los trabajadores autodidactas «tienen más posibilidades de encontrar trabajo», subrayó la ponente.
La redactora jefe del diario gratuito más leído en España habló de dos figuras incipientes en nuestro país, que ya gozan de popularidad en Estados Unidos: los periodistas de datos («data journalist») y los cazadores de noticias. Los primeros se dedican a buscar documentos relevantes pero poco accesibles, contrastarlos, construir historias en torno a ellos y presentarlos mediante infografías o visualizaciones. Los cazadores se ocuparían de «atrapar» temas atractivos en Internet, filtrar los asuntos poco interesantes y lograr la viralidad de los contenidos seleccionados empleando todo tipo de recursos (links, vídeos, redes sociales). Virginia menciona también al periodista total o «360 grados», capaz de elaborar una noticia de principio a fin, con criterio informativo y visual, tanto para la edición impresa como para la digital.
Lenguaje html, edición básica de imagen y sonido, herramientas opensource (sin licencia), fact checking (comprobación de datos)… Todo es susceptible de ser aprendido por los periodistas orquesta. No obstante, ¿dónde quedan las cualidades humanas? El que formula la pregunta es Pedro Pérez, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. El docente cree que la sombra de las herramientas digitales oscurece otras habilidades necesarias para el periodista: la pasión, el sentido común, el criterio y la credibilidad. «Puedes hacer lo que quieras en Twitter, Facebook… pero si no tienes credibilidad, nadie te va a hacer caso», explica el doctor en Periodismo. Las nuevas plataformas generan nuevos públicos y nuevas formas de expresión, «pero en el fondo se trata de contar historias», continúa Pedro, visiblemente molesto con la predilección digital de la charla: «Nosotros no enseñamos a escribir para la web; simplemente enseñamos a escribir».
José Cervera, bloguero de RTVE y profesor, respalda la tesis anterior, pero además es crítico con el sistema universitario. «La industria –mediática– está tanteando a ciegas, y desde la academia no se está ayudando. Si no tenemos un modelo de periodismo concreto, no podemos formar periodistas», concluye Cervera.