Moratalaz

Pedaleando para concienciar

Alumnos en el Centro de Educación Vial de Pavones
Alumnos en el circuito del Centro de Educación Vial de Pavones-Paloma Ruiz del Pozo

Bicicletas, karts y triciclos recorren cada día las laberínticas calles del circuito del Centro de Educación Vial de Pavones, perteneciente a la Policía Municipal, situado en el madrileño barrio de Moratalaz. Este está lleno de rotondas, «cedas», stops, semáforos, pasos de peatones y hasta un circuito especial con conos para los más habilidosos con la bicicleta.

El complejo fue inaugurado el 16 de enero de 2003, lo que le convirtió en el primer centro de estas características de la capital. Se trata de un parque donde los alumnos acuden allí a reforzar sus conocimientos sobre las normas de seguridad vial y a ponerlas en práctica en el circuito. Cada día recibe la visita de dos grupos de escolares, del mismo centro o de colegios diferentes. Lo que pretenden desde allí es «evitar accidentes». «Cualquier cosa que les decimos para nosotros es clave para evitar el accidente. La clave es el conocimiento y el respeto a la norma», explica Luis Carlos Arias, jefe de turno de la Unidad de Educación Vial.  Todo esto, unido al objetivo de concienciación que tratan de transmitir desde el centro, porque intentan que los menores «se conciencien de la importancia que tiene cumplir la norma para evitar accidentes», expone Antonio Gómez Montejano, subinspector de Relaciones Institucionales y Prevención.

De izquierda a derecha: Benedicto Maroto, jefe de la Unidad de Educación Vial; Antonio Gómez Montejano, subinspector de Relaciones Institucionales y Prevención y Luis Carlos Arias, jefe de turno de la Unidad de Educación Vial-Paloma Ruiz del Pozo
De izquierda a derecha: Benedicto Maroto, jefe de la Unidad de Educación Vial; Antonio Gómez Montejano, subinspector de Relaciones Institucionales y Prevención y Luis Carlos Arias, jefe de turno de la Unidad de Educación Vial-Paloma Ruiz del Pozo

La metodología de este parque se divide en dos fases: una de clases y otra de prácticas. Las clases se imparten desde Educación Infantil, a la edad de cuatro o cinco años. Después, se completan todos los cursos de Educación Primaria hasta que en el último curso de esta etapa, sexto de Primaria, acuden al centro. «Aquí se les hace un recordatorio de lo que ya han visto y se les hace la advertencia de que aquí van a ser conductores. Porque una bicicleta no es un juguete, una bicicleta es un vehículo y como tal, tienen que conocer las normas básicas de circulación y aquí las ponen en práctica». Pero no solo aprenden su papel como conductores, sino también como peatones.  

Tres Centros de Educación Vial para concienciar a Madrid

Pero este parque de Pavones no es el único de Madrid. En total son tres centros situados en: Aluche, Pavones y Usera, con los que la Policía Municipal cubre los colegios de la capital. El de Aluche fue el primero, pero recalcan que se trata de un polideportivo, no de un parque, pues usan las instalaciones del polideportivo de Aluche. Por eso, el primero en obtener esta categoría de «parque» fue el de Pavones. Supuso una inversión de 931.000 euros y fue inaugurado por el alcalde José María Álvarez del Manzano. La superficie en su origen tenía 6.500 metros cuadrados, pero posteriormente se amplió para el circuito especial de las bicicletas, y contaba con un total de diez karts, cinco motos y veinte bicicletas. Hoy en día explican que han cambiado las motos por triciclos y los karts ahora son eléctricos. Por último, se inauguró el parque situado en Usera.

Con estos tres centros afirman que llegan a la mayoría de los colegios que están en Madrid capital. Benedicto Maroto, el jefe de la Unidad de Educación Vial, explica que abarcan el  «80% de los colegios, a todos los que nos lo solicitan», porque ellos ofertan este servicio al 100% de los centros de la capital, pero que «en torno al 80-85% de los colegios» aceptan su propuesta, un total de 630. El resultado se traduce en que «en el año 2016 le dimos a 197.000 alumnos formación en Educación Vial». Alumnos a los que «se les ha dado cuatro horas de clase de Educación Vial y eso es un poso que va quedando ahí en el joven», concluye Benedicto Maroto.

Alumnos atendiendo en clase en el Centro de Educación Vial de Pavones-Paloma Ruiz del Pozo
Alumnos atendiendo en clase en el Centro de Educación Vial de Pavones-Paloma Ruiz del Pozo

La eficacia de los centros queda corroborada

La eficacia de estos centros, según ellos, está ratificada. Luis Carlos Arias asegura que son muchos los niños que enseñan a sus padres, pues estos son los infractores o los que hacen cometer una infracción al menor, y que luego son «ellos los que pagan las consecuencias». A pesar de la labor insistente de concienciación y de enseñanza de las normas de seguridad vial, Antonio Gómez Montejano apunta que las cifras de 2015 en Madrid capital, que son las más actualizadas hasta la fecha, son 24 los fallecidos en dicho año. Y de los menores de 20 años, el informe reporta que solamente hubo un fallecido hace dos años. A lo que Luis Carlos Arias añade, que «es importante ese fallecido».

Extrapolando estos datos a los del resto de España, según la DGT, se observa que se ha producido un descenso de menores fallecidos en vías urbanas comprendidos entre 0 y 14 años, y en concreto en 2015 hubo seis. Entre las causas más comunes: infracciones cometidas por el menor o por el adulto que lo acompaña y en zonas cercanas a los colegios; o irrupciones en la calzada o cruzar de forma indebida por parte de los niños.

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Alumno en el circuito especial de bicicletas del Centro de Educación Vial de Pavones-Paloma Ruiz del Pozo

Desde los centros, la Policía Municipal trata de bajar diariamente estas cifras y que se dejen de ver este tipo de titulares, no solo con la labor específica del parque, sino con muchas actividades más que promueven o que les solicitan. Antonio Gómez Montejano explica que también acuden a hospitales, a los que llevan una representación de marionetas para los más pequeños, donde con títeres como un semáforo rojo o un policía les enseñan la norma de circulación. Así mismo, acuden a fiestas en colegios y a eventos infantiles gracias al parque portátil de Educación Vial que poseen. Otra actividad a destacar, con motivo de la campaña de Navidad colaboraron con el proyecto «Madrid en bici» propuesto por el Ayuntamiento de la capital, en el que ofrecieron el Parque de Educación Vial para que fueran a «hacer prácticas los padres» así como darles «consejos para circular en bicicleta de forma segura», sentencia Benedicto Maroto. Con estas actividades, tratan de ir concienciando, poco a poco, no solo a los padres, sino también a quienes serán el futuro de esta sociedad. 

 

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