CREAA, el terror de Alcorcón
Hace exactamente diez años, Alcorcón fue noticia en el mundo entero. El entonces alcalde de la ciudad del sur de Madrid, el socialista Enrique Cascallana, ponía en marcha la construcción del Centro de Creación de las Artes de Alcorcón, el CREAA, en el emblemático Parque de Los Castillos del municipio. Un proyecto magnánimo que nació con el objetivo de convertirse en foco cultural de referencia en todo el planeta. Pero que diez años más tarde se ha convertido en una auténtica pesadilla para la localidad.
El complejo englobaría nueve edificios a lo largo de una extensión de 66.000 metros cuadrados. Todos juntos y conectados entre sí, en un espacio indivisible. Entre ellos, un auditorio (de 8.603 m2), una sala multiusos (2.599 m2), un conservatorio de música (2.393 m2), otro de danza (989 m2) o un palacio de congresos (1.750 m2), además de un circo (2.522 m2), homenaje personal del alcalde a su padre, que había ejercido el digno oficio de payaso. «El CREAA va a ser el Guggenheim de Alcorcón», aseguraba un ambicioso Cascallana entonces.
El proyecto, sin embargo, comenzó a hacer aguas desde el inicio. Para poner en marcha las obras, adjudicadas a FCC y Ferrovial y con finalización prevista para mayo de 2011, justo antes de las elecciones, tuvieron que ser talados 300 árboles y fue demolida la Biblioteca Municipal Joaquín Vilumbrales, que había sido construida poco tiempo antes, lo que generó mucha controversia entre los vecinos. Además, pronto se detectó que, al estar proyectado muy cerca de uno de los enlaces de Alcorcón con las carreteras M-40, M-406 y A-5, el centro no tendría capacidad para absorber todo el tráfico de vehículos que generaría su afluencia.
Aunque nunca se podría comprobar la certeza de estas predicciones. En 2008, la burbuja inmobiliaria estalló en la cara del CREAA, que tuvo que paralizar su construcción. Un proceso que, explicaban desde el PSOE, se sufragaba en parte por las plusvalías de la Empresa Municipal de Gestión Inmobiliaria de Alcorcón (EMGIASA), controlada entonces por la hoy líder socialista del municipio, Natalia de Andrés. Llegó mayo de 2011 y el CREAA no tenía edificado ni un 60% de su total. Lo que derivó en la mayoría absoluta del Partido Popular de David Pérez en las elecciones municipales y autonómicas celebradas ese mes.
612 millones de euros de deuda
La primera medida de Pérez como alcalde fue cortar la sangría que para la ciudad estaban suponiendo el CREAA y EMGIASA, que aseguran desde el Ayuntamiento habían dejado una deuda de 612 millones de euros. Rescindió el contrato con Ferrovial y FCC, a las que se tuvo que indemnizar con cinco millones y detuvo así el faraónico plan, que además devoraba al año cinco millones de euros únicamente en calefacción. Una cifra desorbitada, teniendo en cuenta que, como ratifican desde el Consistorio, el mantenimiento total de la ciudad durante un año tiene un gasto de treinta millones.
Desde entonces hasta hoy, la situación apenas ha cambiado en una zona que, al inicio de las obras, era de las más transitadas de Alcorcón. «Es una barbaridad. Cargarse el suelo público e instalaciones como la biblioteca o toda la zona tan bonita que había por un capricho del alcalde es una auténtica lástima», asegura María del Carmen López, una vecina de la zona. «No sirvieron de nada todas las manifestaciones que hicimos los vecinos. A Cascallana se le metió en la cabeza. Lo hizo, y ahora el CREAA está abandonado y destrozado», prosigue.«Lo que se hizo ahí fue vergonzoso, propio de gente sin capacidad de gestión y que destrozó de un plumazo una de las áreas más bonitas de Alcorcón para dejar nada más que escombros», explica Daniel Martos, convecino de una de las calles lindantes al Circo, como es conocido popularmente entre los ciudadanos del municipio.
En los últimos años, dicen desde el Ayuntamiento, cerca de veinticinco entidades han mostrado su interés en afincarse en el macrocentro, ubicado muy cerca de la estación de Metro de Joaquín Vilumbrales. «Asociaciones de todo tipo: empresas, pinacotecas, universidades, proyectos deportivos, artísticos, culturales y académicos», confesó el pasado mes David Pérez. Incluso hubo interés por parte de grandes negocios como el Circo del Sol o la NBA. «Pero no se ha conseguido dar salida a ninguna de las propuestas. Se trata de un complejo gigante, preparado para hacer en él un circo, con muchas instalaciones e infraestructuras adecuadas ya para ello. Eso a muchas empresas les parecía inviable y no se adaptaba a lo que buscaban», aseguró el alcalde.
A día de hoy, el proyecto del CREAA le ha costado a Alcorcón cerca de 110 millones de euros. Para finalizarlo se necesitarían, al menos, 40 millones más, además de otra cantidad variable de entre 20 y 40 millones, confirman fuentes municipales. «Se trata de un circo gigante que hizo el PSOE con dinero público sin tener ningún tipo de valoración de mercado, ni tampoco demanda social ni ninguna necesidad», confiesa el regidor, que asevera que Alcorcón en ese momento precisaba de «otro tipo» de inversiones, «culturales, educativas o deportivas». Sin embargo, lo que se construyó fue el CREAA, que en palabras de Pérez, «significó la quiebra económica de Alcorcón».
«Ahora es fácil ver que el CREAA fue un error, pero eso no significa que el centro tenga que desaparecer», asevera Víctor Guillén, director del programa «Hoy por Hoy» en la Cadena SER Madrid Oeste y uno de los periodistas que más de cerca ha seguido el asunto. «El abuso de grandes complejos durante los años previos a la crisis era algo normal. Todas las ciudades querían ser una referencia mundial con un enorme proyecto bajo el brazo. Pero todo se quedó en humo y en grandes esqueletos sin uso que solo generaban gastos. El CREAA pertenece a ese cementerio, pero se trata de algo real y hay que darle salida», ratifica.
Más presupuesto que el Guggenheim y la ampliación del Prado
El presupuesto del macroproyecto, de unos 180 millones de euros y del que no está edificado ni un 70%, fue netamente superior al de dos de los museos más importantes de España: el magnífico Guggenheim de Bilbao, construido a finales de los noventa por unos 125 millones y la ampliación del madrileño Museo del Prado de 2007, cuyo importe ascendió a los 150 millones. La deuda adquirida en el complejo, a día de hoy, le supone a cada alcorconero unos 1.500 euros de media, en una ciudad en la que hay que recordar que no fraguó hace solo un par de años otro titánico proyecto: Eurovegas.
Proyecto de lo que se pretendía con el CREAA y su situación real a día de hoy
La última personalidad relacionada con una posible inversión en el centro fue la estrella de Hollywood Richard Gere, que en la mañana del 14 de febrero visitó Alcorcón con las miras puestas en construir un gran centro budista en el macrocentro. Aunque el alcalde pronto controló la euforia. «Es cierto que Richard Gere vino a la ciudad y mostró interés por el CREAA. Su posibilidad de inversión es bastante cierta, pero en absoluto segura», afirmó ante los periodistas. «Está en el mismo orden que otras inversiones que han venido pero que finalmente no han cristalizado». Propuestas como las de la NBA o el Circo del Sol, pero también otras muchas.
Como una que hablaba de convertirlo en un centro de ocio nocturno, otra que planteaba hacer del lugar el ‘Sillicon Valley’ de Madrid, o planteamientos de universidades como la Rey Juan Carlos o la Complutense. Hace dos años, desde el grupo político Ganar Alcorcón presentaron un acuerdo al que habían llegado con esta última para montar un campus tecnológico de la facultad en la zona, que pondrían en marcha si ganaban las elecciones. En cambio, en estas revalidó revalidó su gobierno el PP, aunque sin mayoría absoluta.
Pero, ¿por qué el CREAA sigue siendo una zona de interés para posibles inversores, a pesar de que se necesitan entre 40 y 80 millones de euros para su finalización? Pérez lo explica. «Alcorcón es una ciudad muy atractiva. Primero por su ubicación: entre la capital; el gran oeste de Madrid, con Majadahonda, Pozuelo, Las Rozas o Boadilla, los pueblos más prósperos de España; y el gran sur metropolitano con más de un millón de personas y que ven en Alcorcón su puerta a la capital», matiza. «Geográficamente está muy bien situada y comunicada. Está cerca del centro y del aeropuerto y es una zona muy buena de proyección, lo que atrae a los inversores».
La Fiscalía de Madrid exige condenar la gestión
La problemática del caso, sin embargo, no lo es tanto para el instigador del malogrado proyecto, el socialista Enrique Cascallana. «No me arrepiento de nada. Ha habido mucha literatura falsa acerca del CREAA, cuyo proyecto fue refrendado dos veces en el pleno. Cualquier ciudad europea, como París o Londres, tiene centros de creación artística», reveló a Telemadrid hace tres años. «Es una oportunidad perdida para la ciudad de Alcorcón el no haber hecho el CREAA», se lamentó entonces.
Por la gestión del CREAA y de EMGIASA, la Fiscalía Provincial de Madrid pidió el pasado año tres años de inhabilitación para Cascallana y cinco para la portavoz socialista en Alcorcón Natalia de Andrés, en un caso que aún no tiene sentencia y en el que la Fiscalía también solicitó el pago de 1’5 millones de euros a la empresa inmobiliaria Gesmasur, administrada por el ex diputado del Partido Comunista Julio García Madrid.
«Hay que buscarle solución al CREAA, y la primera es acabarlo», confiesa Guillén. «Se ha convertido en una bayeta llena de bacterias que los políticos se tiran a la cara unos a otros, mientras la zona se deteriora cada día. Su salida pasa por la unión política y de los ciudadanos para encontrarle viabilidad», concluye el periodista.
Documental sobre el estado del CREAA en 2014. Fuente: Elaboración propia
Pese a ello, la realidad es que a día de hoy el Parque de Los Castillos continúa circundado por toneladas de escombros que se agolpan a los alrededores y en el interior del complejo. Sus fachadas, anegadas por grafitis, reflejan un abandono absoluto de unas obras que llevan casi siete años ya paradas y que presenta claros signos de vandalismo a lo largo de su vasta extensión.
Este 2017, Los Castillos de San José de Valderas, núcleo del parque y la ciudad, celebran cien años de existencia. En ellos han vivido personajes importantes en la historia de España, como el monarca Alfonso XIII, Miguel Primo de Rivera o el infante Carlos de Borbón, abuelo materno del Rey Juan Carlos I, además de Francisco Franco y el general Emilio Mola durante la Batalla de Madrid de la Guerra Civil. Allí también se han rodado programas ilustres de la televisión española, como el «¡Qué apostamos!» de Ramón García a finales de los noventa. Este año, sin embargo, Los Castillos soplan las velas en su centenario bajo un clima de soledad. Con una perspectiva desangelada y turbia: la de una problemática que, de momento, no tiene solución.
Hoy he pasado por allí y da pena ver ese abandono que causó la estupidez de Enrique Cascallana, y ruina de Alcorcón.
Otra cosa lamentable es que han estropeado la belleza que tenían los Castillos, cuando tenían a su entrada el espacio de agua en vez de los feos remiendos de plantas y rocas pequeñas
que hay ahora.