Daoíz y Velarde: dos héroes madrileños maltratados
La tamaña efeméride que supuso para el pueblo de Madrid el 2 de Mayo de 1808 cuenta con una extensa lista de protagonistas que dieron su vida al servicio de la nación. Dentro de estos nombres hay dos que difícilmente se le pueden escapar a cualquier persona que sienta interés por la prolija historia de la capital: los artilleros Luis Daoiz y Pedro Velarde. El sacrificio de estos dos militares, en pos de la defensa del pueblo frente a las imponentes tropas de Napoleón, ha sido premiado en varias ciudades de España con homenajes dignos de su comportamiento.
Sin embargo, especialmente reconocible para el habitante de la capital es la estatua -facturada en mármol de carrara- y ubicada en la céntrica Plaza del 2 de Mayo, a la entrada de la misma puerta del extinto Parque de Artillería de Monteleón donde aguantaron estoicamente las envestidas del enemigo. Un monumento que no solo es uno de los más viajados de Madrid -ha encontrado acomodo en lugares tan dispares de la geografía madrileña como el Museo del Prado, el Retiro o Moncloa- sino también uno de los más maltratados.
Pintadas, gente encaramada a sus extremidades o litros de cerveza donde deberían encontrarse las espadas. Esta es solo una breve enumeración de los actos vandálicos a los que la estatua de los dos héroes se ha visto sometida a lo largo de los años. Un patrimonio que, al igual que ocurre con los vecinos de Malasaña, ha sido perjudicado por el descontrolado ocio nocturno en la zona.
Uno de los episodios más sonados en lo que se refiere a los abusos sufridos por la estatua tuvo lugar durante las fiestas del Dos de Mayo de 1977. En un ambiente cargado de embriaguez varios jóvenes decidieron trepar por la estatua de los héroes madrileños. Dos de ellos –un chico y una chica- encontrándose en lo alto de la estatua comenzaron a quitarse la ropa hasta quedar completamente desnudos mientras se proferían gritos lascivos de fondo. Dicha escena dio lugar a una de las imágenes más icónicas de la Transición.
Desde ese momento Daoíz y Velarde han sufrido actos vandálicos de todo tipo. Debido a los constantes robos de sus espadas el Ayuntamiento tomó la decisión de retirarlas y ya únicamente las lucen en ocasiones especiales. A día de hoy lo más habitual es ver a los dos héroes portando litros y latas de cerveza. La situación ha llegado a ser tan grave que es habitual ver coches de policía apostados en la plaza durante la noche con el fin de salvaguardar la integridad de la estatua. Al mismo tiempo el Consistorio ha llegado a considerar en varias ocasiones reubicar el monumento en alguna otra localización de la capital.
Un ocio nocturno descontrolado
Gracias al surgimiento en los años ochenta del movimiento contracultural conocido como la Movida, el barrio de Malasaña se consolidó definitivamente como uno de los puntos de referencia de la noche madrileña. Durante aquella época era habitual encontrarse por sus calles con personalidades del mundo del espectáculo, como es el caso del cineasta Pedro Almodóvar o la cantante Alaska. Ese papel de buque insignia del ocio nocturno de la capital sigue vigente a día de hoy. Esta es una de las razones que ha acarreado que los botellones, las fiestas a horas intempestivas y la proliferación de bares forme parte del día a día de los vecinos de la zona.
A pesar de lo preocupante de los ataques contra el patrimonio de todos los madrileños más grave es si cabe la situación de los vecinos de Malasaña. «El barrio se ha convertido en un parque temático en el que el que el ocio nocturno se ha convertido en un problema» asegura en declaraciones a Madrilánea Jordi Gordón, portavoz de la Asamblea Ciudadana Barrio de Universidad (ACIBU). Esta asociación está muy sensibilizada con la protección del centro, de un patrimonio que se ve «amenazado por un exceso de bares y terrazas» y que está provocando que «cada vez más familias dejen el barrio».
El portavoz hace hincapié en la difícil situación de unos vecinos que tienen que aguantar que las calles en las que viven estén «llenas de pintadas, orín o vómito» y en el elevado número de bares –en algunos casos ilegales- que no hacen sino reforzar la concepción que tienen algunos de la capital «como una ciudad de marcha».
Desde ACIBU se hace a su vez una llamada a la pedagogía para que la gente comprenda que Madrid es «una localidad histórica» y que «si no aprendemos a cuidar nuestros monumentos y nuestros edificios tenemos un problema». Con dicho objetivo desde la asociación piden al Ayuntamiento y a la Comunidad que tomen cartas en el asunto. Tanto por el bien de los ciudadanos del centro como por el patrimonio cultural madrileño.
Oye,
Veo su sitio web y su http://www.madrilanea.com impressive.I gustaría saber si el contenido o la bandera opciones de publicidad disponibles en su sitio web?
¿Cuánto en el caso que nos gustaría poner un artículo en su sitio?
Aclamaciones
anto desouza