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La nostalgia de los argentinos a través del fútbol en Madrid

Parafraseando a Jorge Luis Borges se podría decir que a estas dos agrupaciones futboleras no las une el amor sino la nostalgia. De allí la teoría de los «primos» para vincular a hinchas de Boca y River. Más allá de las diferencias, que las hay –y muchas– de idiosincrasia, estilo de juego, historia, colores, mitos y leyendas, estos dos grupos de simpatizantes de fútbol argentino, conocidos mundialmente por su antagonismo pasional y acérrimo, comparten una misma lógica: el amor a la camiseta es el amor a la familia, a los amigos, a su tierra. Estos conceptos se mezclan todos en el mismo saco para convertirse en rituales para compartir, para identificarse, y que obviamente se exacerban a 15 mil kilómetros de la patria.

En la superficie del iceberg todo parece una guerra, un enfrentamiento despiadado y de agresiones constantes, en algunos casos agresiones físicas hasta puntos extremos. Pareciera que a muchos les conviene poner sobre relieve las diferencias y fomentar la enemistad. Sin embargo, los diálogos con los integrantes de las Peñas de Boca y de River en Madrid reflejan una similitud estructural inequívoca, un hilo rojo que conecta corazones hasta lo más primario de los seres humanos: los afectos.

El fútbol, y la gama de colores que transcurren entre el azul y oro de un extremo, y el blanco y rojo del otro, funcionan como excusa para canalizar sentimientos y para compartir momentos, un par de horas a la semana, con los hermanos de la vida, independientemente de las distancias objetivas. Es energía que se conecta al mismo tiempo, pasiones sincronizadas; es como mirar a la luna todos al mismo tiempo. Lo demás, sea bueno o malo, deviene en folclore o máscara.

«Cuando nos juntamos a ver a Boca con los chicos es como viajar a Argentina por 90 minutos. Es un evento compartido, yo sé que mi viejo en Buenos Aires está haciendo lo mismo, para mí es como sentarme a tomar una cerveza con él. Además, el partido nos sirve como tema de conversación para toda la semana», dice Alex Gudiño (26), uno de los miembros fundadores de la Peña Boca Juniors Madrid. «Es muy lindo haber encontrado gente aquí que comparta el mismo sentimiento. Juntarse a comer, hacer la previa del partido, cantar y alentar al equipo es uno de los mejores momentos de la semana», expresa sin dudarlo el hincha xeneize que reside hace 10 años en Madrid.

En la misma línea de pensamiento, Fabio Vides (52), vicepresidente de la Filial de River Plate en la capital de España, retrotrae su amor por el equipo de Núñez a su primera infancia. «Yo soy hincha de River por mi madre. Ella era más gallina que yo, fanática. Cuando yo tenía 6 años mi padre me dio a elegir entre hacerme socio de River o comprarme una guitarra; no he tocado una guitarra en toda mi vida», sintetiza Vides con una sonrisa en su rostro. Y añade: «Yo iba al estadio desde los 11 años, y vivía a más de 2 horas de distancia. Estando aquí en Madrid juntarse a ver a River y compartir esas dos horas es sentirse un poco más cerca de tus raíces».

Hinchas de Boca festejando en Moncloa. Foto: gentileza Peña Boca Junior Madrid
Hinchas de Boca festejando en Moncloa. Foto: gentileza Peña Boca Junior Madrid

Pasión de exportación

La Peña Boca Juniors Madrid nació en enero de 2015 de la mano de un grupo de ocho argentinos que comparten el amor incondicional por el cuadro de la ribera. Según Leonardo Ponzella (33), uno de los gestores de la agrupación, la motivación inicial era juntarse con pares para generar un ambiente familiar donde compartir la pasión por el equipo xeneize. «Nosotros no tenemos fines de lucro, lo hacemos por amor a Boca. De hecho, hasta ponemos de nuestro bolsillo para comprar globos, banderas y demás. Nuestro objetivo es crear un espacio independientemente de donde nos juntemos, tener nuestra pequeña Bombonera aquí en Madrid para no sentirnos tan lejos. Juntarnos todos a ver a Boca es viajar a Argentina por un instante», manifiesta Leo.

El bunker de la Peña azul y oro es un bar en la zona de Moncloa, el discobar Gres; aunque últimamente también se han juntado en el S10bar en calle Guzmán el Bueno 56. «En el último superclásico metimos alrededor de 100 personas», cuenta orgulloso Ponzella. Y manifiesta: «Es muy gratificante que la gente se acerque a darte las gracias y te comente que la ha pasado bien. Padres argentinos intentando transmitirles la pasión a sus hijos españoles de 6 o 7 años de edad, cantando, alentando, compartiendo el sentimiento. Es difícil de explicar, pero yo creo que esa energía que circula antes, durante y unos minutos después del partido también es la argentinidad». De la misma forma, el argentino agrega: «Y a pesar de que algunos no comprendan qué hacemos cantando frente a un televisor del otro lado del Atlántico, alentamos bien fuerte porque nosotros somos el jugador número 12».

Por su parte, la Filial River Plate Madrid comenzó a funcionar de manera oficial en el año 2004. «Hay mucho compromiso y cada uno tiene su rol. En nuestro Facebook River Plate Madrid posteamos los eventos. Sorteamos camisetas, organizamos viajes, y tenemos merchandising», informa Vides. Y con sentido de pertenencia recalca que el objetivo es colaborar con River desde donde sea, que esa es la esencia de la Filial, aportar un  granito de arena por el club.

Además, el simpatizante rojiblanco destaca el expansionismo riverplatense por toda la península y asegura que para los partidos especiales mucha gente de otras ciudades se acerca a Madrid a compartir el momento. «Es como tener una Embajada de River en Madrid. Los hinchas que están de paso por la ciudad se alegran al poder compartir su pasión a pesar de estar lejos del país. También tenemos otras filiales (peñas) en Barcelona, Valencia, Málaga e Ibiza», comenta orgulloso Fabio. Como la fresa del postre agrega: «A la Filial de España no sólo la forman argentinos, sino que también hay españoles, brasileños y hasta ingleses; gente que alguna vez, por distintas razones, vivió un tiempo en Buenos Aires y se enamoró de nuestro querido River Plate».

Hinchas de River en Madrid. Foto: gentile Filiar River Plate Madrid
Hinchas de River en Madrid. Foto: gentileza Filial River Plate Madrid

Locura de mi corazón

Sobre los contras de dedicarle tanto tiempo y energía a su pasión por Boca, el peluquero y estilista Leonardo Ponzella confiesa que en algunas ocasiones esta situación le ha traído problemas en casa. «Yo creo que nosotros vivimos el fútbol más como un ritual, aquí en España se llega al estadio sobre la hora. Cómo le explico a mi mujer, que es española, que si el partido es a las 22, nosotros nos juntamos al mediodía para arrancar con el asado. Y además, que comprenda que después del partido nos quedamos comentando las jugadas un rato más. Imposible», señala entre risas el boquense oriundo del popular barrio de Mataderos, en ciudad de Buenos Aires.

Asimismo, su compañero de peña, Alex Gudiño, indica que las peores complicaciones se dan por la diferencia horaria. «Si el partido en Argentina es a las 21, acá es la 1 de la madrugada. Hora y media de partido y el tiempo que lleva bajar la adrenalina antes de poder conciliar el sueño. Al otro día vamos a trabajar habiendo dormido poco y nada. Muy contentos cuando se gana, y no tanto cuando los resultados no acompañan», dice el joven contable. Y añadió también: «Nosotros cantamos en simultáneo con el estadio, la misma canción; yo siento que aportamos algo para darle fuerza al equipo. Y eso me hace feliz».

De la misma forma, el seguidor de la banda roja –que vive en Madrid desde 2002– dice que a pesar de dedicarle mucho tiempo a la filial y de los reclamos familiares que esto conlleva, es un orgullo ser eje movilizador de River en el exterior. «En mi opinión, y lo digo con todo respeto, la diferencia que tenemos los hinchas argentinos con los simpatizantes de otros clubes del mundo, es que ellos van a al estadio a ver un partido de fútbol, nosotros vamos a participar del espectáculo; nos sentimos protagonistas», detalla Vides.

«Nosotros hacemos esto solo por pasión, para llevar el nombre de River a lo más alto y para compartir un sentimiento. Hay quienes lo entienden y quienes no, pero se trae bien adentro desde que uno es chico. Ahora no va a cambiar, al contrario, cada día se fortalece más», asevera Fabio.

Fundadores de la Peña Boca JUNiors Madrid. Foto: gentileza Leonardo Ponzella
Fundadores de la Peña Boca Juniors Madrid. Foto: gentileza Leonardo Ponzella

Cuestión de Estado

Respecto a la trascendencia social del futbol en Argentina, cabe recordar que la Embajada Argentina en España ha organizado eventos para que simpatizantes de Boca y de River vean juntos el superclásico. Según se informó desde la sede diplomática a los medios de comunicación, la idea es fomentar el entendimiento más allá de las diferencias. En ambas oportunidades se escogió un restaurante de Madrid y se brindó un menú tradicional argentino. El embajador, Ramón Puerta, indicó que juntar a las dos hinchadas bajo el mismo techo en Madrid es un gesto de convivencia a pesar de las diferencias afectivas por una u otra camiseta.

Días atrás, el diario británico The Mirror armó un listado con los 50 mejores clásicos de todo el planeta y puso al Boca-River en la cúspide del conteo, imponiéndose por encima del Barcelona-Real Madrid o Lazio-Roma, entre otros. La pasión de los albicelestes por los clubes de sus amores tiene dos caras que llaman la atención alrededor del mundo: una, la violencia desmedida en los estadios y en las inmediaciones; y la otra –la que se intenta reflejar en estas líneas– , el amor incondicional a la camiseta como sentimiento filantrópico, como lo único inmodificable a lo largo de la vida, y principalmente como construcción afectiva colectiva y de pertenencia.

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