Nacho Cardero: «Entono el “mea culpa” por no compensar la ausencia de mujeres en puestos de dirección»
Seguro. Sobrio. Inquieto. Mesurado. Tibio. Empático. Sutil. Cortés. Burlón. Hosco. Prudente. Ambicioso. Coherente. Atrevido. Cortante. Estoico. Poderoso. Crítico. Sagaz. Independiente. Cada uno de estos adjetivos define a su manera una pizca de Nacho Cardero, director de El Confidencial.
El éxito implica sacrificio, al igual que el fracaso requiere dedicación. El eslogan de campaña «Yes we can» de Barack Obama tiene en su esencia primigenia algo de esto, pero sin perder de vista la realidad. 2011 fue un año de cambios para España que el tiempo juzgará en los libros de Historia: Mariano Rajoy plantó su cepillo de dientes en La Moncloa; el Movimiento 15-M llenó de «casas improvisadas» la Puerta del Sol; Benedicto XVI puso pie en nuestro país; la tierra se removió a los pies de Lorca; y Cardero aterrizó en la dirección de El Confidencial.
Este periodista respira ufano el ambiente de su redacción. Denota orgullo nada más atravesar la puerta, pero no tanto por la profesión que practica sino por los trabajadores que tiene a su cargo. Se sirve un vaso de agua mientras se deja caer sobre la silla. «Dispara», dice Cardero. Porque las preguntas de un periodista han de ser balas que hieran, nitroglicerina verbal que explote en un gran titular.
Conferencia inaugural del Congreso de Periodismo Digital de Huesca. Invitado, Nacho Cardero.
Ha sido una sorpresa y un honor que cuenten conmigo para la inauguración del Congreso, que es la cita de referencia en España. Allí van expertos, gurús del periodismo y la tecnología. De lo que más puedo hablar es de mi experiencia al frente de El Confidencial y el día a día de un periódico digital de éxito.
¿Por qué es importante celebrar este Congreso cada año?
El periodismo siempre está vivo. Su esencia nunca cambiará: contar historias, lo que otros callan. Todo lo demás son notas de prensa o publicidad. Pero sí cambia la manera de distribuir la información. Hay que tener conocimiento de ello para que el periodismo de calidad que hacemos llegue a una mayor audiencia.
Los ponentes proceden en su mayoría de medios digitales, radio y televisión. ¿Se excluye a la Prensa tradicional?
Cómo se organiza y quién asiste no es una materia mía. Distinguir a estas alturas entre prensa digital y de papel es bastante naif [simple, ingenuo] porque no hay diferencia alguna. Ahora mismo la prensa tradicional también es digital. No merece la pena hacer distinciones. O es digital, o no es Prensa.
[La realidad es que al Congreso de Periodismo de Huesca, de entre los medios de comunicación escritos tradicionales, tan solo hay una ponente, y no relacionada tan directamente: Lucía González, de Verne, un portal que pertenece a El País. De esta forma, El Mundo, ABC, La Razón, La Vanguardia y El Periódico de Catalunya no tienen ningún representante en este evento.]
¿Es un problema de que los medios tradicionales se han quedado atrás?
El Confidencial es el líder de los diarios nativos digitales. Cuando nacimos nadie se creía esto de la prensa digital y todos apostaban por otro tipo de soportes. Con el paso del tiempo se dieron cuenta de que la única forma no ya de tener éxito sino de supervivencia es la prensa digital. Eso ha hecho que las grandes cabeceras se pusieran las pilas, sabiendo que su modelo de supervivencia pasa por esto. Ahora ya sí apuestan por este formato.
Entonces, ¿hacia dónde avanza la Prensa en Internet?
Fíjate que tú mismo distingues entre los digitales y los que no lo son. Digitales somos todos. Para mí la Prensa en España es esta. No ha hecho más que dar tumbos buscando un objetivo y un modelo de negocio. Nos hemos guiado por la dictadura de las redes sociales, una forma de elaborar las noticias más pendientes del SEO que de los intereses de la sociedad… Hemos ido dando tumbos intentando satisfacer todos estos elementos y se ha olvidado lo más importante: que hacemos periodismo de calidad. Tras esta selva en la que nos encontramos de las fake news y la posverdad solo hay un camino: la prensa de calidad. Todo lo que no apueste por ello desaparecerá independientemente de que tenga muchos seguidores en Twitter o lo que sea.
El modelo económico de los medios digitales tiene en la publicidad su gran sustento. ¿Cómo se sobrevive con anunciantes?
Lo más importante es no tener dependencias económicas y estar libres de deudas. Hay que tener una buena salud financiera para no tener presiones, y si las tienes que las soportes mejor al tener un buen sostén económico. Si puedes depender cada vez menos de la publicidad y monetizar los contenidos que haces, mejor todavía porque te dará más libertad. Eso significa que uno puede ser libre e independiente solo con publicidad. Pero hay vías económicas que están por descubrir.
En el caso de El Confidencial, ¿se han planteado cobrar por sus contenidos como hacen ya otros diarios?
Estamos convencidos de que para aspirar a El Confidencial del 2025 es necesario tener ingresos más allá de la publicidad. Hay muchas vías y una de ellas es cobrar por servicios/contenidos.
En los últimos años parece que el periodismo de datos ha inventado una nueva manera de trabajar. ¿Por qué resulta tan importante?
Fuimos pioneros en el periodismo de datos hace ya 6-7 años. Me hablas de algo novedoso cuando lo hicimos hace años. Lo de hace seis meses queda ya antiguo. Es algo importante pero que ha quedado antiguo. Lo esencial no es el periodismo de datos sino que la idea de que hace falta fact checking [verificación de datos] en una información rigurosa tiene que ser asimilada por toda la redacción. Es transversal a todas las secciones, y ya se está implementando. Imagínate si el nuevo periodismo de Tom Wolfe o Gay Talese tuviera un sustento que viniera del periodismo de datos.
Hay quien critica que la inmediatez de lo digital está matando el periodismo. ¿Puede ser que las noticias no se corroboran de la misma manera en Internet?
Hay una dictadura del tiempo real. Los medios digitales hemos jugado muchas veces a ser agencias. Tienes que hacer periodismo de investigación, análisis y contar historias que van más allá de la inmediatez. Debes apostar por la investigación y no tanto por la inmediatez: la segunda o tercera velocidad, que es la edición y reportajes trabajados.
¿Se trabaja diferente en un medio tradicional en comparación a uno digital en cuanto a la calidad de los temas?
¿La inmediatez no está en un medio tradicional? Los digitales no solo trabajan por la inmediatez. No somos especialistas en eso, que es terreno de las agencias de prensa. Los digitales creo que cada vez trabajamos menos la primera velocidad, como todos los medios.
8 de marzo. Las mujeres salen a la calle. Como hombre y director de un periódico, ¿es día para reivindicar también en el periodismo?
Por supuesto. El periodismo se guía por dar servicio a la sociedad. Hay que tener un código deontológico dentro del cual está que no puede haber desigualdad de género por una cuestión de cromosomas. Toda discriminación en este aspecto hay que intentar resolverla. En el periodismo se ha dicho, y con razón, que hay pocas mujeres que ocupen puestos de responsabilidad; y que de las firmas de relumbrón de todos los medios predominan las de los hombres. Hay que intentar, sin olvidar los méritos de cada cual, que haya un mayor equilibrio entre hombres y mujeres en puestos de responsabilidad y mayor presencia en los contenidos periodísticos de firma. En mi caso entono el ‘mea culpa’ porque no he tenido suerte en compensarlo pero estamos en el camino. Intentaremos resolverlo.
[En El Confidencial, a día de hoy, ni una sola mujer ocupa un puesto de alta dirección. Esta tónica se repite en el resto de diarios, en los que la figura femenina brilla por su ausencia. Magda Bandera (La Marea), Ana Pardo de Vera y Virginia P. Alonso (Público), Montserrat Domínguez (El Huffington Post) y Encarna Samitier (20 Minutos) son la excepción en la Prensa española.]
¿Cuál es la razón de que no haya mujeres en puestos de dirección?
No es un tema de formación. De hecho, las mujeres están mejor formadas que los hombres. Básicamente es que las carreras de las mujeres siempre han sido interrumpidas por la maternidad o tareas domésticas que siempre se les han atribuido. Cuando se empiece a tener en consideración que los hombres también pueden interrumpir sus carreras para dedicarse a la familia estoy convencido de que las mujeres ocuparán puestos de responsabilidad.
Las fake news son uno de los grandes problemas de esta llamada época de la información. ¿Cómo se lucha contra ellas?
Siempre se ha dicho que nunca ha habido tanta información como hasta ahora, pero eso no indica que estemos mejor informados. Algunos medios se han dejado llevar por la dictadura de las redes sociales. Las noticias falsas se distribuían en Facebook y competían con informaciones, por ejemplo, del New York Times. Nosotros tenemos una plantilla de unos 150 trabajadores que cuesta cara y que en estas redes sociales compiten con noticias falsas que hace alguien desde su casa. Eso no es justo. Las redes incluso se han dado cuenta del problema que tienen al valorar por igual los contenidos. Ahora se han puesto las pilas para poner filtros para distinguir entre fake news y noticias de calidad. Si haces periodismo de calidad, en un futuro solo sobrevivirán los mejores.
Entonces, ¿quiénes son los responsables? ¿Quizás las misma redes sociales?
Los primeros responsables son quienes las fabrican. Son auténticos estafadores. Los segundos, las plataformas que distribuyen las fake news sin poner filtro. Y los terceros, los medios entre comillas serios que banalizan su contenido para competir con las fake news.
Ahora en el periodismo hay quien busca el perfil del periodista orquesta. ¿Qué ventajas y desventajas ve a este perfil de profesional del periodismo?
Si tengo al Cristiano Ronaldo del periodismo, pues genial. Pero solamente suele haber uno. A mí no me gusta el periodismo orquesta. Busco talento y los que más saben de algo solo saben de una cosa. Busco el talento que más sepa de big data, innovación, economía, periodismo judicial… Me gustan los periodistas especializados en su quehacer diario.
Curiosamente en las facultades de Comunicación tratan ya de inculcar que hay que tender hacia la especialización, que ahí está el futuro.
Solo creo en la especialización. Se nos acusa de saber poco de muchas cosas, y es cierto. En un mercado tan atomizado solo triunfarán los mejores en su especialidad. La figura del periodista orquesta ha quedado obsoleta y ha durado dos telediarios.