Aravaca: el barrio de la «Rosa Roja»
Es imposible encontrar en España un lugar en el que sea más reconocida y reconocible la figura de Rosa Luxemburgo. En el barrio de Aravaca (Madrid) se celebró durante este mes de enero el centenario del asesinato de esta mujer, conocida también como «Rosa, la Roja», una de las pensadoras más destacadas del comunismo.
El acto central tuvo lugar el pasado día 20 con la inauguración de un monolito en su honor en la que estuvieron presentes la concejala del distrito de Moncloa-Aravaca, Montserrat Galcerán, y medio centenar de vecinos. La escultura, creada en granito de piedra reciclada, tiene la efigie en relieve de Rosa Luxemburgo y la frase «Luchó contra el militarismo y por la paz, la justicia social, la solidaridad internacional de la clase trabajadora y el socialismo» junto con una de sus afirmaciones más conocidas: «Quien no se mueve no siente las cadenas». Está colocada en los jardines posteriores al centro comercial que también lleva su nombre. Además, en el Centro Cultural Aravaca se puede visitar hasta el 8 de febrero la exposición «Rosa Luxemburg», una iniciativa conjunta del distrito de Moncloa-Aravaca y la asociación Acrola en coordinación con la fundación Rosa Luxemburg Stiftung.
«Rosa la judía»: la comunista que enfadó a Lenin
La «Rosa Roja» nació en Polonia -anexionada a la Rusia zarista- en el año 1871 en el seno de una familia judía. A los cuatro años tuvo una enfermedad que le provocó una cojera de por vida. A los cinco aprendió a leer, a los nueve años traducía poemas del alemán al polaco, a los 13 ya componía versos contra el emperador alemán que visitaba Varsovia y a los 14 años se afilió al movimiento socialista revolucionario «Proletariado»; esto último le obligó a exiliarse a Suiza. En Zurich se mantuvo como la líder máxima de los socialistas polacos en el exilio y en 1893 fundó un partido en rechazo al socialista ya existente defensor de la independencia de Polonia y en el que advertía, a su juicio, principios incompatibles con el internacionalismo de la clase obrera.
Rosa Luxemburgo, ya como líder de su nuevo partido, defendió la integración económica de Polonia en Rusia por los vínculos, decía, del proletariado ruso y polaco. Enemistada con Lenin por sus diferencias en cuanto a la concepción del socialismo, se mudó a Berlín después de casarse con el alemán Gustav Lübeck. Allí mantuvo su actividad política con una dura oposición al gobierno socialdemócrata. Al estallar la Primera Guerra Mundial, Rosa Luxemburgo, desde la cárcel en la que estaba acusada por subversión, levantó su voz en contra de la violencia con la que las potencias habían decidido actuar. Con 49 años, el 15 de enero de 1919 fue brutalmente asesinada por soldados a las órdenes del gobierno socialdemócrata.
La «Rosa Roja» o «Rosa, la judía», como la denominaban sus detractores, fue autora de varios libros, fundadora del periódico «La Bandera Roja» y una de las constructoras del socialismo democrático. Esta mujer es considerada por la izquierda política como una de las grandes revolucionarias del siglo XX.
Aravaca es, sin duda, el lugar de Madrid donde más se tiene presente a Rosa Luxemburgo, una mujer convencida de que «es necesario preparar a las masas en forma tal que ellas nos sigan con entera confianza».