«Madrid, ¡qué bien resistes!»: la exposición que recuerda el pasado bélico de la ciudad
La propuesta es atrevida: mirar al pasado para comprender el presente. La Casa de la Panadería, situada en la Plaza Mayor de Madrid, alberga desde el 12 de marzo y hasta el 20 de mayo la exposición «Madrid, ¡qué bien resistes!», comisariada por el fotógrafo Javier Marquerie. La muestra permite ver el contraste entre la situación de la capital durante la Guerra Civil y su estado actual. Imágenes en tono sepia de una ciudad bombardeada, destruida por la barbarie del conflicto, se superponen con instantáneas a todo color de nuestros días, que nada tienen que ver con los rigores de la contienda.
El autor ha recurrido para ello a la técnica de la refotografía, que consiste en repetir una toma para ver los cambios que se han producido por el paso del tiempo. Marquerie ha elegido lugares emblemáticos como la Gran Vía, Ciudad Universitaria o el barrio de Salamanca para captar instantáneas desde el mismo punto en que lo hizo hace casi ocho décadas otro fotógrafo. En ese proceso, una de las principales dificultades ha sido identificar la ubicación de las fotos antiguas, como una en la que aparecía una cola de racionamiento. La foto original no incluía localización, pero sí que se veía el nombre de una tienda de ultramarinos: «Tuve que recurrir a la hemeroteca de un periódico de Guadalajara. Esa ha sido la foto más rebuscada, pero no tenía ninguna otra de cola de racionamiento y consideraba que era algo importante para cubrir la guerra».
Marquerie ha trabajado con objetivos de los años 40, adaptándolos a su cámara digital, porque «los objetivos modernos tienen una capacidad de definición y de contraste que a mí me asustaba que pudiese llamar demasiado la atención. Yo quería que las fotografías transitasen de la antigua a la nueva de la manera más suave para que no fuese muy alarmante la diferencia de calidad». Gracias a la aplicación del collage digital, los visitantes pueden contemplar las fotografías realizadas por Marquerie imbricadas con imágenes históricas, que comprenden desde los primeros días del levantamiento militar en julio de 1936 hasta marzo de 1939. «Más allá de que visualmente son bonitas, las fotos te hacen reflexionar. Para mí ha sido impactante ver cómo estaba Madrid en esos años», dice una joven que ha acudido a la exposición.
La muestra está dividida en cinco capítulos: La vida, El viaje, El cascote, La guerra y La sangre. Cada uno de ellos refleja el padecimiento que sufrió la ciudad y sus habitantes. «El ciudadano de Madrid no es totalmente conocedor de las dimensiones que tuvo la guerra. Creo que está bien recuperarlo y que la gente sea consciente de que la capital se vio modificada de una forma muy dramática durante 850 días», asegura el creador de este proyecto, que se presentó por primera vez en 2014 y participó en el Festival Off de PhotoEspaña 2016.
Ecos del conflicto
La serie completa de «Madrid, ¡qué bien resistes!» consta de 122 fotografías, aunque para la muestra que acoge la Casa de la Panadería se han seleccionado medio centenar de ellas. Una de las obras que más sorprende al público ha sido tomada en la Puerta del Sol. Los espectadores se detienen, curiosos, frente a una fotografía en la que Mickey y Minnie Mouse pasean por el centro, con unos globos en la mano, mientras que a escasos metros varios hombres observan los cascotes que invaden el suelo. «A veces reencuadraba y otras me quedaba donde estaba para que algo de la ciudad de siglo XXI pasase delante de mi objetivo. Se trataba de incluir algo nuevo para que esa narración documental existiese», asegura el comisario de la exposición.
Lo que más me gusta de la exposición es trascender el antes y el después para contar una historia
Marquerie piensa que una vez contempladas las primeras fotografías, «se deja de lado qué calle o qué esquina es y se entra ya en la profundidad dramática del evento, en ser conscientes de los ecos de la guerra que guardan esos lugares. Es quizá lo que más me satisface de la exposición: trascender el antes y el después para contar realmente una historia».
La muestra está patrocinada por la Oficina de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento de Madrid y cuenta con imágenes tan icónicas como la que hizo Robert Capa en 1936 de una casa bombardeada en Vallecas. Marquerie se desplazó hasta el municipio madrileño para repetir la instantánea y enseñar al público cómo se encuentra actualmente el edificio de la calle Peironcely, 10. Sin embargo, como advierte el responsable de la exposición, no se trata simplemente de mostrar el cambio: «Eso para los anuncios de pérdida de pelo está bien, pero para la historia se debe capturar algo más».
El lugar en el que se exhiben las fotografías es un espacio repleto de bóvedas, con luces tenues que contribuyen a crear la atmósfera adecuada para que los visitantes se concentren solo en la obra que tienen ante sí. «Me gustó mucho la sala porque la luz no era directa a la pared. Al estar más oscuro invito al espectador a ponerse a una distancia donde los ojos solo ven la foto, me pareció interesante para una mayor intimidad», explica Javier Marquerie.
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Datos de interés
Cuándo: del 12 de marzo al 20 de mayo. Dónde: Sala de Bóvedas de la Casa de la Panadería (Plaza Mayor, 27). Horario: de lunes a domingo de 11:00 a 20:00 horas. Precio: entrada gratuita
Es la exposición más incómoda que he visto en mi vida (y e visto unas cuantas), deben pensar que como mínimo, todas las prsonas muden 1,70, pero la realidad es otra, somos muchas las personas que escasamente llegamos al 1,60 para las cuales, la altura de las fotografías, sólo nos pues producir una tortícolis y por desgracia, ninguna satisfacción a pesar de la belleza de las fotografías.