El misterio del autobús número 20
Por la parada de autobús de la calle O´Donnell nueve pasan cuatro líneas de autobuses diferentes: el 2, el 20, el 28 y el 202. El número 20 pasa el doble de veces que el 2 o el 202. ¿Hay problemas en la EMT? Para los vecinos de Retiro, sí.
Son las 17:15 y la temperatura es de cero grados. El viento frío de Madrid corta la cara y las manos de los que pasan. Los que esperan encogen los hombros y calman los temblores con un ligero bailoteo de piernas o sumergen la nariz en nudos de bufandas enrolladas al cuello. Los que se olvidaron los guantes en casa se frotan las manos o las juntan junto a la boca. Tratan de calentarlas con su aliento. En la parada del bus hay cinco personas. «Es que creo que había una manifestación, por eso no llegará», supone una señora en voz baja. Continúan los temblores y los bailecitos hasta que otra voz, firme y fuerte, afirma: «Sí, sí, mucha manifestación, pero el número 20 ha pasado veinte veces», se queja. La primera señora espera el autobús número 2. Hace tres minutos han pasado dos vehículos con el número 20. Todos seguidos con la misma dirección final: Sol.
«Es una línea que tiene una frecuencia de tres minutos y medio porque es una de las más usadas», dicen en el departamento de prensa de la EMT. Después de diez minutos para el primer autobús con el número 2. Otra vez aparecen en la parada dos veintes seguidos. El primero recoge pasajeros y el segundo se queda vacío. «¿Qué sentido tiene? Es obvio que está mal regulado, pasan muchos sin pasajeros», sentencia una usuaria indignada. «No tenemos problemas de saturación en ninguna línea», dicen desde la EMT. Al pasar tantos autobuses de la línea 20 muchos se quedan vacíos y los vecinos reclaman que pasen más del número 2 o del 202.
En media hora han pasado cinco vehículos de la línea 20, uno de la 2 y tres de la 28. Ninguno de la 202. «Como la línea 2 y la 202 en tienen recorridos similares, en la parada de O´Donnell se alternan y pasan cada más tiempo», pero su recorrido cambia dos paradas más abajo. «¿Cuál es la solución? ¿Que coja el 2 cuando necesito el 202 y me baje cuando se desvíe?», pregunta otra vecina.
El mercurio aún no ha subido de los cero grados y el viento no cesa. Anochece en Madrid y Encarna espera el bus desde hace diez minutos. Es una anciana y tiene frío: «Yo cojo todos los días el 2 y el anterior se me ha ido en la cara. Si lo pierdo nadie me quita el cuarto de hora esperando».
Todos los autobuses –cuatro en total– que paran en O´Donnell número 9 pasan por la Puerta de Alcalá, todos tardan casi lo mismo pero sólo el 20 asegura el asiento al usuario cansado. Pasa con tanta frecuencia que nunca está lleno cuando se detiene en esa parada.
No son raros los problemas
El portavoz del Sindicato de Conductores de Autobuses de Madrid (SICAM) afirma que «es una cosa generalizada. Hay líneas que van fenomenal y otras que no van tan bien». Explica que con la crisis ha habido «un recorte en cuanto al servicio que se traduce en más trabajo, pero menos autobuses». Además, confiesa que tienen «horarios irreales» porque no se prevén factores como «los atascos, la lluvia o los accidentes». Puede que por ese motivo los autobuses del número 20 se amontonen en la parada de O´Donnell.
Ya es de noche y la luna está llena. El viento propicia que la sensación térmica sea de varios grados bajo cero. El reloj marca las 20:22. En la parada sólo queda una periodista. Todos han cogidos sus autobuses, algunos han esperado mucho más que otros. De pronto llega un viajero y pregunta a la chica que está ahí sentada, con las piernas muy cruzadas para calentar los muslos, que si ha pasado ya el 202.
Según los datos proporcionados por la EMT, este es el tráfico que los autobuses tuvieron en 2011 en cada una de las líneas que paran en la esquina de la calle O´Donnell: