Librería Efímera: Un rincón temporal para libros en Malasaña
El pasado 14 de diciembre había algo diferente en Malasaña. En el número 33 de la calle San Vicente Ferrer aparecía como por arte de magia una librería que no suele estar allí. Al entrar las armonías vocales de los Beach Boys cubren a una mezcla de bohemios, pijos y curiosos que entran al lugar. Es la Librería Efímera que por primera vez existirá por una tarde para prestarle sus estantes al mundo micro editorial.
Son 38 editoriales, que incluyen nombres como Liberoamérica, Renacimiento, El Angel Caído o Jekyll y Jill. Cada una de ellas dejando una marca propia en los estantes. Paseando entre el feminismo, la música, la poesía – e incluso reediciones de escritores clásicos como Victor Hugo o el propio García Lorca – la oferta de Efímera no deja a nadie indiferente, hay de todo y para todos.
El proyecto nació de los esfuerzos conjuntos de Beatriz Rubio y Diana Acero, con la idea de crear un espacio para las editoriales independientes y el mundo microeditorial de España y específicamente de Madrid.
«Las dos nos íbamos dando cuenta que las editoriales pequeñas necesitábamos un espacio donde compartir experiencias y vernos en persona, además de una mayor vitrina para el público», cuenta Rubio. La mayoría de las editoriales presentes en Efímera están lideradas por grupos muy pequeños, una o dos personas además de los autores. Un espacio como este permite que esto puedan acercarse a su público con mayor facilidad.
El momento que terminó de impulsarlas fue la cancelación del festival Hostia Un Libro (HUL) de este año: «Nos sentimos obligadas a tomar el testigo».
El ambiente de la librería permite el acercamiento entre los editores y los lectores. Cada uno de los invitados atiende su propio stand y está más que dispuesto a hablar de sus libros, de hecho, disfrutan hacerlo. El público por su lado era invitado a acercarse a tomarse una cerveza o sentarse en el rincón del editor a escuchar las diferentes presentaciones. Las temáticas son bastante variadas, haciendo hincapié en la narrativa y la poesía, pero dejando espacio para el ensayo y la historieta.
Sin embargo, cada editorial deja ver su propia identidad: Liberoamérica presta la mayoría de su espacio a poetas de Latinoamérica, Mount Vetox y el Angel Caído intentan cruzar un puente entre la literatura y la música con sus publicaciones, La Moderna y Amor de Madre comparten narrativas e ideas construidas desde el feminismo, BestiaNegra lleva una oferta donde destaca el cómic. Está variedad viene definida por el criterio de Rubio y Acero que mantienen que buscaron editoriales con una oferta interesante sin subrayar un tema puntual: «Solo exigimos que fueran pequeñas y que tuvieran algo interesante o importante para decir».
Nacional e internacional, pasado y presente
Aunque todas las editoriales son españolas y están activas no se puede decir lo mismo de los autores presentes. Los nombres van desde figuras jóvenes que descubrir hasta figuras icónicas de la literatura reeditadas con un cariño particular como Horacio Quiroga o Edgar Allan Poe.
Desde fuera de las fronteras españolas también aterrizan trabajos recientes como el poemario «Paisajeno» del venezolano Willy Mckey traído por Esto No Es Berlín o «Ejercicio de las memorias» de la uruguaya Romina Serrano. No es que falten los autores españoles la joven madrileña Inés Martínez García, que hace acto de presencia con «Pasión Silenciosa», o el valenciano Rafa Cervera y su novela «Lejos de todo» ganadora en 2018 del Premio de la Crítica Literaria Valencia.
Pensando a futuro
Aunque aún no tienen planes exactos de lo que están seguras es que no quieren que la primera edición sea la última. “Queremos hacer otra en primavera, y queremos salir de Madrid a otras ciudades de España”, revelan sonriendo. La idea de llevar a Efímera de gira es importante para ellas: “nos escribieron de ciudades como Barcelona y Valencia queriendo participar, pero es complicado el desplazamiento”, comenta Rubio. Considerando el éxito de esta primera edición no estaría fuera de lo posible.
«La idea es mostrar editoriales de todas las comunidades, incluso aquí hay de varias zonas de España», revelan. «Queremos que la gente sepa que el mundo microeditorial es más grande de lo que parece, y está mucho menos centralizado de lo que la mayoría cree».
Por ahora los afortunados que se acercaron probablemente hayan descubierto algún libro o autor que no conocían, se vendieron 804 libros en un solo día. Con un poco de suerte lectores de otras ciudades españolas podrán contar pronto con este espacio, sean curiosos o bohemios.
No deja de ser grato conseguir un rincón como este. En estas fechas es valido poder regalar una historia, o conseguir un libro para huir del frío de la capital.
excelente y novedosa propuesta, ojala se repita con regularidad