El barrio de Justicia apuesta por las calles del futuro
Tras las nuevas obras de remodelación, el vanguardismo y la peatonalización llegan a la zona
El barrio de Justicia, en el distrito de centro, se transformará en un barrio más peatonal e inclusivo con el individuo dando prioridad a este frente a los vehículos. Con la remodelación de calles y aceras la zona será más accesible y verde, mejorando así la calidad de vida tanto de los vecinos como la de los comercios y restaurantes.
Tal y como planteaba Le Corbusier con La Ciudad Radiante, el barrio de justicia apuesta por las zonas verdes y la reducción del tráfico urbano, con el objetivo de mejorar el entorno y la eficiencia de la zona. Las obras de remodelación comenzaron en Julio y el plazo previsto para su conclusión es de diez meses. Las calles intervenidas son las siguientes: Piamonte, Santo Tomé, San Lucas, Conde de Xiquena, Marqués de Monasterio, Tamayo y Baus, Prim y Almirante.
La zona integrada por un conjunto residencial con alto valor arquitectónico, compuesto por hostelería y comercios de primer nivel, se verá “afectada” momentáneamente, pero al concluir las obras les espera un futuro prometedor. La actual intervención de reforma contribuirá al espacio público y favorecerá las condiciones de vivienda.
Se incrementará la superficie destinada al tránsito peatonal frente al vehicular, cumpliendo con la normativa de accesibilidad universal, permitiendo así el acceso, utilización y disfrute, de manera cómoda, segura y eficiente para todos. Se instalará nuevo mobiliario urbano, bancos y papeleras, alumbrado eco-sostenible, áreas verdes, jardineras y arboles que mejoraran la calidad ambiental del entorno.
La calle Tamayo y Baus se peatonalizará para configurar una nueva plaza frente al Teatro María Guerrero, creando con ello un espacio estancial y de encuentro para el barrio. En cuanto a las calles de San Lucas, Santo Tomé y Piamonte mantendrán el acceso a vehículos de emergencias y privados, así como para la carga y descarga de mercancías dentro de los espacios reservados para ello.
Los vecinos del barrio se muestran conformes con las obras ya que son conscientes de que la incomodidad por la que están pasando hoy en día es para su propio beneficio. Su principal molestia es el limitado espacio que hay para andar y el ruido de las maquinarias. Sin embargo, esperan que las obras terminen en tiempo y forma tal y como el ayuntamiento ha comunicado.
En cuanto a la hostelería y comercios de la zona, las obras no han afectado de forma preocupante; si bien han notado un ligero descenso en la clientela debido al cierre de calles, limitando el acceso de taxis y vehículos particulares. “Los obreros descansan de 2 a 4, por lo que el ruido a la hora de la comida no afecta a los comensales” declara el gerente del restaurante Marenna.
Con este tipo de reformas, Madrid comienza a situarse a la par de las ciudades más vanguardistas del mundo, creando espacios accesibles e inclusivos para una mejor calidad de vida.
Yo vivo en el Barrio, está quedando increíble y además algunas calles ya están por terminarse