El Rastro de Madrid lucha por su supervivencia

La creación de la nuevas zonas de bajas emisiones Madrid 360 imposibilita a los comerciantes del mercado municipal transportar sus mercancías con sus vehículos industriales según denuncian los comerciantes

La Asociación El Rastro Punto Es, que representa a más del 70% de los 996 titulares que tienen un puesto en el mercado municipal, llevan meses solicitando al Ayuntamiento que se revise la ordenanza de movilidad sostenible que les impide llevar a cabo su actividad.

Con la puesta en marcha de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 por el Ayuntamiento, cuyo fin es reducir las emisiones contaminantes como sustituto del anterior plan, Madrid Central, la situación de los comerciantes del Rastro ha cambiado de forma significativa. El anterior proyecto les permitía conseguir permisos de 24 horas para acceder con sus furgonetas sin distinción medioambiental los días de mercado y descargar la infraestructura y mercancías necesarias para la puesta a punto de los puestos, pero actualmente se arriesgan a ser sancionados con multas de 200 euros.

La portavoz de la asociación, Mayka Torralbo, afirma que la nueva ordenanza clasifica a los comerciantes en la categoría de servicios profesionales, que se aplica a repartidores de mercancías urbanas, limitando los horarios de acceso de sus furgonetas. Aquellos vehículos industriales con etiqueta “A” tienen prohibido el acceso a la zona del mercado, mientras que los de etiqueta “B” tienen acceso entre las 7.00 a 13.00 horas y los de etiqueta “C” de 7.00 a 15.00 horas.

Torralbo explica que los casi 700 vehículos afectados, que implican a la mayoría de comerciantes, tienen que turnarse para descargar y cargar para luego utilizar los parkings habilitados y evitar las multas, una situación “insostenible” por la falta de plazas, capacidad y tiempo. “Pretenden que compitamos entre nosotros por los  aparcamientos, que también usan los residentes, y que luego volvamos a pie con las mercancías”, señala la portavoz.

Tras meses solicitando soluciones por parte del Ayuntamiento, la Asociación El Rastro Punto Es solicitó una reunión de forma urgente con el concejal de Movilidad y Medio Ambiente, que accedió a reunirse con ellos el pasado lunes de forma telemática con la presencia de todos los partidos políticos. Sin embargo, a día de hoy todavía no tienen respuesta a sus reivindicaciones, por lo que desde la asociación se preparan para llevar a cabo movilizaciones y protestas.

Historia viva de Madrid

Pedro Santos es uno de los comerciantes más veteranos del mercado. Participa desde 1964, cuando terminó el servicio militar, y ha vivido todo el proceso de regularización del Rastro. No es hasta ahora que ve peligrar un modo de ganarse la vida que practica desde hace 43 años.

“Es otra espina más, otro palo en la rueda. Como si no tuviésemos suficiente con los meses de pandemia en los que tuvimos que cerrar”, afirma el comerciante. Se siente decepcionado y califica de “incomprensible” la actuación del Ayuntamiento, que en teoría iba a mejorar su situación. Para su puesto necesita transportar una estructura de hierros y mercancías que requieren de su furgoneta, por lo que para él es “imposible” utilizar el transporte público o su turismo.

Santos destaca la incertidumbre de su situación, sin saber cuándo empezarán a multar. Señala que la protesta activa, con manifestaciones y carteles es la única vía para que les den audiencia. “No vamos de paseo, vamos a trabajar. Estamos hablando de 1.000 familias que viven de este mercado”, concluye.

Petra lleva 25 años vendiendo sus productos en El Rastro junto a su marido, que lleva cuatro décadas en el mercado . Aunque en su caso las restricciones no le afectan directamente, afirma que se solidariza con sus compañeros y que les acompañará en sus reivindicaciones.

Recuerda cómo en mayo de 2020 intentaron mover el mercado y distribuirlo entre las calles Gasómetro y Gran Vía de San Francisco, pero gracias a sus protestas consiguieron mantener su  espacio, limitando el número de puestos al 50% para evitar aglomeraciones por la pandemia. “Lo triste es que tengamos que protestar y no utilicen el sentido común, que reconozcan nuestra importancia y nos den el mismo trato que a los residentes”, señala la comerciante.

Madrid no sería  lo mismo sin el rastro – Carlos, comerciante

Carlos es otro de los veteranos, con más de 40 años de experiencia en el Rastro. Pone el foco, como el resto de compañeros, en la importancia del mercado, que forma parte del  Patrimonio Cultural de Madrid. “Es un sitio emblemático, muy querido por todos. Hemos venido desde niños, luego de jóvenes y ahora de adultos, pero siempre te encuentras con algo nuevo”. Destaca la variedad y su importancia como punto de encuentro, que promueve el desarrollo económico de toda la zona como bares y otros comercios que no están directamente relacionados. “Madrid no sería lo mismo sin el Rastro”, señala.

La portavoz de El Rastro Punto Es también añade la complicada situación económica a la que se enfrentan los miembros del emblemático mercado municipal. Los meses de cierre por la pandemia supusieron un duro golpe del que todavía no se han recuperado y las deudas se acumulan.

Desde la Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad afirman que la nueva ordenanza mantiene las restricciones contempladas en el anterior plan Madrid Central y que están en negociaciones con las fuerzas parlamentarias para ofrecer una solución consensuada. Mientras, la asociación organiza las movilizaciones que se llevarán a cabo si no reciben una respuesta esta semana.