«El público español debería acercarse a los tablaos. El flamenco y el tablao no son de guiris»
Los bailaores Mariana Collado y Carlos Chamorro atendieron a Madrilánea en la previa del II Festival De Raíz Flamenca, celebrado el pasado fin de semana en San Blas con motivo del Día Internacional del Flamenco
El flamenco es patrimonio de la Humanidad. Así lo estableció Naciones Unidas cuando el 16 de noviembre del año 2010 la UNESCO incluyó este género musical en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Desde entonces, dicho día ha quedado instaurado como el Día Internacional del Flamenco. Con ese motivo, la Junta de San Blas-Canillejas celebró el pasado fin de semana el II Festival De Raíz Flamenca en el Centro Cultural Antonio Machado, en el que actuaron los bailarines Mariana y Carlos. Mariana Collado (Almería, 1981) es una enamorada de la danza y del flamenco, y Carlos Chamorro (Madrid, 1972) sintió un flechazo por el género viendo actuar a un grupo regional andaluz en Leganés.
Tras una dilatada carrera como bailarines y bailaores, ¿qué os influyó para decantaros por este arte?
Carlos: La forma de expresión que te da el flamenco. Te la da cualquier tipo de danza, pero concretamente este género te da una manera de expresarte que fue lo que me cautivó para empezar a bailar. Era algo que no había conocido hasta entonces. Se abrió un mundo nuevo tanto de música como de expresión y de danza. Podía salir de lo normal y expresar todo lo que sentía desde el punto de vista del flamenco.
Mariana: A mí cualquier tipo de expresión por medio del cuerpo me fascina. Es impresionante cómo se liberan tantas cosas a través del movimiento, mucho más que con la palabra. Con el cuerpo hay tantas maneras de poder expresar la fragilidad o cualquier tipo de emoción, que a mí eso me cautivó. Tanto para Carlos como para mí el vehículo es el flamenco, pero utilizamos más herramientas teatrales y escénicas, que son las que llevamos a escena, como el teatro, la palabra, el contemporáneo o la ‘performance’. Todo ese tipo de artes escénicas confluyen pero el vehículo siempre es el flamenco y la danza española. Es una manera cautivadora de poder decir lo que te da la gana sin tener que utilizar la palabra.
¿Percibís que se vive diferente el flamenco en Andalucía respecto a otros lugares en España?
C: El público no es igual. En el norte son más apasionados que en el sur. Te hablo visualmente, de cómo recibes la respuesta de la audiencia. En el norte de España, de Europa o en el extranjero lo reciben mucho más abiertos. En el sur también, pero al conocerlo en mayor medida son más críticos y exigentes. Todas esas facetas cuentan a la hora de sentarte y ver un espectáculo porque en el sur son más cerrados. En Madrid pasa lo mismo, el público es mucho más entendido. No estoy diciendo que fuera no lo sea, pero están más acostumbrados y saben más de flamenco. En el norte la gente lo recibe de forma más abierta.
«El flamenco es una manera cautivadora de poder decir lo que te da la gana sin tener que utilizar la palabra» – Mariana Collado
M: Yo no creo que sea cuestión de norte o sur. Creo que España tiene una cultura de folclore y de flamenco tan inmensa que todo el mundo lo recibe de manera agradable. Pero hay veces que se conecta más y otras que se conecta menos. Carlos tiene razón en que en el sur estamos más acostumbrados. Hay un sentimiento más de voy a escucharlo a ver qué pasa, pero no es el detonante.
¿Cómo percibe España el espectáculo que se lleva a cabo en los tablaos?
M: El público nacional, tanto las personas jóvenes como mayores, debería de acercarse más a un tablao, porque el tablao no es de guiris. El tablao y el flamenco no son de guiris, es cuestión del pueblo. No hay que desprestigiarlo de esa manera. Las personas que nos subimos al escenario en los tablaos somos profesionales como la copa de un pino y llevamos todos una carrera en la espalda muy larga. Hay que hacer que el público español no piense que porque una persona venga de Francia a ver flamenco, eso menosprecia el trabajo de las personas que estamos en el escenario. Cualquier persona, española o de otra nacionalidad, debería acercarse a un tablao, con más razón ahora porque han bajado los precios. Si tú pagas por ir a ver una zarzuela o una ópera, ¿por qué no te gastas 30 o 40 euros para ir a un tablao? No deberíamos preguntarnos si el flamenco tiene mejor aceptación en el sur o en el norte. Deberíamos preguntarnos por qué razón el público español no va al tablao. Esa es la pregunta. Las personas que nos subimos a esos escenarios estamos todos preparadísimos, con carreras y una trayectoria artística increíble. Que la gente afirme que no van al tablao porque es de guiris es menospreciar el flamenco y a la gente que se sube al escenario. Vamos al teatro a ver musicales, que a mí me encantan, y no cuidamos lo que es nuestro, lo que han cantado nuestros abuelos y bisabuelos, nuestra cultura. Eso es lo que deberíamos reflexionar.
«Vamos al teatro a ver musicales y no cuidamos lo que es nuestro, lo que han cantado nuestros abuelos y bisabuelos, nuestra cultura» – Mariana Collado
¿Pensáis que la juventud está interesada en el flamenco? ¿Cuál sería la solución para aumentar ese interés?
C: La juventud que ve flamenco es una minoría, sobre todo aquellos que estudian para dedicarse a ello. Es complicado porque no ha habido una educación, ni musical ni artística, para que puedan tener un lazo de unión con ello. Esa minoría va a existir siempre, pero que un público mayoritario juvenil lo haga es difícil. Sería obligatorio estudiar flamenco en los colegios e institutos, igual no como asignatura, pero sí dentro de Historia o Música.
M: Cuando yo estudié en Almería, una de las optativas era flamenco. Algunos la escogieron por considerarla una asignatura fácil para aprobarla. Sin embargo, escuchar a Morente, Camarón y otros sonidos modernos les sorprendía. Piensas que el flamenco es añejo y casposo, pero cuando te ponen cosas diferentes, te sorprende. Carlos y yo trabajamos en una compañía de flamenco en Helsinki, con la que pasaban por los teatros 900 estudiantes diarios. Institutos extranjeros, cuando hacen el viaje de estudios, realizan actividades culturales como acudir a un tablao. ¿Por qué los institutos españoles no llevan a sus alumnos a ver espectáculos de danza? No te hablo solo de flamenco, sino de danza en general. De esas 300 personas por pase, a lo mejor diez descubren que les encanta y se ponen a bailar o a tocar un instrumento.