Madrid se quita la boina para saludar a la primavera
La lluvia, e incluso la nieve, llegó a Madrid tras 50 días de plena sequía. La capital llevaba sin recoger ninguna precipitación desde el pasado 1 de febrero, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMT). La borrasca ha durado poco. Se ha despedido de la península dejando de nuevo el cielo despejado e iluminado. Las breves gotas han difuminado la oscura boina de contaminación que cuelga en el cielo madrileño de manera casi permanente.
Los tubos de escape siguen desprendiendo sus malos humos que contribuyen a que la contaminación no descienda de manera significativa. A última hora de la tarde del jueves, tres de las estaciones de la capital —Plaza Fernández Ladreda 115μg/m3; la Urbanización Embajada 105μg/m3 y Sanchinarro 103 μg/m3— reflejan valores «admisibles», según la directiva europea y el Real Decreto de 2002 sobre la evaluación y gestión de la calidad del aire. El valor límite horario para la protección de la salud humana está fijado en 200 μg/m3 (microgramos por metro cúbico), que no podrá superarse en más de 18 ocasiones por año. Consulta el mapa de la red de vigilancia de la calidad de aire de Madrid.
Varios colectivos como Ecologistas en Acción, CC OO, UGT, Pedalibre, la Asociación de Vecinos del Nudo Sur y Equo han presentado sus alegaciones al Plan de Calidad del Aire 2011-2015 que elaboró el Ayuntamiento de Madrid. Con él, el Consistorio solicita una prórroga a la Comisión Europea para el cumplimiento de los valores límites de dióxido de nitrógeno (NO2), conforme a la Directiva Europea 2008/50.
Este Plan, todavía no aprobado por la Junta de Gobierno, presenta los niveles de las principales emisiones contaminantes en el periodo 1990-2009. Tres de ellas, dióxido de azufre, monóxido de carbono y plomo, han registrado un descenso continuado, incluso inferior a los exigidos por la normativa vigente. Pero no ocurre lo mismo con el dióxido de nitrógeno, procedente del tráfico, que alcanzó en 2010 el límite anual establecido de 40 μg/m3 a 46 μg/m3 en 18 de las 24 estaciones. Además se superó el valor límite horario en seis de ellas en más de 18 ocasiones (Barrio del Pilar, Ramón y Cajal, Cuatro Caminos, Escuelas de Aguirre, Ensanche de Vallecas y Fernández Ladreda).
Por ello, la Casa Consistorial ha propuesto 70 medidas municipales para combatir el exceso de esta partícula. Una de ellas es la peatonalización del centro de Madrid. La semana pasada, Ana Botella, la alcaldesa de la capital, afirmó que el Ayuntamiento no disponía de recursos para acometerla durante el primer año. «Se trata de medidas contempladas en el Plan de Calidad del Aire para toda la legislatura y no se tienen que realizar expresamente en 2012», responde el área de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad del Consistorio de Madrid.
Para Ecologistas en Acción estas medidas son «una coartada porque no están ni pensadas ni planificadas para acometerse», y les parece surrealista que todavía no esté aprobado el Plan. Además de que «Ana Botella ya haya incumplido algunas medidas», dice un responsable de prensa de esta organización.
Alegaciones de colectivos
La propuesta de Ecologistas que ha solicitado al Plan es que se cobre un 50% más por aparcar en zona azul o en los aparcamientos subterráneos públicos. Además, consideran que todos los aparcamientos deberían dejar de ser gratuitos, salvo el de los residentes. Esta medida pretende dificultar el aparcamiento en el centro de la ciudad para que nadie entre con su vehículo, y fomentar el uso del transporte público.
Otra de las alegaciones que ha enviado la Asociación de Vecinos Nudo Sur al Ayuntamiento de Madrid es la colocación de un medidor de contaminación en la M-30 y en su ampliación, el by-pass sur, el túnel más largo de Europa. El año pasado, el Ayuntamiento de Madrid puso, durante algo más de un mes, una estación de medición móvil al lado del poso de ventilación del by-pass. Esta asociación de vecinos pidió al Consistorio los informes de contaminación de este improvisado medidor. Éste se comprometió a enviarlo cuando se acabase la campaña del año, pero aún siguen esperando, relata Ángel Lomas, uno de los portavoces de la directiva de la Asociación Nudo Sur.
Esta asociación también pide la reubicación de la estación de medición de la zona residencial de la calle de Juan de Mariana y la plaza Amanecer Mendez Álvaro, a la original, a la plaza Luca de Tena en el paseo Delicias. Esta desapareció en 2010 con el plan de reestructuración de la red de medición que se hizo «de acuerdo con los criterios marcados por la Unión Europea», asegura el área de Medio Ambiente.
«La estación Luca de Tena daba unos niveles absolutamente alarmantes, triplicaba los permitidos. En algunos momentos se sobrepasaban los 200 microgramos por metro cúbico en media hora. Esto suponía que en los dos primeros meses de cada año se excediese el límite anual de superaciones permitidas. De esta manera, lo que ha hecho el Ayuntamiento es quitar las estaciones que daban datos negativos para ocultar y manipular, y así obtener resultados más positivos», afirma Ángel Lomas.
La reubicación del antiguo medidor de Luca de Tena, que estaba incorporado a la red desde el inició de la primera ordenanza en 1968, «es la única forma de ver una evolución histórica de la calidad de aire. Con los mismos datos y con la misma ubicación se puede comprobar que se están modificando y cumpliendo los niveles», explica el portavoz de la asociación.
El período de alegaciones del Plan de Calidad del Aire terminó el pasado sábado 17 de marzo. «Hasta la fecha —22 de marzo— solamente han llegado a nuestro poder las presentadas por la Confereción Empresarial de Madrid (CEIM). Ahora el Ayuntamiento las está estudiando para ver cuáles van a admitir. Pero aún no podemos dar una fecha para la aprobación definitiva en Junta de Gobierno», explica el área de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.
Informe de Calidad del Aire de 2011
En febrero, Ecologistas en Acción transmitió al Comité Olímpico Internacional (COI) datos distintos de calidad del aire de los que había enviado la candidatura de Madrid 2020 porque, según la organización ecologista, se incumplieron los límites para los tres contaminantes principales: dióxido de nitrógeno, partículas en suspensión y ozono troposférico en la zona de la Villa Olímpica y en la estación de Fernánez Ladreda.
«Los datos que se remitieron de Madrid 2020 al COI son estrictamente ciertos, ya que lo que el COI solicita es la información de la calidad del aire en la ciudad en el momento de la celebración de los Juegos Olímpicos, es decir durante el mes de agosto, en el que no se registran superaciones de ninguno de los contaminantes», afirma el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid.
Por otro lado, esta misma organización presentó su informe sobre la Calidad del Aire de 2011 en Madrid donde se recogía que 19 de las 24 estaciones medidoras de contaminación de la capital superaron el año pasado los límites legales de dióxido de nitrógeno. El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento desmiente esta afirmación porque «Ecologistas en Acción incluye cuatro estaciones que no han llegado a rebasar el límite sino que se han quedado en el valor máximo aceptado por la normativa, 40 microgramos por metro cúbico, que incluso han disminuido sus niveles respecto al año 2010». El Consistorio también niega que en ningún caso se haya superado el umbral de alerta de 240 µg/m3.
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